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Begoña Villacís: "Me extraña que nos haya llamado el Rey y Sánchez no"

La vicealcaldesa de Madrid asegura que el Ayuntamiento ya trabaja en un "plan B" de desconfinamiento por si no les convence el del Gobierno.

La vicealcaldesa de Madrid asegura que el Ayuntamiento ya trabaja en un "plan B" de desconfinamiento por si no les convence el del Gobierno.

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Madrid, 1977) atiende a Libertad Digital desde su domicilio, y reconoce con una sonrisa que al menos el confinamiento por el Covid-19 le está dando "la oportunidad de ver a mis hijas, y a mi bebé, y eso es bonito". La más pequeña de las tres nació en mayo pasado, en plena campaña electoral, antes de que Villacís se convirtiera, como número dos de la capital de España, en una de las dirigentes de Ciudadanos con mayor responsabilidad institucional de toda la historia del partido naranja. También reflexiona sobre las "cenas con amigos postergadas" y sobre las cosas que "dábamos por hecho y ahora las estamos echando de menos, porque es la primer vez que perdemos libertades, en democracia".

Como prueba esta entrevista, parece que el teletrabajo es una revolución que se puede acelerar en esta crisis. Ciudadanos lleva años planteando esta cuestión.

La gran diferencia entre Ciudadanos y otros partidos más clásicos es que el 100% de nosotros viene de la sociedad civil. Eso es algo que te enseña mucho, sobre todo a afrontar situaciones como las actuales. Yo creo que no hay mejor aprendizaje para ser político hoy en día que haber vivido la crisis de 2008 en una empresa privada. Esa experiencia la echo en falta en muchos de los políticos que están hoy representados en el Congreso. Esa es, por ejemplo, la experiencia que tiene Inés Arrimadas o que tengo yo. Eso te enseña en la vida bastante.

Yo en mi vida profesional pasada llevé a cabo proyectos de teletrabajo, no es algo de lo que hablo, sino que he hecho, y los promuevo en el Ayuntamiento de Madrid. Eso va a ser una realidad buena en muchos sentidos, a nivel medioambiental pero también a nivel conciliación. Yo digo que he tenido conversaciones más interesantes con mis hijas en los últimos días que en los últimos meses.

¿Cómo se plantea la desescalada el Ayuntamiento de Madrid?

Es una decisión del Gobierno central, pero yo creo que el Gobierno central debería ser mucho más dialogante de lo que es. A mí me extraña que nos haya llamado antes el Rey que el señor Sánchez, que no nos ha llamado. El Rey nos ha llamado para informarse, sobre todo, y yo creo que eso demuestra el trabajo que a día de hoy está haciendo. Se mantiene absolutamente pegado a la actualidad y sobre todo mostrando interés por todas y cada una de las instituciones y sobre todo siendo consciente de que la ciudad de Madrid es de las ciudades más afectadas de todo el mundo. Estamos echando en falta una llamada de Sánchez, creo que debería buscar información de las instituciones que estamos más pegadas a la realidad social, que somos el Ayuntamiento de Madrid.

A mí me gustaría decirle a Sánchez que en el último mes hemos tenido que atender treinta y cuatro mil peticiones de ayuda a familias para alimentación, mientras que el año pasado fueron treinta y cinco mil en todo el año; a mí me gustaría decirle a Sánchez que según nuestras previsiones vamos a perder ciento ocho mil empleos solo con dos meses de confinamiento; me gustaría decirle a Sánchez que según las prospecciones que nosotros estamos haciendo las familias que van a ser demandantes de ayudas o dependientes de la administración autonómica o municipal van a ser tres veces más… Me gustaría decirle a Sánchez todo eso. Que lo que dijo el otro día la ministra de Trabajo sobre mantener la hostelería cerrada hasta diciembre es insostenible. Porque cuando llegue diciembre, el día que acabe el confinamiento, vamos a pasear por una calle en Madrid donde va a haber más persianas cerradas que abiertas, porque no hay nadie que las pueda sostener. Porque aunque ellos quieran estigmatizar a las empresas, la realidad de las empresas, en Madrid y en España, es que son empresas pequeñas, peluquería, talleres, bares, restaurantes, cafeterías, tiendas pequeñas de barrio, droguerías… Esa es la realidad de las empresas. No pueden aguantar tanto tiempo cerradas.

