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Coronavirus: Sánchez asume el "control absoluto", deja sin competencias a las CCAA y a Iglesias sin funciones

Fuentes de Moncloa sacan pecho de la aprobación de un decreto que deja la cadena de mando en manos de "los ministros socialistas" y orilla a Podemos.

Fuentes de Moncloa sacan pecho de la aprobación de un decreto que deja la cadena de mando en manos de "los ministros socialistas" y orilla a Podemos.

No era comprensible en un primer momento el estado de satisfacción y euforia del gabinete de Pedro Sánchez tras cerrar el borrador del decreto del estado de alarma después de estar "toda la noche trabajando". Las fuentes gubernamentales consultadas por Libertad Digital hablaban de un "poder absoluto" que atisbaban las medidas adelantadas por este periódico pero en el que lo fundamental estriba en que en la redacción, y en su posterior gestión, no hay sombra de Podemos ni de su vicepresidente Pablo Iglesias.

Bajo esa clave, compareció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez desde Moncloa: "A partir de ahora, la única autoridad es el Gobierno de España", solemnizó el jefe del Ejecutivo español tras anunciar que el Gobierno central asume de forma temporal todas las competencias sanitarias transferidas a las Comunidades Autónomas y de seguridad delegando en el Ministerio del interior la coordinación de un mando único de seguridad.

Sánchez comparecía tres horas después de que concluyera un Consejo de Ministros extraordinario que se prolongó durante siete horas por las discrepancias en el seno del Gobierno entre PSOE y Podemos, para dejar claro que la "autoridad competente" recae en él personalmente y en otros cuatro ministerios: el de Interior, Fernando Grande-Marlaska; el de Sanidad, Salvador Illa; la de Defensa, Margarita Robles y el de Transportes, José Luis Ábalos.

"Todo el poder a ministros serios y del PSOE. Hemos ganado", proclamaba pletórico un alto cargo del Gobierno a Libertad Digital tras una jornada frenética de fuertes tensiones a puerta cerrada entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez en la batalla por el reparto de la cuota de poder en el seno del Consejo de Ministros. Podemos reclamaba su cuota de protagonismo y filtraba sus supuestas discrepancias en que no se adoptaran las medidas económicas de ayuda a familias, trabajadores autónomos y pequeños empresarios que se han comprometido para el Consejo de Ministros del martes que viene.

Una semana después de los enfrentamientos a calzón quitado ante los medios de comunicación por la Ley de Libertad Sexual, de acusaciones de "machotes" y "machistas frustrados" a miembros del gabinete de ministros, Podemos se queda fuera de la gestión de un momento histórico en la historia de España: el segundo estado de alarma decretado en nuestro país. Pero la magnitud de la victoria fue tal que Sánchez mostró clemencia con Iglesias en su comparecencia pública al rebajar la batalla a un debate "enriquecedor, intenso y sosegado en el que todos hemos aportado".

Una batalla por el poder que "obligaba" a Iglesias a saltarse la cuarentena ante el enfado de Moncloa por "poner en riesgo a todo el Consejo de Ministros" —con más de 6.000 infectados y 180 muertes por la pandemia del coronavirus—, que obligó a retrasar hasta cuatro veces la comparecencia de Pedro Sánchez prevista inicialmente para las 14:00 horas y que se pospuso a "lo largo de la tarde" para concretar más tarde "a las 20" y después a las 20:30". Al filo de las 21:00 horas apareció Sánchez finalmente para anunciar las "medidas drásticas que tendrán consecuencias" adelantadas por fuentes de Moncloa a este periódico: "No se cierra Madrid, se cierra España".

Medidas desde la limitación de la circulación de personas por la vía pública salvo en determinadas circunstancias de fuerza mayor (abastecimiento de alimentos, productos farmacéuticos o visitas al médico); cierre de todos los comercios que no sean imprescindibles —con la llamativa excepción de peluquerías y tintorerías—, y movilización del Ejército para que la cuarentena de todo un país de aquí a los próximos quince días se haga efectiva. Las dudas sobre las posibles sanciones las resolvieron bien avanzado la noche a través de fuentes de Moncloa: las establecidas en la Ley de 1981 que desarrolló el estado de alarma. "No hemos sido muy innovadores", defiende el Gobierno que no cree que haga falta llegar a ése extremo porque confía en que el confinamiento voluntario de los españoles permita atajar la expansión del virus y, como claman las redes, #FrenarLaCurva.

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