No puede haber un no. Después del Albert Rivera del ‘no es no’ y del rechazo a las reuniones con Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones no podía no aceptar un encuentro con la líder in pectore de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que este lunes solicitó por carta al jefe del Ejecutivo que se reúnan para abrir paso a una negociación a tres bandas entre el PSOE, PP y Ciudadanos.
Según fuentes de Moncloa, el presidente "esta disponible" para celebrar esa reunión toda vez que pase la agenda internacional del presidente, que este lunes asiste a la cumbre del clima COP 25 y el martes viaja a la Londres para participar en la cumbre de la OTAN. A partir del jueves tendría disponible su agenda durante una semana, según estas fuentes, hasta que vuelva a viajar el próximo jueves a Bruselas para participar en el Consejo Europeo.
Un escenario que se mezcla con las negociaciones por la gobernabilidad en España en un momento en que empieza a perder fuelle la posibilidad de una investidura el 16 o 18 de diciembre ante las reticencias de ERC. Según fuentes de Moncloa, "si es así, habrá que esperar a enero", tal y como abrió la puerta la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, el pasado viernes tras el Consejo de Ministros.
El movimiento de Arrimadas
Arrimadas se refería a su propuesta, en una rueda de prensa convocada de urgencia en el Congreso de los Diputados, como la posibilidad de hacer "algo histórico" en referencia a la posibilidad de que la gobernabilidad de España no dependa de los grupos nacionalistas. La líder in pectore de Ciudadanos pide a Sánchez una reunión en la que esté también Pablo Casado, a sabiendas de que PSOE y PP suman por sí mismos una mayoría suficiente.
Rivera, en su día, siempre solicitó reuniones a tres de populares, socialistas y centristas, primero a Mariano Rajoy, con motivo de la aplicación del 155 en Cataluña en 2017, y más recientemente a Sánchez, cuando antes de la repetición electoral de noviembre planteó una propuesta de desbloqueo. Siempre recibió la negativa de los dos últimos inquilinos de La Moncloa.
En su carta, Arrimadas, lejos de plantear exigencia alguna, le pide al líder del PSOE un acuerdo "excepcional" que "ofrezca a España un horizonte de estabilidad" impulsando acuerdos de Estado que "blinden nuestra democracia frente a quienes pretenden acabar con ella, protejan a las familias de políticas populistas ante los nubarrones que se ciernen sobre la economía y el empleo, y permitan superar este largo bloqueo institucional". Entre las reformas "urgentes" a emprender, cita genéricamente cuatro: "La educativa, la del modelo laboral, la de la garantía de las pensiones de nuestros mayores o la de la lucha contra la despoblación".
Fuentes del partido naranja aseguran que lo que aportaría Ciudadanos es, precisamente, "animar" a socialistas y populares a un acuerdo que no sería de gobierno de coalición, si bien Arrimadas se mostraba dispuesta a estudiar fórmulas para implementarlo. Se trataría, por tanto, de un respaldo para que un Gobierno de Sánchez en minoría pudiese impulsar reformas "de Estado" entre las que citaba las pensiones, el mercado laboral y "los retos económicos" que se atisban en el horizonte.