Así que cuando Sánchez salga con su plan de desconfinamiento, si a nosotros nos parece que eso es incompatible con la actividad económica, incompatible con que Madrid remonte, nosotros vamos a presentar un plan B, en el que ya estamos trabajando. Para hacer ese plan B he creado un comité de expertos que me están asistiendo, porque no vamos a proponer nada que la gente pueda decir que están mandando servidumbres ideológicas. Lo que vamos a hacer es lo que técnica y prácticamente tengamos que hacer en la ciudad Madrid.

Esto puede sorprender más si se tiene en cuenta que Sánchez fue concejal de ese ayuntamiento, en los inicios de su carrera política, en la que no en vano es su ciudad natal.

Fue concejal de Economía en la oposición y además también fue concejal de distrito, de Fuencarral-El Pardo, si mal no recuerdo. Hizo sus primeros pinitos en política, no sé si sus primeros, porque creo que lleva mucho tiempo en política. Se esperaría más sensibilidad con respecto a la ciudad de Madrid, sobre todo porque ahora mismo la política, hemos pasado por el siglo de los imperios, por el siglo de los reinados, de los estados y ahora mismo es el siglo de las ciudades. Las políticas más efectivas para cambiar la calidad de vida de las personas, que más influyen en la vida directa de las personas son las políticas locales. Si yo ahora digo que estamos teniendo que llegar, en el último mes, a treinta y cuatro mil familias, la única institución que tiene capilaridad y facilidad para llegar a esas familias es un ayuntamiento. Entonces, yo cuando escucho todo eso del escudo social, de igualdad, de no dejar a nadie atrás, a mí me gustaría decirles: ya, pero es que los que lo estamos haciendo somos nosotros. Entonces, por favor, en primer lugar, tener la consideración que debéis tener con el Ayuntamiento de de Madrid, y con la ciudad de Madrid.

Y luego una cosa, el PSOE en la oposición pedía cambiar la regla de gasto de Montoro [Cristóbal] para que el superávit se pudiese gastar, bueno pues eso es lo que nosotros estamos pidiendo ahora. A día de hoy nosotros tenemos un superávit de cuatrocientos veinte millones de euros, que se está dedicando a amortizar anticipadamente deuda, como es anticipandamente, por los intereses nos está resultando muy caro. Nosotros necesitamos ahora mismo ese dinero, para tres objetivos. La emergencia sanitaria se está tratando ahora mismo, pero tenemos que hacer frente a dos emergencias, la económica y la social. El objetivo que nos hemos puesto como Ayuntamiento es que las empresas, como puedan, pero sobrevivan. Aunque sean más pequeñas, aunque tengan menos puestos de trabajo, aunque no tengan beneficios sino que tengan pérdidas. Pero tenemos que conseguir que aguanten. ¿Cómo lo vamos a hacer? Bajándoles los impuestos, que fuimos la primera institución que presentó un plan de bajada de impuestos. Sesenta y tres millones de euros, más moratorias en los pagos, lógicamente. Segundo, con un plan de ayudas, sobre todo al comercio y la hostelería, que según nuestros estudios son los sectores más afectados, y es fundamental. Y tercero: con avales.

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Begoña Villacís, durante una entrevista con Libertad Digital. | David Alonso.

Porque los que sí pasamos la crisis económica en la empresa privada sabemos que lo que necesitan las empresas es liquidez, para poder mantener su negocio. Así que nosotros vamos a tratar de canalizar, a través de Avalmadrid, todo ese dinero para que le llegue a las empresas, pero para eso necesitamos disponer de ese dinero y necesitamos disponer de ese superávit. Lo estamos pidiendo nosotros, que somos de PP y Ciudadanos, pero es que lo está pidiendo el alcalde de Sevilla, el señor Espadas [Juan] que es del Partido Socialista, Abel Caballero [alcalde de Vigo] que también es socialista, la Federación de Municipios y Provincias de Madrid, que también es socialista, lo están pidiendo los de Podemos, lo están pidiendo todos los alcaldes, con independencia del color. Así que lo hemos pedido ya muchas veces, pero no tenemos contestación.

A nadie se le escapa cómo se ha revalorizado políticamente la figura del alcalde de Madrid, José Luis Martinez Almeida, en esta crisis. Recibe muchos elogios, algunos tan significados como el del presidente Felipe González.

