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“Hijo mío y Rey: yo solo saldré de España con los pies por delante”

Lejos de calmar las aguas, la marcha de Juan Carlos I ha desatado una polémica que nadie sabe cómo acabará.

El Mundo

Cuenta el periódico cómo se fraguó la marcha de Juan Carlos I. "Un 'búnker' en Moncloa para negociar con la Casa del Rey y aplacar a Pablo Iglesias". Rosell no está para nada tranquilo. "Resulta inquietante que desde el Gobierno de la nación hoy se empuje para demoler el andamiaje institucional que consagra la Constitución de todos". "Hemos asistido en las últimas horas a descalificaciones gruesas y ataques furibundos contra la Corona inadmisibles en personas que se sientan en el Consejo de Ministros", dice preocupado.

"Así las cosas, el discurso de Pedro Sánchez carece de credibilidad". Ja, ¿es que hay algo que diga Pedro Sánchez que tenga credibilidad? Y le recuerda al presidente lo que dijo Calvo a Montero cuando la pareja de Iglesias se quejó de la reunión con Cs. "Cualquier miembro del Ejecutivo representa a todo el Gabinete. La realidad es que estamos no ya ante dos gobiernos en uno, sino ante algo mucho más serio, una crisis encapsulada dentro del propio Gobierno, que ya no da más de sí". Uy, que optimista, este gobierno se estirará como un chicle, al tiempo.

"Sánchez tiene que tomar alguna decisión porque el Ejecutivo no puede seguir siendo un lastre cuando, como él mismo subrayó, más falta hace estabilidad y fortaleza institucional. Con los compañeros de viaje que se ha buscado es imposible encarar los grandes retos económicos o sanitarios planteados. Tampoco puede reclamar a la oposición que arrime el hombro cuando no se sabe en qué dirección navega este barco a la deriva".

Arcadi Espada le monta una bronca descomunal a Felipe VI por el trato que ha dado a su padre. "Te lo agradezco, le ha dicho el Rey a su padre. Llama la atención la frase. ¿Qué le agradece, exactamente? El Rey podría haberse limitado a mostrar sobriamente su respeto por la decisión. Pero ha preferido comprometerse. Te agradezco que te vayas, porque tu presencia era insoportable para España, para la Monarquía y para mi Madre. Te agradezco, en fin, que hayas aceptado la propuesta. De modo que la marcha no responde a un gesto de cargada desesperación del Rey viejo, a un apartamiento incluso romántico de la vida, sino a una operación de Estado. Nunca se vio operación más ridícula, inútil y contraproducente", dice Arcadi.

"La obligación del Rey es otra bien distinta que la de echar a su viejo padre de su casa y de su país, para así dotarse, fantasiosamente, de una legitimidad renovada. Ante las sospechas sobre su antecesor el Rey solo tiene un camino". Que se aclare lo sucedido, por la vía que sea. Eso es "lo que distingue a un buen Rey de cualquier criminal miserable como Otegui", dice como ejemplo. "Sin embargo, antes que por la transparencia y la verdad, el Rey se ha inclinado por el castigo".

"La posibilidad de que aquel al que primero apodaron El Breve acabe siendo El Apestado es real y pavorosamente injusta. Ninguna patria digna de tal nombre expulsa a sus hijos: los juzga, los encierra y hasta los decapita. Pero no los expulsa. Que el Rey se haya prestado a esta formalidad antipatriótica es la novedad de estos últimos minutos españoles, tiempo estricto de la basura".

"Mucho peor que el presunto fraude fiscal y el blanqueo de capitales de los que le acusa la rubia es el hecho de que haya aceptado cobardemente, y encima parapetado tras España (¡cómo si esa capa raída y lamparosa protegiera ya de algo!), la solución apestada propuesta por el agónico mainstream español. Hijo mío y Rey: yo solo saldré de España con los pies por delante. Así debió hablarle". Pues si con la decisión de pirarse se ha montado la marimorena, no te cuento la que se hubiera liado con la tuya, Arcadi. La cosa tiene mala solución.

El País

"Felipe VI pactó en un encuentro con Juan Carlos I su salida de España". ¿Y dónde quedaron, en el garaje de la Zarzuela? Porque vivían en el mismo palacio. "El Gobierno estuvo al tanto pero la decisión final fue del Rey. Juan Carlos I no quería perder el título y su hijo buscaba una solución voluntaria". Vamos, que aquí Pedro Sánchez no ha pintado nada, quiere decir. Que en Zarzuela se lo han guisado y se lo han comido solitos y las presiones del presidente del Gobierno no han influido nada.

La crónica responde a algunas de las dudas planteadas por Arcadi. "Juan Carlos I, según las mismas fuentes, buscaba a toda costa recuperar su imagen pública, gravemente dañada, y llegó a plantear incluso la renuncia a su inmunidad constitucional, lo que se descartó por jurídicamente inviable". Ya sabes, Arcadi, no le dejaron.

