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Iglesias niega una relación íntima con Dina y asegura que tardó en entregarle la tarjeta para "protegerla"

El vicepresidente segundo se niega a comparecer y dice que tendrían que hacerlo también Rajoy y Soraya.

El vicepresidente segundo se niega a comparecer y dice que tendrían que hacerlo también Rajoy y Soraya.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. | EFE

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, negaba este viernes, en una entrevista en Radio Nacional de España, haber tenido una relación sentimental con su excolaboradora Dina Bousselham.

El líder de Podemos, que rompía su largo silencio sobre el escándalo, aseguraba además que tardó meses en devolverle la tarjeta de memoria con fotos íntimas de "una mujer de veintitantos años" insistía una y otra vez, que le había sido entregada por el empresario Antonio Asensio a principios de 2016, para "protegerla".

"Tomo una decisión, que es no someter a Dina Bousselham a más presión. Habían salido varias informaciones que decían que teníamos una relación. No es la primera vez que ocurre, que una mujer trabaja conmigo y algunos digitales empiezan a decir que cualquier mujer que trabaje conmigo sus éxitos profesionales tienen que ver con una supuesta relación. Eso le supuso a Dina una presión enorme. Entonces yo veo allí [en el despacho de Asensio] que hay una serie de fotografías íntimas, que a mí estos señores [el Grupo Zeta] me dicen que es la única copia pero, ¿quién puede saber esto?" relataba. "Cuando empiezo a ver algunos de los contenidos publicados en OK Diario pues le digo: 'Compañera, aquí está, esto es lo que tienen'" concluía.

Iglesias, que aseguraba tener el respaldo de Pedro Sánchez y afirmaba indignado no concebir el escenario de terminar imputado, aseguraba que todo parte de una trama de las llamadas cloacas del Estado, dado que, justificaba, la tarjeta robada a Bousselham a finales de 2015 "terminó en el ordenador de Villarejo" y fue el comisario hoy en prisión, aseguraba, quien trasladó el contenido a periodistas como Eduardo Inda o Esteban Urreiztieta, contra los que arremetía. Igualmente, negaba tajantemente haber entregado esa tarjeta de memoria con desperfectos.

Preguntado por si estaba dispuesto a comparecer en el Congreso por este asunto, como ha solicitado la oposición, Iglesias se negaba a ello y, tirando por elevación, proponía una nueva comisión de investigación (ya hubo una la legislatura de 2016 a 2019) sobre las cloacas en la que, indicaba, deberían comparecer tanto el comisario Villarejo como el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, así como la que fuera su numero dos, Soraya Sáenz de Santamaría, y el por entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

En la radio pública, Iglesias negaba haber recibido filtraciones de la Fiscalía sobre el caso y arremetía contra la decisión del juez que instruye la causa, Manuel García-Castellón, de haberle retirado la condición de perjudicado. "¿Cómo que no somos perjudicados por ese caso? ¿A quién perjudicó que en este país salieran esos pantallazos del móvil de Dina Bousselham? ¿A quién han perjudicado todas las informaciones que esa trama mafiosa ha puesto en circulación en buena parte de los principales medios de comunicación?" se preguntaba retóricamente, tras recordar que ha recurrido esa decisión del magistrado.

A juicio del líder morado, lo único que hay contra Podemos es "una jota cantada por Echenique" en referencia al vídeo en el que el hoy portavoz de Unidas Podemos cantaba en una fiesta privada y "una captura en la que yo hago un comentario muy desagradable sobre una presentadora de televisión por el que, por supuesto, me disculpé. Aunque creo a cualquiera que le vean el contenido de conversaciones privadas sería difícil no decir cosas en ámbitos privados que puedan tener una interpretación desagradable en lo público" señalaba, en referencia a su comentario en un chat sobre que azotaría hasta que sangrase a la periodista Mariló Montero.

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