Yo creo que la figura del alcalde Almeida fue, inicialmente, muy caricaturizada por sectores [titubea en busca de la palabra] pues muy sectarios, la verdad. Yo creo que al final el sentido común se acaba imponiendo. Yo creo que cuando gobiernas con sentido común, con sensatez, sin sectarismos, con la vocación de incorporar, pues realmente ser prácticos y hacer cosas con sentido común, eso se acaba valorando, y también la capacidad de pacto que estamos teniendo. Ser capaces de incorporar al Gobierno a la oposición, acercándoles. Hacer cosas como las que estamos haciendo, que prácticamente no se está haciendo en ninguna ciudad. Tener reuniones con los portavoces de la oposición cada cuatro días para informarles de todas las cosas o hablar como hablo yo con ellos para solucionar cuestiones.

Yo ponía un ejemplo el otro día, en el pleno del Ayuntamiento de Madrid, que me parece muy elocuente. Y es que un día Marta Higueras me llamó porque detectó que había una señora que necesitaba un cambio de sonda. Yo soy de Ciudadanos, Marta Higueras es de Más Madrid, yo lo que hice a continuación es llamar a Inmaculada Sanz, que es del PP, que es la Delegada de Seguridad y Emergencias, para que mandase el Samur a casa de esta señora. Así que tres partidos trabajando para que una señora en Madrid pudiera tener un cambio de sonda. Para mí es el reflejo de lo que estamos haciendo en Madrid, que ojalá ocurriese así en todo el mundo.

Se ha hecho viral el debate en el pleno el otro día entre el alcalde y Rita Maestre, la representante de Más Madrid. Es algo que por una lado o por otro no ocurre a nivel nacional, estamos viendo debates en el Congreso de los Diputados muy broncos.

Yo creo que es más fácil que eso ocurra en sitios donde el centro es fuerte. En Madrid el centro es fuerte y no es casual el ambiente, porque se producen conexiones, que deberían ser muy naturales. También tiene que ver con la política local, tiene que ver con las personas, pero cala la existencia de un centro fuerte. Cuando menos fuerte es el centro menos posibilidades de pacto hay en una institución, eso es un hecho. Es directamente proporcional, es que es así. De hecho en el Ayuntamiento, cuando yo hablé, hablé de pacto, el tema es que a Ciudadanos se nos presume el pacto. Llama más la atención cuando a partidos a los que no se les presume el pacto se suman al pacto. Ahora mismo se está diciendo mucho que en el Congreso no hay esa voluntariedad de llegar a un pacto. Eso no es verdad. Hay un partido, que es Ciudadanos, que lo está defendiendo. Es verdad que a veces se le da más importancia a la voz de ERC, a lo que diga el señor Rufián [Gabriel] que a los que sensatamente estamos poniendo encima de la mesa lo que quieren todos los ciudadanos que es sentido común y que la gente piense más en su país y menos en su partido. Pero hay un partido que está defendiendo el pacto, que está mostrándose con la altura de Estado que este momento requiere.

Se nos está pidiendo algo excepcional. Para nosotros confiar en este Gobierno, que evidentemente no voy a decir que confiamos, pero yo creo que es necesario que lleguemos a un punto en común todos los partidos políticos, porque vamos a vivir momentos muy duros. Yo creo que no hay que engañar a la gente. La sociedad es suficientemente mayor y madura para saber a lo que nos estamos enfrentando. Se requiere de nosotros una responsabilidad altísima, y yo creo que Inés Arrimadas está haciendo lo que los ciudadanos españoles quieren que ocurra en el Congreso.

En cuanto al plan de la desescalada infantil, son evidentes las rectificaciones del Gobierno sobre ello, que han sido reconocidas por el propio Pablo Iglesias.

Voy a decir cómo lo he visto como política, cómo lo he visto como espectadora, y cómo lo he visto como afectada. Como política yo creo que no podemos dar esa imagen de imprevisión. Nosotros nos pasamos el día planificando, precisamente para no tener que hacer marchas atrás constantes, que es un poco lo que está pasando con el Gobierno. Eso en estos momentos no es bueno, porque la ciudadanía tiene una gran sensación de incertidumbre. Creo que hemos descubierto la incertidumbre con mayúsculas, y no estoy hablando de incertidumbres que este país siempre ha tenido, como la precariedad de los contratos, los alquileres y todo eso. No, la incertidumbre con mayúsculas, encontrarnos al borde de un acantilado y no saber qué viene después.

