El blindado 8x8 es uno de los puntales de la modernización del Ejército de Tierra. Es el vehículo destinado a sustituir a los veteranos BMR que todavía se encuentran en servicio en las Fuerzas Armadas. El proyecto empezó hace casi una década y, o bien por circunstancias económicas o bien por circunstancias técnicas, la realidad es que se está enquistando y parece que no hay forma de que se pueda desarrollar sin sobresaltos.
El último ejemplo de esta carrera de obstáculos en la que vive inmerso el programa viene firmado en las últimas horas por el subdirector general de Adquisiciones de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, el coronel de Intendencia de la Armada Alfonso Torán Poggio, que ha rechazado la propuesta de Santa Bárbara Sistemas —empresa española que fue absorbida por la multinacional estadounidense General Dynamics— para la construcción de los mismos.
En una resolución a la que ha tenido acceso Libertad Digital, rechaza "la oferta presentada" y decide "declarar desierta la licitación del contrato suministro del primer tramo de producción de 348 vehículos de combate sobre ruedas 8X8 (VCR 8X8), tramitado por el procedimiento negociado sin publicidad, por no haberse presentado oferta admisible de acuerdo con los criterios establecidos en el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares y en el del Prescripciones Técnicas".
Esta resolución supone un importante tirón de orejas para Santa Bárbara Sistemas, que hoy por hoy es la designada definitiva para la construcción de estos vehículos —la cifra final que quiere adquirir Defensa alcanza casi el millar de unidades en varios contratos— en sus plantas de Trubia, Aranjuez, Alcalá de Guadaíra y Andoáin, pero que es incapaz de presentar una oferta en condiciones pese a que el contrato está hecho a la medida de su proyecto de vehículo blindado.
Exactamente, la resolución hecha pública por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa dice que "el alcance del suministro ofertado es inferior al requerido en el expediente dentro del Presupuesto Base de Licitación" y pone de manifiesto que "la oferta no acredita la aceptación sin condiciones de los requisitos del Pliego de Prescripciones Técnicas".
Pero aún hay más. Añade asimismo que "el Plan de Gestión de Ingeniería de Sistemas no cumple con lo requerido en el citado Pliego, desviándose de los plazos de ejecución requeridos, del número de prototipos y vehículos de serie y preserie y del orden de fabricación de las diferentes configuraciones para alcanzar la capacidad operativa inicial y la final requeridas".
Santa Bárbara Sistemas no perderá en ningún caso el contrato final porque el Ministerio de Defensa solo contempla su vehículo 8x8 como el modelo a adquirir por las Fuerzas Armadas por cuestiones de "seguridad nacional", pero pone de relieve las dificultades que la empresa está teniendo para sacarlo adelante. Algo que ya ha quedado de manifiesto con un contrato anterior al actual: el de la entrega de cinco demostradores del citado 8x8 al Ejército de Tierra.
Y es que la empresa debería haber entregado 5 demostradores —blindados 8x8 con las características técnicas de los que saldrán de la fabricación en serie— en julio de 2018 al Ejército de Tierra para que los efectivos de La Legión los probasen en su campo de maniobras de Almería. Los problemas y retrasos en la fabricación de los mismos hizo que la empresa pusiese una nueva fecha para la citada entrega: octubre de 2019. Pero tampoco cumplió con la misma.
La nueva fecha que se baraja ahora mismo para la entrega de estos demostradores podría ser mayo de 2020. El enfado de el Ministerio de Defensa es de tal calibre que no han dudado en abrir un expediente a la empresa y barajan imponer una multa de hasta 10.000 euros por cada día de retraso que siga acumulando la entrega de los demostradores, una opción que recoge el contrato firmado para esos 5 vehículos entre Santa Bárbara Sistemas y el departamento de Margarita Robles.