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Colau aprovecha la pandemia para cargarse el Belén del Ayuntamiento

La alcaldesa prepara además una Cabalgata de Reyes "alternativa" con la excusa del coronavirus.

La alcaldesa prepara además una Cabalgata de Reyes "alternativa" con la excusa del coronavirus.
El belén del Ayuntamiento de Barcelona en la plaza San Jaime. | Europa Press

La pandemia se ha convertido en la coartada perfecta para cargarse los restos que quedaban de la Navidad "oficial" en el Ayuntamiento de Barcelona. La alcaldesa, Ada Colau, ha eliminado el pesebre que cada año se instalaba en la plaza de San Jaime y su equipo prepara una Cabalgata de Reyes "alternativa".

En los últimos años de mandato de Colau, el tradicional pesebre de la plaza de San Jaime se había caracterizado por cualquier cosa menos por ser tradicional. Las tradicionales figuras del Belén habían sido sustituidas por "instalaciones" en las que lo más parecido a un pastorcillo eran los maniquís de un butanero o un barrendero municipal.

El año pasado, el Belén fue un trastero cuya instalación costó casi cien mil euros. El anterior, una mesa con doce sillas vacías alrededor. En 2016, esferas transparentes y cajas vacías. Y así cada año durante los seis que lleva Colau al frente del Ayuntamiento hasta acabar con la desaparición del Belén, que ya no será ni alternativo. La pandemia del coronavirus es la excusa ofrecida por el equipo de gobierno municipal, que dice que trata así de evitar aglomeraciones en la plaza de San Jaime. También apunta que mantendrá los otros dos belenes, estos sí, tradicionales, que coloca en el Monasterio de Pedralbes y en el Museo Marés. Además, instalará una exposición fotográfica en el interior de las dependencias municipales sobre los pesebres de la última década.

La misma suerte podría correr la Cabalgata de Reyes, una manifestación popular con la que Colau ha tenido algo más de cuidado en los últimos años. La pandemia vuelve a ser la coartada. Planea sobre la tradición la figura del "señor Invierno", un engendro inventado por el Ayuntamiento para conferir un carácter laico a la fiesta religiosa.

El grupo municipal del PP ha pedido a la alcaldesa que no renuncie al Belén porque "incentiva que la gente visite el centro de la ciudad y beneficia el comercio de Ciutat Vella, uno de los puntos que más está sufriendo la pandemia con calles desiertas y locales cerrados". El concejal popular Óscar Ramírez ha añadido que "Barcelona no tiene necesidad de renunciar a su tradición navideña. Somos conscientes de la situación por la pandemia, pero ajustando la instalación a las medidas oportunas para evitar aglomeraciones se puede montar un belén sin problemas. No tiene mucho sentido hacer una exposición con los pesebres de los últimos 10 años en el Ayuntamiento y en cambio eliminar el pesebre, la gente también visitará la exposición, es una decisión incongruente por parte del gobierno de la alcaldesa Ada Colau".

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