Entonces, la gente está muy preocupada, tiene una sensación de incertidumbre importante, tiene una sensación de inseguridad y tendríamos que tener un Gobierno que ofreciese exactamente lo contrario. Que nos diese confianza, que nos diese seguridad, que pudiésemos creer en él, que nos sintiésemos en buenas manos. Ahora ya hablo como afectada. Yo soy madre de una bebé de once meses, mi segunda hija tiene trece años y la mayor tiene catorce. El sábado [cuando Sánchez anunció la medida en una rueda de prensa en La Moncloa] iban a poder salir, en el siguiente anuncio la única que iba a poder salir era mi bebé, pero la de trece y la de catorce no iban a poder salir; al día siguiente lo que pasó es que ya iban a poder salir las tres pero solo a supermercados y bancos. Que es como, no, no hace falta que tú me lo aconsejes, es que no la llevo yo, porque no quiero que se contagie. Y ya lo último es que van a salir a un kilómetro, y esto en el espacio de una semana. Y digo yo que madres como yo y padres como yo hay muchos en España que ahora mismo tienen razones para pensar que este Gobierno está improvisando.

Y luego ya las noticias que te llegan de si habían hablado con expertos o no habían hablado con expertos. Normal que la gente se sienta desorientada. Deberían hacer lo posible por trabajar más las cosas, y planificar un poco más. Es lo que estamos haciendo en el Ayuntamiento de Madrid, estamos trabajando a meses vista. Ya hemos hecho prospecciones a nivel social para saber a qué mundo nos dirigimos, ya hemos hecho prospecciones a nivel económico para saber a qué mundo nos dirigimos. Ahora estamos pensando a nivel ciudad para ver cómo hacemos el desconfinamiento y hacerlo compatible con la vida económica, porque si no, no va a haber empleo en este país, parece que a nadie le importa eso. Fallos podemos cometer todos, y creo que hay que ser comprensivos porque estas crisis no vienen con un manual de instrucciones. Yo soy bastante comprensiva. Pero no puede ser que el error sea la constante y el acierto la excepción, y eso es lo que está ocurriendo.

Hace un mes, en una entrevista en esRadio, denunció que el Gobierno ponía "buenas palabras" pero no daba ayuda de material. Es uno de los grandes caballos de batalla de esta crisis.

¿Sabe que a día de hoy no nos ha llegado?

Cuando ya se cumple más de un mes del estado de alarma.

Nos llegaron mascarillas para repartir a la población, en un momento dado, pero para los empleados del Ayuntamiento de Madrid seguimos sin haber recibido nada. Llegado un momento, a pesar de que existía el peligro de que nos confiscasen las mascarillas, puesto que había un mando único de Sanidad, nos tomamos la libertad de hacer las compras nosotros mismos. A día de hoy tenemos suficientes equipos de protección individual para todo el Ayuntamiento, tenemos los suficientes test para todo el Ayuntamiento y a día de hoy no hemos tenido ni una sola partida defectuosa.

Todo lo que hemos comprado nos lo han servido a satisfacción, con todos los certificados y no hemos tenido ninguna compra irregular. E insisto, tenemos suficiente para toda la plantilla. Digo yo que este trabajo, disponiendo del poder que tiene una nación como España, se podía haber hecho algo mejor también.

Un debate que se está planteando es hasta qué punto tiene sentido que países desarrollados dependan de un solo proveedor, se llame China o se llame como sea, para tener material sanitario básico, no precisamente muy sofisticado. ¿Debe ser España autosuficiente?

¿Pero autosuficientes en qué? Aquí pongo un ejemplo. Nosotros en el Ayuntamiento de Madrid estamos trabajando para saber cuáles van a ser las mascarillas de dentro de un mes, que igual no van a ser las mascarillas sino las mamparas para la hostelería, o son las cámaras térmicas para establecer en determinados nódulos donde hay mucha confluencia de gente. No sabemos todavía a qué nos tenemos que anticipar, porque esa es la globalización. Lo que estamos aprendiendo, y lo que tenemos que aprender ahora mismo es el método de cómo abordar este tipo de cuestiones. De hecho nosotros estamos aprendiendo y escribiéndolo todo, para que los siguientes que les toque algo así tengan su manual de instrucciones. Ahora nos ha tocado una pandemia, puede que nos vuelva a tocar una pandemia. Nunca llegas a estar dimensionado para una crisis de esta magnitud, porque hay crisis que son imprevisibles. Pero lo siguiente puede ser un super ataque informático, por ejemplo. Y entonces nos preguntaremos por qué no teníamos un antivirus determinado.

