Junts per Catalunya (JxCat) quiere acabar la legislatura autonómica. Tras el anuncio realizado por Quim Torra el pasado 29 de enero de que convocaría elecciones una vez estuvieran aprobados los presupuestos, la crisis del coronavirus y ahora la marcha de Nissan han trastocado todos los planes. Si a finales de enero, la tensa relación entre JxCat y ERC hacía imposible la continuidad de la legislatura más allá de unas pocas semanas, las necesarias para sacar adelante los números autonómicos, ahora la formación heredera de Convergència que dirige desde Waterloo Carles Puigdemont pretende aguantar en la Generalidad hasta diciembre del próximo año.
Según ha explicado Meritxell Budó, portavoz del gobierno catalán y dirigente de JxCat, la inhabilitación de Quim Torra no tiene que implicar necesariamente el fin de la legislatura En una entrevista para La Vanguardia, la dirigente posconvergente ha apuntado la posibilidad de designar un nuevo presidente surgido de las filas de JxCat que dé curso a la legislatura hasta la fecha de su conclusión.
ERC lleva semanas urgiendo a sus socios de gobierno para que aclaren de una vez si Torra tiene previsto convocar o no elecciones y cuándo serían esas elecciones. Los de Oriol Junqueras creen que esa decisión, además, debería ser consensuada con ellos y apuntan a que tales elecciones deberían realizarse una vez superada la emergencia sanitaria.
Cálculos electoralistas
El escenario republicano es rechazado de plano por JxCat, que acusa a ERC de hacer cálculos partidistas y electoralistas a pesar de la crisis provocada por el coronavirus y de no centrarse en la gestión de la epidemia. Según los consejeros de JxCat, ahora toca combatir la enfermedad y hacer frente a sus consecuencias económicas y sociales. La marcha de la multinacional japonesa Nissan también conspira a favor de la tesis de JxCat de congelar un hipotético adelanto electoral.
Según ha explicado Budó, debe ser un gobierno que no esté en funciones o pendiente de las elecciones quien lidere la reconstrucción, tesis que choca con ERC, partido en el que opinan que dicha recontrucción estaría mejor gestionada con un gobierno fuerte recién surgido de las urnas. En la actualidad, las encuestas apuntan a que ERC ganaría las elecciones y podría desembarazarse de JxCat con un tripartito formado junto al PSC y la versión catalana de Podemos.
Lo que está claro en estos momentos, ha explicado además Budó, es que Torra no piensa convocar elecciones ni aunque el Tribunal Supremo confirme la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que le inhabilita por desobediencia al mantener en el edificio de la Generalidad unas pancartas a favor de los golpistas presos durante campaña electoral.