A la emergencia sanitaria que asola a un país abocado a una crisis sanitaria y económica por el coronavirus se le suma ahora la emergencia política de un Gobierno que ha declarado el estado de alarma pero cuya aprobación jurídica se retrasa ante las fuertes discrepancias de las dos facciones partidistas del Ejecutivo. Desde hace más de 24 horas, PSOE y Podemos se hallan inmersos en fuertes discusiones políticas sobre las "escasas medidas económicas" que ha aprobado el Gobierno para atender a familias, trabajadores y pequeños empresarios.
Atendiendo al enfado con el que patronal y sindicatos salieron de Moncloa el jueves por la tarde tras su reunión con el presidente, Pedro Sánchez, posterior al Consejo de Ministros Extraordinario que aprobó el plan de choque sobre el coronavirus, el vicepresidente Pablo Iglesias se ha visto "obligado", según las fuentes gubernamentales consultadas por Libertad Digital, a saltarse la cuarentena sanitaria impuesto por los servicios médicos por convivir con una infectada, la ministra de Igualdad Irene Montero, para pelear por la adopción de medidas más ambiciosas de apoyo a los colectivos desfavorables.
Las discrepancias comenzaron este viernes en la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos que concluyó sin acuerdo ante la exigencia de Podemos de plantear alguna medida de apoyo a familias y autónomos que han de pagar sus alquileres sin percibir ingresos por el cese de su actividad por el confinamiento por la expansión del virus. Argumento de Pablo Iglesias y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al que se opone el presidente Pedro Sánchez y al área económica del Ejecutivo a cuya cabeza se sitúa la vicepresidenta, Nadia Calviño, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Desde la cuota socialista temen la magnitud de la crisis que se avecina, con cierres de empresas y miles de despidos que van a descuadrar de manera rotunda las previsiones económicas y exigir de una actuación imprevista de los poderes públicos. Algo ante lo que exige prudencia y esperar a conocer la dimensión del problema, lo cual no es suficiente para Iglesias y los suyos.
Las fricciones son tales que el Consejo de Ministros ha tenido que sufrir un receso a las 14:49, 49 minutos después de la hora en la que estaba prevista la comparecencia del presidente Pedro Sánchez ante la prensa de forma telemática. Desde la secretaria de comunicación del Gobierno se han visto obligados a cambiar la agenda. Primero con la comparecencia: "El presidente comparecerá a lo largo de la tarde. No hay hora definida en este momento". Y segundo, con la videoconferencia que iba a tener lugar con los presidentes autonómicos desde Moncloa a las 17:00 y que se ha pospuesto hasta las 10:30 horas del domingo.
La única información que llega desde Moncloa a estas horas es que "el Consejo de Ministros sigue" así como las tensiones entre Iglesias y Sánchez y no hay visos de momento de que vaya a concluir en el corto plazo. Moncloa mantiene la previsión de la comparecencia de Sánchez este sábado.