Va a haber siempre un margen para cosas que no nos esperamos, porque ese es el mundo al que nos dirigimos. Ante amenazas de la globalización, respuestas de la globalización. Por ejemplo, cómo están trabajando desde los institutos médicos, o los institutos de investigación, en red, a nivel mundial, para poder salir con una vacuna. No creo que las mascarillas sean una anécdota, porque evidentemente estaríamos mas surtidos y creo que habría que mantener una parte de industria para poder fabricarlas nosotros mismos, pero puede que lo siguiente no sean mascarillas, sino un antivirus o vete a saber.

Retomando la política nacional, Ciudadanos ha abogado desde el principio por unos pactos de la reconstrucción y ahora Arrimadas plantea que si no preside la comisión parlamentaria creada al efecto el PP, que a su juicio sería lo "lógico", ofrece que lo haga su diputado José María Espejo. Fue vicepresidente del Parlament y tuvo un papel muy destacado en aquellos días de septiembre de 2017 en Cataluña.

Me parecería lo mas razonable que quien ostenta la oposición de centro, y de árbitro, que quien ha sido capaz de mostrar que es capaz de encontrar 100 puntos comunes entre dos partidos tan distintos como el PP y el PSOE, conceptualmente me parece que tiene toda la lógica que sea quien desempeñe la función de árbitro. Ahora, nosotros somos muy conscientes de la representación, simplemente estamos haciendo un ofrecimiento, porque hay momentos en que tiene que activarlo. Me da la sensación de que hay gente que esta rellenando titulares e inventándose fórmulas bonitas, que si pactos de La Moncloa que si pactos de no sé qué. Si tú quieres pactar, pactas. Y lo que haces es sentarte con los otros portavoces, como hacemos nosotros, y ponerte a trabajar con papeles, y hacerlo. Y sentarte de verdad.

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Villacís, durante una comparecencia con el alcalde, José Luis Martínez Almeida. | EFE

Yo con los partidos de la oposición hablo casi a diario. Yo no entiendo cómo Sánchez no habla casi a diario para acercarse también a los partidos de la oposición y escuchar sus opiniones. Yo escucho la opinión de otros partidos. Ya la política de la escenificación no es suficiente. El español no quiere más escenificación, ni más palabras bonitas, ni más fórmulas evocadoras. Lo que quieren ver es realidad. Yo que he negociado mucho como abogada, se ve perfectamente cuando alguien tiene ganas de negociar y son ganas de verdad y honestas. A mí me gustaría ver algo más de eso. Creo que los únicos que estamos proponiendo la fórmula, pero proponiéndola de verdad, somos nosotros. Del resto me sobran los gestos y me faltan las acciones.

¿Qué le parece el papel de Vox, singularmente su rechazo a las prórrogas del estado de alarma? Ciudadanos ha votado a favor, y también de algunos de los decretos económicos del Gobierno, siempre con condiciones a cambio.

Hemos presentado enmiendas a esos decretos, sobre todo para favorecer a los autónomos y a las empresas, que no eran tan tenidas en cuenta. Yo diría que Vox está teniendo varios papeles, por ser justa. Recuerdo el discurso de Albert Rivera, que era sobre la conveniencia de ser útil o importante. Yo creo que en este caso han optado por rellenar más titulares y parecer más importantes que ser útiles al país. Y yo creo que ahora mismo son momentos en los que toca ser útil al país. Sin embargo, en el Ayuntamiento de Madrid la oposición ha sido bastante constructiva, tengo que decir. Han estado involucrados con el Ayuntamiento, han estado apoyando al Ayuntamiento, o sea que no es un solo papel el que está jugando Vox, sino que son varios, y yo por lo menos la visión que tengo desde el Ayuntamiento es que su posición ha sido bastante responsable.

Me gustaría comentar la cuestión europea. Ciudadanos está haciendo una tarea que no sé si definir incluso de diplomática con sus correligionarios, los liberales europeos, familia a la que pertenece el primer ministro holandés, Mark Rutte, uno de los enemigos de la mutualización de la deuda que plantea el Gobierno español y ustedes respaldan. Aunque evidentemente, a nadie se le escapa, el gran enemigo de esa mutualización es Alemania. El grupo que encabeza Luis Garicano en la Eurocámara protestó por las palabras del ministro de finanzas holandés contra España e Italia, que luego de hecho rectificó, y en los plenos parlamentarios de estas semanas hemos visto cómo el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, le ha recordado este hecho a Sánchez, cuando el presidente del Gobierno le pedía dar juntos esa batalla en la UE.

