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Exaltación de Torra con el apoyo del PSC y sesión golpista en el 'Parlament'

Torra afirma que "ha llegado la hora de plantarnos; ya basta de tribunales" y los grupos separatistas vuelven a votar a favor de la autodeterminación.

Crispación en el Parlamento catalán. El separatismo ha convocado a sus huestes, que toman el parque de la Ciudadela al asalto sin que intervengan los Mossos d'Esquadra. Unas dos mil personas se plantan a las cinco de la tarde a las puertas de la cámara. El pleno extraordinario exigido por el todavía presidente de la Generalidad, Quim Torra, es una encerrona, una trampa para Ciudadanos y el PP y un peaje para que el PSC y los comunes, la versión catalana de Podemos, muestren su adhesión a Torra a cambio de salvar la abstención de ERC a la investidura de Pedro Sánchez.

Los separatistas convocados por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y los Comités de Defensa de la República (CDR) han forzado las puertas de la Ciudadela con la habitual impunidad de la que disfrutan en sus exhibiciones callejeras. La dirigente de Ciudadanos Lorena Roldán pregunta a Torra si tendrán que salir escoltados como el 6 y 7 de septiembre de 2017, cuando los grupos separatistas reventaron la legalidad en el parlamento catalán para aprobar las leyes de desconexión que debían regir en la república catalana.

El aire de la sesión extraordinaria remite a aquellos días. En la tribuna de invitados hacen acto de presencia los expresidentes del "Parlament" Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert, y el expresidente autonómico Artur Mas. Son habituales en los días "grandes", aquellas jornadas supuestamente "históricas" a las que tan afecto es el separatismo. Forman parte de la grada de animación del independentismo y aportan, aseguran, continuidad y peso institucionales.

Exaltación de Quim Torra. Los grupos nacionalistas dicen que están ahí para defender las instituciones, que la presidencia de la Generalidad no se toca, que hoy es Torra pero que mañana puede ser cualquiera (eso dice el mismo Torra), que no se puede tolerar este "golpe de Estado" contra las instituciones catalanas.

Arranca Torra con varias preguntas. Entre ellas si se puede establecer un diálogo y a la vez inhabilitar al interlocutor. España es una dictadura, dice. "Nadie se ha planteado un corte democrático. Se trata del Estado entero, del Rey a la Junta Electoral, del Supremo al Gobierno", continúa. Anuncia que no renunciará a ningún mecanismo de defensa contra la resolución de la Junta Electoral, pero que en ningún caso está dispuesto a acatar su inhabilitación. En paralelo exige al Gobierno que respete las decisiones de la justicia europea.

Mesa de negociación paralela

Recoge también la idea de su mentor Puigdemont de crear una mesa independentista para decir los contenidos a debatir en la mesa con el Gobierno y propone activar la asamblea de cargos electos. Mantiene el discurso de máximos en un reto dirigido al Estado y también a ERC. El titular principal es que "ha llegado la hora de plantarnos; ya basta de tribunales".

La portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán le recuerda sus bromas antes de comparecer en el juicio del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TJSC), aquel "chiste" sobre la ingesta de alubias y la producción de gases. También le refresca la memoria respecto a su autoinculpación, esa manera de sacar pecho en la sala del TSJC y despreciar a fiscales, jueces y tribunales.

El socialista Miquel Iceta y la podemita Jéssica Albiach ejecutan el ejercicio de adhesión a Torra sin problemas. Iceta dice que en su opinión la inhabilitación de Torra solo puede ser producto de una sentencia en firme, defiende el Estatut como norma marco y descalifica a la Junta Electoral, de la que dice que se tendría que haber inhibido. No es precisamente su mejor intervención parlamentaria. Salva el expediente, igual que Albiach, si bien la portavoz de los comunes se muestra más vehemente. La inhabilitación de Torra es, asegura, una "aberración jurídica".

El dirigente del PP Alejandro Fernández pondera lo difícil que era empeorar tras el paso por la presidencia de la Generalidad de Carles Puigdemont, pero felicita en tono irónico a Torra por haber conseguido un nuevo hito en la degradación del cargo y la institución. Comenta también la desaparición momentánea de la bandera de España el viernes por la noche en el palacio de la Generalidad y le echa en cara a Torra que "ni a un adolescente en la edad del pavo se le hubiera ocurrido".

Propuestas de resolución

Los portavoces de ERC, Marta Vilalta, y Junts per Catalunya (JxCat), Albert Batet, reiteran lo dicho sobre las cloacas del Estado, el supuesto ataque a la democracia, el "golpe de Estado" de la Junta Electoral, que solo el parlamento catalán puede cesar al presidente de la Generalidad y la presunta causa general contra el independentismo. Tales argumentos se recogen en una propuesta de resolución conjunta de JxCat, ERC y la CUP que exige el reconocimiento del derecho de autodeterminación, la amnistía de los golpistas y sostiene que el Rey vulnera su papel constitucional desde el discurso del 3 de octubre de 2017 y es "el principal valedor de la represión en Cataluña". Los grupos separatistas pretenden que comunes y socialistas se adhieran a esta propuesta. Los socialistas presentan una alternativa en la que sostienen que no se puede inhabilitar a Torra hasta que no haya una sentencia firme y que la figura del presidente autonómico solo puede ser regulada por el "Estatut". Los comunes también tienen propuesta y es un poco más dura que la de los socialistas. Consideran que la Junta Electoral se ha extralimitado y que su resolución vulnera el "Estatut".

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