El Gobierno de Pedro Sánchez ha publicado este miércoles la orden ministerial SND/422/2020 que hace obligatorio el uso de mascarillas desde mañana jueves para toda persona mayor de seis años. Deberán llevarse tanto en espacio cerrados como en la vía pública cuando no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros con otras personas. Una rectificación más del Ejecutivo después de tres meses negando que fueran útiles o que fueran a ser obligatorias.
Las Fuerzas de Seguridad del Estado, además de las policías autonómicas y locales, serán las encargadas de controlar que los ciudadanos cumplan con esta nueva obligación derivada del estado de alarma provocado por la pandemia del coronavirus. Y es por ello por lo que el Ministerio del Interior ha dado ya las primeras instrucciones a los agentes sobre cómo deben actuar en el caso de que se encuentren con una personas que no lleve mascarilla.
Fuentes del departamento que dirige Fernando Grande Marlaska han explicado que durante los primeros días se "potenciará la función pedagógica", es decir, los agentes informarán a la ciudadanía de la obligatoriedad de usar las mascarillas. Será una fase similar a la que ya se hizo durante las primeras semanas del confinamiento, donde el número de multas por su incumplimiento fue muy reducido.
"Cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tengan conocimiento de supuestos de incumplimiento de la Orden del Ministerio de Sanidad, requerirán a la persona que cometa ese incumplimiento que proceda a ponerse la mascarilla o que se retire a una zona en la que sea posible mantener la distancia de seguridad interpersonal", señalan las mismas fuentes.
"Si el incumplimiento se produce en espacios cerrados de uso público o que se encuentren abiertos al público, se requerirá a la persona que abandone dicho espacio", añaden. Eso sí, si alguna de estas personas "no atienden al requerimiento" de los agentes se procederá, según el artículo 36.6 de la Ley de Seguridad Ciudadana, a interponerle una sanción que oscilaría entre 601 y 30.000 euros, según el grado de desobediencia o resistencia a la autoridad del sujeto.