Lo que nos une a Mark Rutte y a otros primeros ministros que son liberales, en Europa, son afinidades ideológicas. Pero lógicamente ahora mismo nosotros estamos peleando por España y él por su país. Y eso es absolutamente legítimo. Lo que pasa es que nosotros comprendemos el proyecto europeo de otra manera, y nosotros creemos que el proyecto europeo tiene que ser más ambicioso, tiene que ser más abierto. Nosotros creemos en los estados unidos de Europa, siempre lo hemos defendido. Y pensamos que la Unión Europea se creó para momentos como este. Aunque ellos sean liberales y tengamos afinidades y nos pongamos a hablar del Rule of Law o cualquier otro tema y tengamos afinidades, ahora mismo él tiene una posición en la que está pensando en su país y nosotros lo que vamos a hacer es defender el nuestro. Y eso dentro de la UE, caben los dos puntos de vista, y va a haber espacios para el consenso. De hecho, ya estamos viendo cómo los que se oponen con mayor firmeza son los conservadores, es la familia del PP, a través de Alemania.

Yo entiendo a la señora Merkel. Ella está defendiendo sus intereses, pero nosotros vamos a defender los nuestros. Creo que hay una intersección entre sus intereses y los nuestros y es el camino al que estamos llegando. De hecho hoy [la entrevista se realiza el jueves por la tarde, coincidiendo con la reunión del Consejo Europeo telemático, en el que los 27 limaron asperezas para impulsar un fondo de recuperación] las noticias parece que eran algo más esperanzadoras, esperemos que esto siga así.

Usted ha criticado en Twitter a la televisión pública vasca por mofarse de que en el cierre de la Morgue de Madrid, donde la ministra de Defensa, Margarita Robles, pronunció unos palabras muy emocionadas de homenaje a los militares, sonase el himno de España.

Yo estaba en el Palacio de Hielo, no era la primera vez que estaba. Entonces las palabras, que efectivamente fueron muy emocionadas de Margarita Robles, eso te sale cuando tienes la realidad justo delante, y cuando la estas viendo. Y cuando hablas con la UME [Unidad Militar de Emergencias] y te explican cosas como que las personas que estaban allí nunca se quedaron solas, ni siquiera en el turno de noche, porque ellos habían decidido que siempre iba a haber alguien ahí, velándolas porque, en palabras suyas, ellos no dejaban a ninguno de sus soldados detrás, y ellos eran sus soldados. Entonces te das cuenta, Mariano, de que ahora mismo España está viviendo muchísimo dolor, porque hay aplausos a las ocho, pero también hay un Palacio de Hielo, hay gente que se está muriendo sola en nuestro país, sin poder ver a sus seres queridos en el último momento, descubiertos por los bomberos, eso esta ocurriendo en nuestro país. Hay gente que no está pudiendo velar a su madre, y eso está pasando en nuestro país.

Y están muy bien los aplausos pero la muerte está ocurriendo. Y yo creo que, como sociedad, no debemos negarnos a esa realidad, esto está ocurriendo en nuestro país. Entonces, con todo ese dolor, con el simbolismo que tiene el Palacio de Hielo, allí ha habido gente querida, y eso ha sido muy doloroso. De repente que haya quien se ponga a pensar en el himno de España, te das cuenta de la manipulación a la que han debido ser sometidos, no sé qué se les pasa por la cabeza, de verdad. Cómo son capaces de inmunizarse así ante el dolor, ser capaces de ser tan insensibles que cuando tienen la muerte delante, tienen el dolor delante, lo único que les importa es el himno de España. Yo es que no me lo puedo creer. Y eso creo que está bien que ocurra de vez en cuando, que salga gente así a enseñar cómo son realmente, que la gente les vea. Que la gente sepa lo que es el nacionalismo. Y el nacionalismo es eso, el nacionalismo es antiguo, la realidad de hoy en día les ha hecho quedar absolutamente desfasados, se han visto superados por la realidad. Entonces, eso es el nacionalismo, el nacionalismo es que te importe más el himno de España que el dolor de gente que se está perdiendo, de militares que están velando a fallecidos, de un párroco que iba todos los días al Palacio de Hielo a las diez de la mañana. Con todo eso, ¿y de verdad piensan en el himno de España? A mí me parece que es… Me salen palabras muy gruesas, porque a mí ese episodio concretamente, conociendo todo lo que conozco del Palacio de Hielo y otras cosas que estamos viviendo en la ciudad, que será para escribir un libro, de verdad, con cosas que se están viviendo, pues de verdad, que haya gente a estas alturas como la señora esta que dice que si España es muerte, o que si de Madrid al cielo. Es que eso es fruto de una enfermedad.

