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Sánchez cede a la exigencia de ERC y llamará a Torra para desbloquear la negociación

Tras recibir el encargo del Rey, fuentes socialistas explicaron que es una de las exigencias de ERC para cerrar un acuerdo.

Tras recibir el encargo del Rey, fuentes socialistas explicaron que es una de las exigencias de ERC para cerrar un acuerdo.
Pedro Sánchez, tras reunirse con el rey Felipe VI. | EFE

Tras varios meses de evasivas, llamadas perdidas y denuncias del presidente catalán, Quim Torra, porque Pedro Sánchez no le cogía el teléfono, el presidente del Gobierno en funciones y ya candidato a la investidura ha decidido poner fin a su particular bloqueo. Tras recibir el encargo del rey Felipe VI, Pedro Sánchez ha confirmado que el próximo lunes iniciará conversaciones con los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado e Inés Arrimadas, de forma simultánea a una nueva ronda de consultas con "todos los líderes" políticos.

Pero lo más relevante se anunció de forma camuflada: una ronda de llamadas a todos los presidentes autonómicos "para compartir con todos propuestas y soluciones que exigirán la cooperación de los gobiernos autonómicos. Hablaré con todos", dijo sin mencionar el presidente catalán, Quim Torra, que es a quien realmente se dirigía este mensaje.

Según fuentes socialistas, ERC ha puesto encima de la mesa la exigencia de que se inicie una fase de deshielo entre Pedro Sánchez y Quim Torra y se desbloqueen las conversaciones desde Moncloa. Esto es lo que este miércoles explicaban fuentes socialistas: "Más que los Presupuestos, esto es lo que se está negociando: incluir a Torra en la ecuación" y a JxCat en las conversaciones.

El escollo, explicaban estas fuentes, era encontrar el formato correcto porque esta inclusión supondría volver a la Cumbre de Pedralbes, que se dio en condiciones de igualdad entre el Gobierno central y el autonómico, pero al tiempo concederle un especial protagonismo a ERC en una mesa de partidos. Algo que le permitiría a los de ERC colgarse la medalla de haber conseguido recuperar la interlocución entre ambos gobiernos y lograr una "unidad de acción del independentismo" que le permitiría despojarse del sambenito de ser el botifler de la negociación.

"Discreción" con ERC

Su comparecencia fue, por tanto, un claro recado a los de ERC: acepto la apuesta y seguimos hablando. Único mensaje a considerar en una intervención de preguntas limitadas a apenas dos turnos y que Sánchez no quiso responder por "discreción" en la negociación. Se limitó a decir que "agradece a ERC" su disposición y a cumplir a rajatabla lo prometido en privado: "No voy a poner adjetivos a cómo van las negociaciones; las negociaciones deben ser discretas y los acuerdos públicos".

Tampoco quiso responder a la segunda y última pregunta, las exigencias de una mesa de diálogo institucional al margen de la comisión bilateral prevista en el estatut, y el instrumento que dará "cauce de expresión" a los intereses independentistas, que anunció el negociador y ministro, José Luis Ábalos. "Será un acuerdo amparado en el ámbito constitucional y será público".

Tiró de guión –asumo el encargo del Rey con honor, responsabilidad y enorme gratitud–, y se fue sin contestar al resto de preguntas de los medios de comunicación que, al inicio de la rueda de prensa, le manifestaron al presidente del Gobierno en funciones haber sido el único dirigente que limitaba las preguntas en sus comparecencias como viene haciendo desde que accedió a la Moncloa. Dicho y hecho, una vez más.

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