Los Registros Civiles de Madrid y Barcelona acumulan un retraso de hasta 4 semanas en las inscripciones de defunciones por la pandemia del coronavirus. El Registro de Madrid situado en la calle de Pradillo es el que más retraso acumula de toda España y a día de hoy apenas trabajan una docena de funcionarios auxiliados por otros empleados públicos.
Esta semana se están inscribiendo defunciones correspondientes a principios de abril. En la capital se han llegado a registrar hasta 500 muertes por la covid-19 en un solo día. Actualmente, se producen aproximadamente 150 decesos diarios, cuando la cifra habitual en la ciudad suele rondar los 90.
El portavoz en Madrid del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia STAJ, Alberto García, denuncia que "prácticamente durante todo el mes de marzo los funcionarios del Registro de Madrid atendían sin medidas de protección como guantes o mascarillas. A finales de marzo comenzaron a instalarse las mamparas de metacrilato. Cuando la Comunidad de Madrid cerró los colegios, al día siguiente acudieron muchas personas con sus hijos al Registro y se contagiaron muchos compañeros".
Sobre la contabilidad real de víctimas de la covid-19, el portavoz de STAJ en Madrid asegura que "será imposible revisar los certificados de defunciones para contabilizar todas las muertes sospechosas si el Ministerio de Justicia no toma medidas concretas y destina un presupuesto para este fin. El Registro Civil está atascado y no hay medios suficientes".
En este contexto, cabe destacar que al no realizar test, los médicos no han podido certificar las muertes sospechosas por coronavirus y como causa de la muerte se han visto obligados a anotar "parada cardiaca, insuficiencia respiratoria, fallo multiorgánico o pulmonía". En algunos casos, si se entregaba una anotación manuscrita o post-it en el que se podía leer "posible coronavirus" o "sospecha de coronavirus".
Mientras, la situación del Registro Civil de Barcelona es algo mejor. El retraso en las inscripciones de defunciones es de entre 3 o 4 semanas, tras registrar fallecimientos diarios de hasta 150 personas. Sin embargo, alrededor de la mitad de la plantilla del Registro de la Ciudad Condal, unos 40 funcionarios, trabajan ya a pleno rendimiento.
En declaraciones a este diario, Ramón Luis, el delegado en Barcelona del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia STAJ asegura que "se espera que en pocas semanas las inscripciones de decesos se puedan poner al día. Al principio de la pandemia, con los funcionarios que trabajan en servicios mínimos sólo daba tiempo a las licencias de entierro, pero no a hacer las inscripciones de defunciones".
"Se fueron acumulando las primeras semanas y por ello, ahora se ha aumentado el personal. Unos funcionarios introducen los datos y los encargados de las defunciones los comprueban y hacen la inscripción y la imprimen. Éste es el método elegido para ponerse al día", añade el delegado de Barcelona de STAJ.
Las intervención del Ministerio de Justicia
El Ministerio de Justicia ponía en marcha a primeros de abril una plataforma online llamada "Forma" para que los trabajadores de Registros Civiles y Juzgados de Paz remitan cada día antes de las 13:00 horas el número de licencias de enterramiento expedidas el día anterior, así como el lugar del fallecimiento: residencia, hospital o domicilio. Según el Ministerio que dirige Juan Carlos Campo, el objetivo era ofrecer una "información veraz, contrastada y lo más objetiva posible".
Una vez tramitada la licencia de enterramiento, una copia del certificado médico de defunción se remite a los Tribunales de Justicia de cada Comunidad Autónoma, y otra al Instituto Nacional de Estadística que hasta diciembre no publicará tablas definitivas de mortalidad y causas de la muerte.