Con la vista puesta en el fin del estado de alarma, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha marcado este lunes la estrategia a seguir por su formación para hacer frente a unos meses complicados por la crisis del coronavirus.
Los populares han celebrado una reunión de la Junta Directiva Nacional, a la que parte de la cúpula del partido y sus barones han asistido de forma telemática, en la que Casado ha alertado a los suyos de la "estrategia de división" que impulsan desde el Gobierno, intentando "fraguar una política de bloques" y recuperando la "vieja receta de la crispación".
Casado ha explicado que Sánchez "bombea la estrategia de crispación para hacernos el retrato de la derecha dura y blanquear el Gobierno más ultra de la democracia", y les ha pedido que no caigan en esa trampa. "No hay un PP duro y uno blando", ha sentenciado.
Frente a ello, Casado se ha comprometido a liderar una "mayoría centrada". "No vamos a contribuir a la espiral de división y de enfrentamiento que, una vez más, la izquierda quiere desencadenar, pero nos vamos a oponer a ella y la vamos a denunciar con la intensidad que en cada momento se necesite", ha avisado un líder del PP que se comprometido a "defender un PP centrado en las cuestiones esenciales para España".
"Convertir el dolor en un sacrificio lleno de futuro"
Con la vista puesta en el futuro, Casado ha explicado que "esta crisis, además de sufrimiento y dolor, está generando también un capital nacional en forma de responsabilidad, moderación y cuidado mutuo que no tenemos derecho a desaprovechar".
Para ello, ha pedido "convertir todo este dolor en un sacrificio lleno de futuro". "Debemos hacer que este sufrimiento sea la tierra fértil de un nuevo tiempo de progreso y unidad. Tenemos que conjurarnos para hacer juntos algo tan bueno como para que jamás pueda decirse que nada de lo que vamos a perder en estos días haya sido una pérdida inútil. Insisto, ningún dolor, ninguna pérdida pueden ser inútiles".
"Tenemos que hacer de esta tragedia el inicio de la mejor España posible, y no una nueva oportunidad para quienes pretenden destruirla. Es el momento de la grandeza, porque grande es el desafío y grande es el sacrificio que exige. Y porque España no merece menos que eso", ha sentenciado Casado.
Una oficina para las víctimas del coronavirus
Además de marcar estrategia, Casado también ha avanzado que el miércoles pedirá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso que se cree una oficina nacional de atención a las víctimas del coronavirus desde la que centralizar la atención a este colectivo y ha instado a fijar una fecha anual de conmemoración por los fallecidos.
Un homenaje a los muertos por coronavirus a pesar de que el Gobierno "intenta ocultar" hasta "16.000 fallecidos", ha lamentado un Casado que ha situado la cifra real en más de 44.000, frente a los 27.000 muertos oficiales.