El Congreso de los Diputados no condenará formalmente, en una declaración institucional, la expulsión de la embajadora de la Unión Europea de Venezuela llevada a cabo por Nicolás Maduro. El PSOE y Unidas Podemos, con su veto, rompen la unanimidad necesaria para este tipo de declaraciones.
Desde el Partido Popular, su portavoz de Exteriores, Valentina Martínez, acusa al PSOE de "plegarse a la complicidad que mantiene Unidas Podemos con el régimen de Maduro", tras rechazar la propuesta de los populares.
Una declaración en la que pedían que se expresara el "más enérgico rechazo a la expulsión de la Embajadora de la UE en Venezuela, Isabel Brilhante Pedrosa, decretada por el régimen venezolano en respuesta a las sanciones dispuestas por la UE contra altos funcionarios responsables de violaciones de derechos humanos, torturas, represión política y colaboración con el crimen organizado".
También solicitaban que se respaldase "la denuncia formulada por el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, en su declaración en nombre de los Veintisiete afirmando que 'estas decisiones reducen al mínimo el espacio democrático en el país y crean obstáculos adicionales para la resolución de la profunda crisis política en Venezuela'" afirmaban en referencia al alto cargo comunitario e histórico dirigente socialista.
Desde el grupo popular también querían que el Congreso condenase los insultos proferidos por Nicolás Maduro al tildar a la UE de "supremacista", "colonialista" y "soberbia", y que se declarara "inaceptables tanto la acusación de que la Embajada de España estuviera implicada en la Operación Gedeón como las amenazas de expulsión recibidas por Jesús Silva, embajador de España en Venezuela".
Por último, desde el PP insistían en esta declaración en que se reconociera a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, como hizo el grueso de la comunidad internacional, incluido el Gobierno de Pedro Sánchez (entonces sin Podemos en el Consejo de Ministros) a principios de 2019.