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Pasmo e indignación ante la "coreografía" de Sánchez y Lastra para insultar a media España

Lo de Sánchez y Lastra ayer en el Congreso pidiendo apoyo al PP entre un aluvión de insultos y sin ninguna autocrítica nos ha dejado a todos atónitos.

El Mundo

"Sánchez desafía a Casado y le exige apoyo entre insultos". De no creer, lo que vimos ayer fue de no creer, menudo hijo de ¡piiiiiiiii!. Seguidamente, la portacoz (Federico, hoy te lo robo) del PSOE "llama a Casado ‘indigno’, ‘desleal’ e ‘incompetente'". Debe ser un lastre llevar 15.000 muertos en tu conciencia, ¿verdad Lastra?

Dice el editorial que "vivimos unas circunstancias políticas tan excepcionales como kafkianas, no ya solo por las consecuencias derivadas del estado de alarma sino también porque el Gobierno se apoya en los partidos constitucionalistas de la oposición a los que, sin embargo, insulta, mientras ve cómo le dejan en la estacada los separatistas que le llevaron a la Moncloa". Insólito.

"Lo vivido ayer en el Hemiciclo", el repugnante discurso de Lastra y la actitud farisaica de Sánchez "confirma que sería una temeridad" que la oposición "siga extendiendo cheques en blanco a un presidente sobrepasado, sin estrategia y sin voluntad real de favorecer la unidad nacional".

Tuvo la cara dura, Sánchez de llamar a la "unidad". "Pero la pose de mano tendida fue de inmediato acompañada por una pasmosa coreografía al alimón entre el mismo Sánchez y la portavoz socialista Adriana Lastra ensayada para arremeter duramente contra la oposición". Asqueroso, vomitivo, la tipeja y el matón Sánchez se retrataron a sí mismos.

" ¿A qué acuerdos se puede llegar así? Sin enmienda a la totalidad, este Gobierno no merece que la oposición le siga sirviendo de coartada". El ultra que habita en la Moncloa es un tiparraco de cuidado y el PP debería romper toda relación con él, tanto personal como institucional. Esto es una guerra, sin armas, pero una guerra.

Federico Jiménez Losantos reprocha a la oposición que lo que le dieron a este gobierno "patán, embustero y el zafio mentiroso" fue un "cheque en rojo" que liquidará la economía y la libertad. "Casado hizo un discurso bueno, desmentido por el voto favorable al gobierno. La respuesta fue reeditar el cerco a las sedes del PP el 13-M culpando al PP de los muertos". Casado no entiende que tiene hienas enfrente y no se puede comportar como un lindo gatito.

Jorge Bustos no esta de acuerdo. Dice que esperaba equivocarse y encontrarse con un respetable presidente del Gobierno. "Pero un perro loco no es un oso amoroso ni lo puede ser". Léase rabioso. "Ya sé que ni 50.000 muertos y siete millones de parados serán suficiente para cambiar a Sánchez". "Todas sus energías se concentrarán en machacar a la oposición" con un discurso de odio feroz, agresivo y asqueroso. Bustos responde a Casado que ayer le preguntó al chulo playa de la Moncloa que qué es lo que quiere de él. Lo que quiere, dice, es que "su desprecio os vuelva imposible el apoyo para correr a señalaros como los culpables del hundimiento en cuanto se lo retiréis". Pero Bustos, ya les han señalado pese a que les han aprobado todos los decretos. Sin embargo, el jefe de opinión de El Mundo recomienda que no lo hagan, "porque a un tipo como Sánchez solo le derrota que le perdonen", "asfixiándolo de amor. Aunque entiendo la repugnancia". Pides demasiado, Bustos.