De verdad, no sé cómo puede pervivir, en estos momentos en los que lo que impera es la solidaridad entre vecinos, donde lo más común es la persona que le hace la compra a los vecinos mayores, lo más común es que la gente corra a donar sangre cuando sabe que falta, lo más común es que la gente aplauda a los sanitarios, eso es lo más común y, sin embargo ellos siguen así [hace un gesto de obcecación con las manos] con su tema, la bandera, la bandera… Pues no lo sé. Yo, sinceramente, no lo puedo comprender.

¿Se está azuzando un sentimiento anti Madrid, o anti madrileños?

Eso me puede un poco. No, yo creo que eso se ha superado. Hay una palabra que define muy bien a Madrid. En la Edad Media, en algunas ciudades, ponían lo de ‘El aire de la ciudad os hace libres’, que tenía que ver con otras cosas, pero yo creo que Madrid es la imagen de eso. Madrid es una ciudad donde nadie te pregunta ni qué idioma hablas, ni de dónde vienes, ni si tienes siete apellidos madrileños, ni cómo quieres rotular tu comercio, porque permitimos a la gente que haga lo que le dé la gana. Somos una ciudad donde se respira libertad. ¿Cómo va a ser insolidaria Madrid, que es una ciudad que convierte en madrileño al primero que la pisa? Nadie se cree eso, sobre todo porque hay madrileños murcianos, madrileños andaluces, madrileños venezolanos, madrileños de todas partes. Quién intentó hacer eso ya se acordará en verano.

Usted, como yo, pertenece a una generación que ya va a quedar marcada para siempre por esta crisis, que si nos remontamos en el tiempo no tiene parangón desde la Segunda Guerra Mundial. Al margen de su puesto de vicealcaldesa, como mujer madrileña, española y europea, madre de tres hijas, la última muy reciente, ¿cómo ve el futuro que espera al mundo y a España después de esta terrible pandemia?

Dice que nuestra generación se ve muy tocada por esto. No, nosotros somos los afortunados. No somos ni la generación del 2008, que vivió la crisis, porque nosotros en ese momento ya estábamos encaminados más o menos en nuestras carreras, ni somos los jóvenes que les va a tocar vivir esta crisis. Hemos sido bastante afortunados de esta. Hay generaciones que se van a ver absolutamente tocadas. Pero eso también depende de cómo hagamos las cosas. Es decir: esto lo podemos convertir en una oportunidad, porque momentos como este te sirven para repensar una ciudad, para cambiar los modelos productivos, para descubrir otra forma de hacer las cosas, por ejemplo el teletrabajo, para repensar por ejemplo el espacio público. A nivel ciudad, todas las cosas que se están pensando te permiten ver que también hay espacios de oportunidad. Y que si haces las cosas bien, si piensas con sentido práctico, si no gobiernas con el peso de las servidumbres ideológicas, esto que estoy haciendo está bien porque es de izquierdas o esto que estoy haciendo está bien porque es de derechas, no, si gobiernas con sentido práctico podemos salir bastante bien parados.

Va a ser duro, pero yo creo que podemos encontrar una oportunidad aquí. Lo que pasa es que soy muy realista. Nosotros hemos hecho prospecciones bastante más pesimistas que el Gobierno, en el sentido de que hemos incluido parte de los ERTE porque consideramos que hay trabajos que no se van a recuperar, a pesar de haber sido un ERTE. A corto plazo hay que ser muy realistas, y yo creo mucho en el realismo, creo que a la gente no hay que tratarla de forma infantil. Creo que la gente tiene que escuchar la verdad por dura que sea, porque así despertaremos actitudes más responsables. Esa es la decisión que tomamos en el Ayuntamiento cuando empezamos con el confinamiento. Pero creo que de esta podemos salir bastante bien parados con mucho trabajo, y repensando muy bien las cosas.

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