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El caos se apodera del Gobierno: Sánchez permite a Podemos "arrasar" en la negociación

Iglesias 1-Calviño 0. Es la segunda batalla que pierde la vicepresidenta económica que habría amagado con dimitir. "La coalición ha muerto".

Iglesias 1-Calviño 0. Es la segunda batalla que pierde la vicepresidenta económica que habría amagado con dimitir. "La coalición ha muerto".
Imagen del Consejo de Ministros celebrado este domingo. | EFE

Comienza a ser una costumbre en este Gobierno que las decisiones que toma el Consejo de Ministros no se aprueben en la reunión del órgano colegiado sino que sigue vivo varias horas, abierto a modificaciones vía whatsapp y moratorias televisivas, disparando la inseguridad jurídica. Ocurrió con la Ley de Libertad Sexual y ahora ocurre con el nuevo decreto del "permiso retribuido recuperable" para reducir la movilidad de la ciudadanía ante el COVID-19.

El "ámbito subjetivo" del decreto

La norma entraba en vigor a las 00:00 de este lunes 30 de marzo y varias horas después se desconoce que sectores se ven afectados ante el alto grado de ambigüedad en la redacción legislativa siguiendo las peores prácticas de calidad regulatoria. De hecho, el Gobierno rectifica hasta en las propias rectificaciones. Minutos antes de la entrada en vigor, a las 23:00 horas del domingo 29, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció en La Sexta "una moratoria para que algunas actividades se paralicen paulatinamente". Cuando se publicaba el decreto minutos después, la moratoria no existía. En su lugar se recogían 24 horas de margen para "aquellos casos que resulte imposible interrumpir de modo inmediato la actividad".

La disposición transitoria primera incluso establece que "las personas trabajadoras incluidas en el ámbito subjetivo de este real decreto ley podrán prestar servicios el lunes 30 de marzo con el único propósito de llevar a cabo las tareas imprescindibles para poder hacer efectivo el permiso retribuido recuperable sin perjudicar de manera irremediable o desproporcionada la reanudación de la actividad empresarial".

Iglesias 1: Calviño 0

El caos y la incapacidad se han instalado en un Gobierno en el que Pedro Sánchez aparece "saturado" y delegando el cuadro de mando. Según las fuentes gubernamentales consultadas, quienes habían tomado los mandos en las últimas semanas era el tridente Iván Redondo-Nadia Calviño-María Jesús Montero. El jefe de gabinete del presidente dirigía la mesa de operaciones ante los consejos médicos de la portavoz y económicos de la vicepresidenta. Pero este cuadro de mando ha saltado por los aires.

Los enfrentamientos que comenzaron el sábado 12 de marzo en el Consejo de Ministros de siete horas que decretó el estado de alarma han culminado con un claro ganador: el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. "Podemos arrasa" en sus reivindicaciones sobre el parón de la industria que ya había reclamado que fuera "más restrictiva" en el debate parlamentario del miércoles en el Congreso. Su criterio se ha hecho valer y su poder "se ha impuesto" en Moncloa. Y lo volverá a hacer este martes en un nuevo Consejo de Ministros que alumbrará las medidas de apoyo a los alquileres.

El cabreo de Calviño

Fuentes gubernamentales explican que el enfado de la número cuatro del Gobierno es "enorme". La vicepresidenta económica era reticente a la declaración del estado de alarma que finalmente se aprobó por el coste que tendrá en las arcas públicas. Este nuevo decreto que exige la parada de la industria sin apenas excepciones son palabras mayores para Calviño que, según las fuentes consultadas por este periódico "ha amagado con dimitir".

Unos rumores que ya se produjeron con la declaración del estado de alarma pero que ahora suenan con más fuerza. En Economía no lo desmienten. Se limitan a afirmar que la vicepresidenta "esta trabajando" en el decreto que va este martes al Consejo de Ministros. Y añade su entorno: "Deben ser las ganas de algunos", en referencia a Podemos.

En el entorno del presidente no niegan que Iglesias se haya impuesto pero aseguran que, de ser así, es porque lo permite Pedro Sánchez. "Eso lo ha decidido el presidente, no Podemos" y lo ha hecho "después de escuchar a mucha gente". Pero la realidad es que a estas alturas, muchos ven a Sánchez como un boxeador "sonado", tocado por los golpes constantes, día tras día, e inmerso en una lucha de poder difícilmente superable. Lo que relataba hace una semana una fuente gubernamental —"la coalición ha muerto" se queda corto. El caos se ha apoderado de todo el Gobierno y sus 23 carteras.

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