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Que la corona no nos impida ver la coleta

Un Iglesias desquiciado señalaba a periodistas desde su púlpito de la Moncloa. Hete aquí cuando un salvavidas en forma de corona aparecía de la nada.

Un Iglesias desquiciado señalaba a periodistas desde su púlpito de la Moncloa. Hete aquí cuando un salvavidas en forma de corona aparecía de la nada.
El Rey Emérito Juan Carlos I y el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. | LD

Decía el gran Groucho Marx: "Qué casual que casualmente pasen tantas casualidades". Esta semana comenzaba con la coleta de Pablo Iglesias en lo más alto de la polémica. Las informaciones publicadas por esta casa, Libertad Digital y esRadio, junto a El Confidencial y El Mundo dejaban contra las cuerdas al vicepresidente del Gobierno por el caso Dina.

La supuesta trama de las cloacas policiales del comisario Villarejo y algunos medios como Okdiario contra Iglesias y Podemos se desvanecía como la niebla en esta causa donde el magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, investiga el supuesto robo del teléfono móvil de Dina Bousselham. El repugnante machismo del autodenominado "macho alfa" estaba en su cénit después de que Iglesias afirmase en una entrevista en Radio Nacional que no entregó a Dina su tarjeta de memoria tras conseguirla en enero de 2016 porque "tenía veintipocos años" y no quería someterla a más presión.

De domingo a lunes de la semana pasada, LD publicaba que Podemos había silenciado el otro supuesto robo del móvil de la expareja de Dina, Ricardo Sá Ferreira, el mismo día. Según reconocía en sede judicial el propio Ferreira, asesor de la campaña electoral de Podemos a finales de 2015, guardaba "información sensible, chat de Telegram, dossieres o documentos sobre estrategias electorales", ya que "trabajaba para Pablo Iglesias".

Un Iglesias desquiciado insultaba y señalaba a periodistas desde su púlpito de la Moncloa y no podía contener su rabia. Hete aquí cuando un salvavidas en forma de corona aparecía milagrosamente de la nada: "Las comisiones del rey emérito Juan Carlos I".

Por pura casualidad, ya saben "qué casual que casualmente pasen tantas casualidades", comenzaban a publicarse noticias y noticias relacionadas con la investigación a Juan Carlos I que copaban los telediarios. Unas noticias que permitían al líder de Podemos zafarse por momentos del huracán mediático sobre su machismo y sus presuntos delitos investigados en el caso Dina.

Fuentes jurídicas consultadas por este diario barruntan que la causa del Rey Emérito no tendrá mucho recorrido judicial. "El Rey Juan Carlos I ni está, ni se le espera en los tribunales", aseguran con ironía. Sin embargo, la corona de los Borbones ha conseguido camuflar la coleta cada vez más estirada e histriónica de Iglesias. Por supuesto, Podemos ha sacado toda su artillería para tener a la opinión pública distraída y entretenida con la Monarquía. Que nadie sea iluso, no se pretende investigar los presuntos chanchullos del rey emérito, se quiere dinamitar la Monarquía y a continuación, el orden constitucional. Son comunistas, no lo esconden, y ése es su objetivo.

Ya saben lo que dijo el líder del PCE y camarada de Iglesias, Enrique Santiago en una entrevista tras asegurar ser leninista "a mucha honra": "Si en España se dieran las mismas condiciones" que en la Rusia de 1917, "indudablemente iría mañana al Palacio de la Zarzuela y haría lo mismo que Lenin le hizo al Zar".

Eso es lo que persigue Podemos, que nadie se deje engañar. Para muestra un botón: "La única manera de desvincular a Juan Carlos I de Felipe VI y de la Jefatura de Estado es un referéndum y la abdicación de Felipe VI", afirmaba Gloria Elizo, exresponsable del equipo legal de Podemos y vicepresidenta tercera del Congreso. Ósea que como Juan Carlos, ha podido cometer un delito, pues por el camino nos cargamos al hijo y de paso a la Monarquía. Creo que se les ve el plumero demasiado, es muy cutre.

No olviden un pequeño detalle, el rey Juan Carlos abdicó hace 6 años, mientras que Iglesias a punto de la imputación es el líder de Podemos y, sobre todo, el vicepresidente del Gobierno de España. Suena raro, pero es así. Señor Iglesias no venga a estas alturas y en su situación actual con moralinas a medio tono, no es un ejemplo de nada. Más bien, es un ejemplo de lo que no debe ser un vicepresidente del Gobierno. Pues eso, que la corona no nos impida ver la coleta.

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