Pablo Casado y José María Aznar han sumado fuerzas este martes para denunciar la relación del Gobierno de Pedro Sánchez con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro. Tras la polémica que ha salpicado al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que se reunió en el Aeropuerto de Barajas con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el presidente del PP ha señalado que "el régimen narcodictatorial de Chávez" tiene "agarrado por la solapa" a este Ejecutivo".
Para Casado, "que el régimen venezolano reciba los parabienes de este Gobierno sólo tiene una explicación" y es que Podemos, que fue quien "le dio el Gobierno a Pedro Sánchez", debe "su fundación, su financiación y existencia a régimen dictatorial de Chávez y Maduro".
"Por mucho que se tape y por mucho que manden a Ábalos al aeropuerto para que no vaya Iglesias, siempre el régimen narcodictatorial de Venezuela tendrá agarrado de la solapa, por decirlo en términos educados, a parte del Gobierno de España", ha sentenciado Casado durante un coloquio en la Universidad Francisco de Vitoria.
Explicaciones a Zapatero
Casado también ha aprovechado para cargar contra el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y sus "40 viajes a Venezuela". El líder del PP ha pedido explicaciones al socialista sobre "los beneficios para Venezuela o para sí mismo" de estos desplazamientos, "pues también parte del PSOE depende de un Régimen dictatorial y eso es algo gravísimo". "Jamás había habido un Gobierno en España que dependiera de un Régimen dictatorial como es el venezolano", ha insistido el líder del PP.
Por su parte, Aznar también ha explicado que le "llenó de vergüenza lo ocurrido esta semana con el presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó. Menos mal que el PP lo ha salvado un poco", ha sentenciado.
Para el expresidente del Gobierno, que España haya suprimido la secretaría de Estado de Iberoamérica, como se ha sabido este martes, "es increíble" y le ha puesto "colorado" ante autoridades como el expresidente colombiano Andrés Pastrana.
"La debilidad se huele y los otros partidos huelen sangre. El problema que tenemos es de soberanía y de la capacidad de preservar nuestros límites territoriales exteriores y la propia cohesión territorial interior", ha finalizado Casado.