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La marcha de Gentili, anticipo de la retirada de Iglesias de la vicepresidencia

Fuentes de Moncloa apuntan a que se va porque "no será el jefe de Gabinete del vicepresidente" y por su "mala relación con Irene Montero".

Fuentes de Moncloa apuntan a que se va porque "no será el jefe de Gabinete del vicepresidente" y por su "mala relación con Irene Montero".

Una retirada sonada por razones exclusivamente políticas, o mejor dicho, de poder. El exjefe de gabinete de Pablo Iglesias, Pablo Gentili, ha renunciado a su puesto porque "no iba a ser el jefe de Gabinete del vicepresidente del Gobierno" porque "Pablo Iglesias no va a ser el vicepresidente" y "se lleva mal con Irene Montero", que será la vicepresidenta del gobierno de coalición entre PSOE y Podemos, según anticiparon fuentes de Moncloa a Libertad Digital. Gentili regresa a su país, Argentina, para formar parte del nuevo Gobierno peronista de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

Una marcha que apuntala la información adelantada por este periódico sobre la renuncia de Iglesias en favor de su número dos y que encierra la "sorpresa" que Pedro Sánchez se guarda sobre la estructura del Gobierno". Información que han recibido fuentes del Gobierno del propio Gentili, interlocutor habitual del jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, a quien manifestó su "gratitud y amistad" en su carta de despedida, donde afirmaba que con el asesor de Sánchez "compartí alguno de los momentos más intensos de este año fascinante y turbulento".

Según fuentes gubernamentales, Redondo y Gentili han protagonizado múltiples reuniones como avanzadilla a las mesas de negociación entre PSOE y Podemos, no sólo tras las elecciones del 10 de noviembre sino también tras las elecciones del 28 de abril, y la sintonía entre ambos era muy buena. En uno de esos encuentros Redondo le llegó a trasladar la voluntad de Sánchez de cerrar un gobierno de coalición si Iglesias se apartaba. Al parecer, la esencia de esa voluntad sigue intacta, pero el pacto contemplaba que se levantaran públicamente los vetos y que fuera el propio Iglesias quien renunciara de motu proprio.

Gentili, que tiene 56 años y había llegado a España a finales de 2018 para instalarse con su familia, es un asesor que cuenta en su currículum el haber asesorado a dos presidentes brasileños, Lula da Silva y Dilma Rousseff. Una ejecutoria que, sin duda, en el espectro ideológico de la izquierda en el que siempre se ha movido, hubiera embellecido notablemente con un alto puesto en el Gobierno de España, la cuarta economía de la Unión Europea (UE). Mucho más, sin duda, que con un puesto de segunda fila en la administración argentina.

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