Ni el estado de alarma ni las severas advertencias del consejero de Interior de la Generalidad, Miquel Buch, han sido obstáculo para que un grupo de unas veinte personas se manifestara este sábado frente a las puertas de la cárcel de Lledoners, donde cumplen condena los presos golpistas.
Buch se ha mostrado inclemente durante todo el estado de alama con los infractores. La orden a los Mossos y a las policías locales es la mano dura y la imposición de sanciones. Se ha irrumpido en misas con no más de seis personas, se han "disuelto" orgías y procedido a detenciones como la del ya exalcalde de Badalona por saltarse el confinamiento, pero los separatistas parecen gozar de impunidad, tal como demuestra el hecho de que se manifestaran a las puertas de la cárcel sin que tan sólo se procediera a su identificación.
El preso Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) se hizo eco a través de su cuenta de Twitter de la concentración con el siguiente mensaje: "Esta mañana, desde el patio de la prisión he vuelto a escuchar el apoyo a nuestra libertad, voces que llegaban del otro lado del muro. Gracias por no olvidarnos! El compromiso colectivo por un país libre y justo nos hará vencer la represión y también las adversidades".
Hasta el momento, el consejero Buch no ha ordenado ninguna investigación sobre el acto, cuyos participantes podrían haber incurrido en alguno de los delitos que se le imputaron al exalcalde de Badalona, cuya detención fue difundida a bombo y platillo por la consejería de Interior como una muestra de que durante el estado de alarma no se admitían excepciones y se actuaba con el máximo rigor, cayera quien cayera.
Por su parte, la Delegación del Gobierno en Cataluña tampoco se ha pronunciado a pesar de que otras delegaciones gubernativas sí que abren investigaciones cuando se tiene constancia expresa de grupos que rompen el confinamiento.