Defiende el editorial la actitud de Sánchez. "La combinación de la necesaria firmeza en los principios de rectitud pública con el adecuado respeto a la Jefatura del Estado y a la institución de la Monarquía parlamentaria es el enfoque adecuado ante un asunto de esta envergadura en una democracia madura. Sánchez ofreció poca información significativa —en cuestiones como la seguridad de don Juan Carlos—. Resulta indispensable cubrir ese vacío con la mayor transparencia, tanto en lo que se refiere a recursos como a actuaciones. Su enfática declaración de que el Gobierno —"que yo presido"— defiende el pacto constitucional y su clave de bóveda, la Monarquía parlamentaria, debió sonar como toque de atención a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tras su intempestiva reacción a la salida de España de Juan Carlos I".

Julian Casanova se hace una reflexión. "¿Recuerdan los tiempos en que se presumía de rey, cuando muchos decían "yo no soy monárquico sino juancarlista"? Algunos han emprendido la misma senda con Felipe VI. No se trata de sacralizar a la Monarquía sino de democratizar a las instituciones y evitar los excesos del poder". Cierto. Mucha razón tiene este señor. Y tampoco estaría de más poner pie en pared a los excesos de ciertos políticos que no están para dar muchas lecciones. Errejón, sin ir más lejos bramando por que devuelva el dinero. ¿Cuándo piensas tú devolver la pasta que nos robaste con tu beca falsa, Íñigo? Y para qué hablar de Iglesias con el rocambolesco caso de Dina. O su mujer, que ha llegado donde ha llegado como ha llegado. Algunos calladitos están más guapos.

ABC

Si hay algún medio que está de los nervios, es ABC, el periódico monárquico por excelencia. Dice hoy el editorial que Sánchez "no estuvo a la altura de su cargo al no condenar los ataques de su vicepresidente Iglesias y de su pareja, la ministra Montero, a la Corona. La defensa que hizo ayer Sánchez de Felipe VI no puede ser fingida". Ay, que me da la risa. ¿Acaso ha hecho otra cosa este hombre en su vida política que mentir y fingir?

"Está obligado a revisar sus alianzas con formaciones que han propugnado la erradicación de la Monarquía y sus símbolos, o con grupos separatistas que justifican la quema de retratos de la Familia Real. Si desde el Gobierno de la nación no se defiende a Felipe VI con todo el ahínco, la lealtad y la responsabilidad de Estado que merece su figura, y si todo se reduce a una operación de mercadotecnia política en la que la protección de la Corona se convierte en algo melifluo, es que Sánchez no habrá entendido nada de lo que ocurre en España". Que dios nos coja confesados.

Manuel Marín sentencia que "el daño ya está hecho y el desgaste para la Corona es irreversible. Eso es incuestionable y, desde una perspectiva histórica, demoledor para la institución". No hay vuelta atrás, se ponga Felipe como se ponga.

Lo terrorífico, dice, es que la monarquía está ahora en manos de Sánchez. "El PSOE y Sánchez, que vienen a ser lo mismo ante la renuncia de cualquier sector crítico del partido a denunciar los bandazos de La Moncloa, son ahora mismo la única línea roja para dirimir el debate entre la defensa del constitucionalismo y de la monarquía parlamentaria, y el diseño de un cambio de régimen hacia una república federalista. La grieta abierta en las últimas horas con Podemos, ofendido Pablo Iglesias por haber quedado al margen de cualquier decisión de Estado relevante, es notoria". Y el marqués de Galapagar se lo hará pagar caro.

"Así, el presente y futuro de la Monarquía parlamentaria dependerá en gran medida de la contundencia y de la lealtad real y sincera que pueda demostrar el PSOE hacia Don Felipe". Pues como la Corona dependa de la lealtad de Pedro Sánchez yo que el Rey tomaría ejemplo de su padre e iría haciendo las maletas.

La Razón

"Zarzuela cambia de ciclo: "Han sido meses muy duros". "Calma tras la tormenta: la llegada a Palma el próximo fin de semana supondrá el comienzo del relanzamiento de la imagen de la Corona tras la salida de Don Juan Carlos". Si a esto le llaman calma no sé cómo habrán vivido en Zarzuela hasta ahora.

"Sin embargo, quedan momentos para la inquietud". Vaya, hay vida inteligente en Zarzuela. "Lejos de apaciguar los ánimos, la salida del Rey ha provocado un incremento de la virulencia de los ataques" de los de siempre.

El editorial está encantado con Sánchez. "No se juzga a instituciones, sino a personas. Así lo expresó ayer en su comparecencia Pedro Sánchez, en un gesto inusual que expresa con toda claridad el frenado en seco a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Sanchez fue claro. Considera plenamente vigente la Constitución". Sí, eso lo dijo el Sánchez de ayer, a saber lo que dice el Sánchez de mañana, es lo que tiene la palabra de este tío, que no vale una perra gorda.

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