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Pavor ante los bulos letales del Gobierno: "La desastrosa gestión de Illa no tiene parangón"

La prensa ofrece una descarnada fotografía del desastre letal de la incompetencia de Illa.

El Mundo

La portada es un homenaje a la incapacidad del ministro de Sanidad. "Illa tergiversa los datos para doblar la curva de la pandemia". "Anuncia que hay por primera vez menos contagiados que curados tras eliminar a los diagnosticados con los test rápidos o de inmunidad". "Sanidad retira miles de mascarillas dudosas que repartió en funerarias". Pero mientras sigue muriendo gente, el gobierno a lo suyo, a permanecer en el poder.

El problema es que los bulos del gobierno tienen nefastas consecuencias para el sistema sanitario. Cada vez que anuncia un bulo nuevo, los centros de atención de atención primaria se ven colapsados por personas que llaman para pedir hora para hacerse un test, a lo que los médicos, tienen que responder: "Perdone señora, el gobierno ha vuelto a mentirles, no tenemos test ni para nosotros".

No editorializa sobre la paliza al ministro, supongo que estará calentando para mañana. Dice Santiago González que "aun siendo un pueblo de natural sufrido, no estábamos preparados para todo. Pongamos que hablo del gobierno. La tropa cómplice de Pedro Sánchez ha convertido a la larga cadena de engaños en una especie de tú te la llevas que se acaba rápido: nosotros no tenemos a quién pasársela". Claro que sí, Santiago, a los tribunales de justicia.

Jorge Bustos tiene una pregunta para usted: "¿Por qué los españoles, que mueren y se contagian como nadie, que divisan por la ventana un horizonte de paro, recortes y ruina se mantienen quietos y dóciles en sus casas?". Pues según una socióloga, "aguantamos confinados porque estamos esperando un desenlace. No queremos actuar hasta averiguar cómo acaba el tema. Pero la historia política de España alterna periodos de pasividad con estallidos violentos de energía reprimida. Es el momento en que los personajes aún vigentes son barridos del escenario porque el público exige otra función. Y otros protagonistas". No sé, Jorge, hay mucho borrego suelto.

El País

Un escalofrío de terror me recorre el cuerpo con el titular de portada. "Sanidad: la desescalada la dirige el Gobierno". ¡Huyan, es cuestión de vida o muerte! Otro bulo del Gobierno en titulares: "Los fallecidos diarios caen a 367, el mínimo desde el 21 de marzo". Hay que ir a la letra pequeña para desenmascarar la mentira del Gobierno y de El País. "Sanidad ha vuelto a cambiar la manera de informar de la evolución del virus" para que le salgan unas cuentas de muertos más convenientes a sus intereses. Vomitivo.

La única noticia cierta del periódico del régimen es que "España es el país con mas contagios entre el personal sanitario". ¿Es porque tenemos un personal sanitario debilucho? Pues no. Es por la "ausencia de las imprescindibles medidas de seguridad que deberían haber preservado la salud de los profesionales". Es porque no han tenido mascarillas, y las que les ha dado Sanidad eran una estafa, no hay test por mucho que diga el gobierno que los hace a porrones. El sector está literalmente hasta los cojones y el Colegio Oficial de Médicos anuncia "que se presentará como acusación particular en aquellos casos de contagios imputables al uso de mascarillas defectuosas". "Fueron a la guerra sin protección".

Y en el plano político, compite con Ferreras. Lleva abriendo en España que "Ayuso se aparta de los barones del PP que pactan con el PSOE" mientras le dedica un pequeño destacado a que "Podemos y el PSOE registran por su cuenta la comisión" excluyendo al PP. A ver, señores de El País, ¿saben ustedes quien gobierna en España y además con mando único? Yo les informo. El socialista Pedro Sánchez y el comunista Pablo Iglesias.

ABC

"Las autonomías proponen, el gobierno dispone". "Illa enfría las expectativas de las comunidades y veta sus hojas de ruta: es el ejecutivo y no ellas quien dirige y autoriza los planes para desconfinamiento gradual". Estamos perdidos. ¿Pero es que el Gobierno nos quiere matar a todos? "Sanidad maquilla los datos para decir que hay más curados que contagiados". No maquilla los datos, maquilla cadáveres.

Dice el editorial que hay que reactivar España. "Toca equilibrar la salud pública y la supervivencia del país, y para eso es preciso un estudio realista del mapa del virus y que el Gobierno cumpla de una vez su promesa de realización de test masivos". Sí, el lunes que viene, como viene diciendo desde hace un mes.

Y es que el Gobierno no está en salvar vidas. Como dice Alberto García Reyes, "el comité de expertos de Sánchez es como sus seguidores de Twitter, una gran mentira. El gobierno no tiene un comité de expertos, lo que tiene es un sanedrín de especialistas demoscópicos que solo están pendientes de su interés electoral, no del bien de España. Primero el poder y luego el país". Para nada, primero el poder y luego el poder.

La Razón

Otra portada para gloria del ministro de Sanidad. "Illa subleva a las autonomías con su ‘no’ plan de desescalada". "Sanidad ignoró una lista de proveedores fiable para las compras", "Sanidad esperó 40 días para hacer las primeras compras de materiales".

El editorial pide responsabilidades ante la "ineficacia de las autoridades sanitarias, encabezadas por el ministro de Sanidad, Salvador Illa". Sus continuos desatinos han resultado "un fiasco cuyas consecuencias todavía se están dejando sentir. Creemos que existen razones de peso para que los responsables gubernamentales, en especial el titular de Sanidad, comparezcan ante una comisión de investigación del Congreso". Francamente, las personas que se están muriendo, los contagiados, los familiares de los fallecidos los sanitarios y demás danmificados se pasan las comisiones del Congreso por el arco del triunfo. Quieren justicia, no discursos.

Dice Francisco Marhuenda en su artículo diario que "la desastrosa gestión de Illa no tiene parangón. Es tal la incompetencia que es un escándalo las noticias que conocemos así como el esperpento alrededor de las empresas dedicadas a comprar material. A día de hoy no hay un suministro regular en las farmacias y hemos asistido a la angustia del personal sanitario que no dispone de medios suficientes". Y encima Sánchez le otorga a este inepto grandes poderes. Así que, tal y como va la cosa y como dice el fiscal del Tribunal Supremo Alvaro Redondo Hermida, "la emergencia social no concede a los gestores públicos ninguna especial inmunidad, ni frente a la crítica legítima ni ante la eventual exigencia de responsabilidades". No solo políticas, sino también penales.

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