El País

"Sánchez apela a un pacto de estado pese al rechazo de la oposición". Así, por la cara. Es más, dice que el individuo de Moncloa "trató de buscar en todo momento un tono de concordia", pero "el líder del PP rechazó en duros términos el acuerdo y acusó al presidente de mentir". Es que mintió, es lo único que ha hecho este tahúr en toda su vida política. Y claro, "Lastra le respondió con similar dureza". No, Lastra llevaba preparado un discurso de odio y escupió en la cara de la mitad de los españoles.

Cue se empeña en hacernos creer que es el PP el que no quiere un pacto y que el PSOE lo está deseando. "No se fía de Sánchez y no quiere acercarse a él porque le traicionara". Hombre, razones tiene, si te acercas a una serpiente corres el riesgo de que te muerda. Y menciona la sentencia de Lastra en su nauseabundo discurso. "Señor Casado, ese error le perseguirá toda su vida. El pueblo español no se lo va a perdonar". Creo que esta tía estaba hablando de sí misma.

ABC

"Sánchez alardea de gestión con la peor tasa de mortalidad del mundo". "Convoca una reunión para sus pseudo pactos que el PP rechaza porque ha dinamitado todos los puentes con sus insultos". Que es lo que buscaba. Como dice el editorial, "el propio Sánchez fue quien se puso ayer en evidencia al dejar entrever que ni él mismo se cree su oferta". "Él no quiere ningún pacto" y se lo dejó muy claro a Casado insultándole sin medida no fuera a ser que al final aceptara el pacto.

Luis Ventoso los llama los "pactos de la Jeta". "Es de una jeta de acero inoxidable demandar unidad y respaldo a unos partidos a los que hasta ahora has cercado con un cordón sanitario. Es de una jeta de hormigón armado ponerse sensiblero y trascendente para pedir apoyo al PP en la misma sesión en que tu portavoz Adriana Lastra llama a Casado "desleal", "incompetente", "indigno" e "irresponsable, además de fabricar bulos, mentiras y odio". ¡Pero si ha apoyado todos los decretos sin rechistar y sin que se le informara previamente! ¿Se puede ser más miserable? Aquí el único odio que percibimos los españoles fue el que rezumaba Lastra por todos los poros de su piel, más incluso que Pablo Iglesias.

Carlos Herrera lo tiene claro. "De ese enorme embustero, de Pedro Sánchez, nadie en su sano juicio se puede fiar. Es un enfermo de la peor ambición", un psicópata peligroso. Todos fuimos ayer testigos. La izquierda no lo reconocerá, pero lo sabe.

La Razón

"Sánchez se queda solo". "Prorroga el estado de alarma con menos apoyos y entre las criticas de sus socios". No lo veo, Marhuenda, a la hora de la verdad votarán lo que Sánchez quiera. Dice el editorial que "nada justifica el duro ataque a los partidos del centro derecha, que fue ciertamente insultante, en lo que se refiere a la intervención de Lastra. Que la razonable demanda de explicaciones y la denuncia de los errores cometidos, algunos tan evidentes que producen sonrojo, se despachara displicentemente con acusaciones de deslealtad, completa el cuadro, ya conocido, de la búsqueda de la confrontación ideológica". Como siempre, vaya.

Juan Luis Carrasco dice que a Casado "se le quedó esa cara entre incrédulo e indignado". A todos. "Pedro Sánchez sacó pecho y presumió de su gestión admirada en Europa", alucinante. Y enarboló unos pactos "tras recetar a la oposición un lavativa de insultos con la colaboración de su entregada ama de llaves parlamentaria". Qué gentuza.

Antonio Martín Beaumont tiene claro que "el PSOE sanchista no quiere renunciar a su coalición con Pablo Iglesias", "bastó con escuchar el discurso de la pirómana Lastra para comprobar" de qué pie cojea este gobierno indecente. Lo que quieren es "diluir entre todos sus negligencias. Apartar el foco de un Gobierno cada vez más en entredicho". Pues va a ser que no. Cada palo que aguante su vela. Y menos con esas formas de macarra de discoteca que se gasta el gobierno.

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