Tras la espantada del jueves a la prensa, Pablo Iglesias no podía rehuir este viernes dar explicaciones, por primera vez, sobre el escándalo que afecta a Podemos, durante la tradicional comparecencia de los líderes políticos antes de comenzar la recepción en el Congreso de los Diputados del día de la Constitución.
En apenas diez segundos despachaba la única pregunta sobre el particular, y lo hacía para elevar el tono de las acusaciones sobre el abogado José Manuel Calvente, despedido junto a Mónica Carmona Segura, otra de las juristas que trabajaban en el partido. "Se trata de un caso de acoso sexual muy grave, que ustedes conocen. Y todo aquel que acuse a Podemos de algún delito lo que tiene que hacer es acudir a los tribunales y que los tribunales diriman" aseveraba con media sonrisa, antes de entrar a la zona de Palacio del Congreso para asistir a la recepción.
Sin embargo, Podemos no ha acudido a los tribunales contra su antiguo trabajador, algo que este jueves la Secretaria de Feminismo, Sofía Castañón, justificaba por la necesaria "discreción" con la que, afirmaba, se tienen que llevar este tipo de casos.
Calvente, en declaraciones a varios medios, ha negado ese acoso y ha insistido en la denuncia de irregularidades en la cúpula de la formación, que según sus palabras incluirían sobresueldos, además de infracciones en las consultas internas a la militancia.