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La "sorpresa" que se guarda Pedro Sánchez para la vicepresidencia: ¿sustituirá Montero a Iglesias?

Fuentes de Moncloa apuntan a que el pacto se cerró desde el principio: levantar vetos pero dejar "que fuera Iglesias quien cediera el puesto".

Fuentes de Moncloa apuntan a que el pacto se cerró desde el principio: levantar vetos pero dejar "que fuera Iglesias quien cediera el puesto".
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el día que se anunció el pacto entre PSOE y Podemos. | EFE

A Pedro Sánchez se le dibujaba una sonrisa este viernes en los corrillos del Congreso al anticipar "sorpresas" en la estructura del Gobierno. "Está casi cerrada", decía con suspense, "y va a haber novedades". Una estructura que ultimaron en la víspera el presidente en funciones y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en una reunión en el Palacio de La Moncloa por la tarde.

Sánchez decía estar "muy ilusionado" con su Gobierno con Podemos y "agradecido" con Iglesias. Atrás quedó esa declaración en la antesala de la campaña electoral en la que el presidente decía que le "quitaría el sueño" un Gobierno con Podemos dadas las "diferencias notables" entre el PSOE y la formación morada en temas de Estado como la crisis catalana.

El motivo de este giro radical de discurso y del agradecimiento que profesa Sánchez con Iglesias está en una posible marcha atrás del líder del Podemos. Según fuentes de Moncloa consultadas por Libertad Digital, "la sorpresa estará en las vicepresidencias porque Irene Montero será la vicepresidenta en lugar de Pablo Iglesias". Algo que encajaría, como añaden estas fuentes, con que Podemos, a diferencia del resto de grupos parlamentarios, no ha designado aún a su portavoz parlamentario.

Un escenario que encierra el pacto oculto entre Sánchez e Iglesias. Las citadas fuentes advierten cómo el PSOE no quiso confirmar públicamente la vicepresidencia de Pablo Iglesias: "El pacto fue que se levantaba el veto sobre su persona y que Iglesias podría filtrar lo que quisiera". Y así fue porque todas las informaciones y filtraciones provenían de Podemos ante el silencio cómplice y enigmático de los socialistas. Pero el acuerdo tenía segunda parte. Ésta consistía en que, llegado el momento, sería Pablo Iglesias quien podría renunciar de motu propio a la vicepresidencia con varios argumentos.

De un lado, el mensaje feminista de ceder visibilidad en favor de la número dos de la formación a quien muchos sitúan como la próxima candidata a las siguientes elecciones; del otro, la convicción personal de Iglesias de que su liderazgo esta "amortizado" y ha llegado la hora de ceder el testigo. Una operación con la que el gurú de Pedro Sánchez, Iván Redondo, quien orquestó personalmente la operación de cerrar un pacto de gobierno con Podemos en las 48 horas siguientes a la investidura, mataría dos pájaros de un tiro: garantizar el sueño del presidente sin la presencia en Moncloa de un Pablo Iglesias a quien temen los mercados y los empresarios; y concederle a él la "decisión personal", tras haber logrado imponer su presencia presentándola como una cesión del Gobierno y del propio presidente.

La cuadratura del círculo pasaría por una triple vicepresidencia femenina y feminista: Irene Montero, Carmen Calvo y Nadia Calviño, ésta última en clave económica. Aunque también se ha barajado la posibilidad de José Luis Ábalos como vicepresidente político, las citadas fuentes resaltan el "poderoso mensaje feminista en la era de las mujeres" que mandaría Pedro Sánchez tanto al exterior como de puertas para adentro.

De cumplirse este escenario, y ya en el terreno de las quinielas habida cuenta de que se trata de otro partido político con su propia autonomía, las citadas fuentes socialistas ubican a Pablo Iglesias como portavoz parlamentario de Podemos, puesto vacante en estos momentos dado que la formación morada no ha cubierto formalmente la plaza.

El motivo es que "Irene y Pablo no pueden estar a la vez en el Gobierno" y tampoco "Pablo y Alberto Garzón". El dirigente de IU tiene "muchas papeletas de ocupar la cartera de Trabajo" en un ministerio sin las competencias de Seguridad Social. Sanidad también podría estar en manos de Podemos, dado el bajo perfil político de la actual titular de la cartera, la asturiana María Luisa Carcedo. Lo que sí parece descartado hasta la fecha es que Podemos se haga con alguna cartera de Estado –Interior, Defensa, Justicia y Exteriores–, como parte del mensaje de moderación que quiere enviar Pedro Sánchez.

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