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Sánchez anuncia la aprobación del plan de vacunación en un nuevo acto propagandístico sin preguntas

Sánchez se pone la coraza informativa ante los escándalos del Gobierno: ni Bildu, ni inmigración, ni guerra interna, ni periodistas...

Sánchez se pone la coraza informativa ante los escándalos del Gobierno: ni Bildu, ni inmigración, ni guerra interna, ni periodistas...

El 14 de diciembre de 2015 durante la campaña electoral para el 20 de diciembre, el hoy presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le atizó la siguiente frase a su predecesor, Mariano Rajoy, en un pleno del Congreso: "Señor Rajoy, ¿sabe cómo le llaman a usted en términos coloquiales? Como el del plasma". Cinco años después, el hoy inquilino de la Moncloa parece haber hecho bueno a su predecesor con la única salvedad de que, ahora, sin preguntas sí hay cobertura.

El presidente Sánchez ha protagonizado este viernes en un nuevo acto acto blindado, sin periodistas, sin preguntas y sin polémicas ficticias ni fake news en el marco de esa gira propagandística por las comunidades gobernadas por el PSOE, en la que el presidente del Gobierno pretende ponerle cara, la suya, al reparto de los fondos europeos. Visitas relámpago y vía plasma con las que la Moncloa ha reformulado los Aló Presidente del confinamiento. Del primer estado de alarma al segundo, ofrece la misma dosis de propaganda y de preguntas, es decir, ninguna.

Como en el ministerio de la verdad de Orwell, el presidente coloca sus anuncios y responde a las preguntas que se formula él mismo, lo cual le ha permitido resistir una semana sin dar explicaciones de su pacto con Bildu y despreciando las preguntas de la oposición en el Congreso.

Este viernes lo ha vuelto a hacer desde La Rioja. Tras visitar la Comunidad Valenciana y Navarra, Sánchez ha recalado en una localidad cercana a Logroño, Agoncillo. La Moncloa ha llevado al límite su coraza informativa al presentar su plan en el Museo Würth de arte moderno, en un polígono industrial pegado al aeropuerto, a menos de 5 Km de distancia de donde ha aterrizado el Falcon presidencial.

Allí no ha hablado de ninguna de las polémicas que afectan al Ejecutivo: ni Bildu, ni inmigración, ni la guerra interna en el gobierno de coalición que se hace oposición a sí mismo entre Pablo Iglesias, Nadia Calviño o Margarita Robles.

Sánchez no quiere "ruido"

El presidente manifestó su voluntad de no distraerse en "el ruido de debates estériles" ni en "el simple jugueteo político" y se centró en colocar los anuncios que traía bajo el brazo comenzando por un plan de vacunación que aprobará el martes que viene el Consejo de Ministros: "España será el primer país de la UE junto con Alemania en tener un plan de vacunación. Nuestras previsiones son que una parte muy sustancial de la población española podrá estar vacunada con todas las garantías a lo largo del primer semestre de 2021". Su segundo anuncio consistió en un plan para la hostelería que aprobará "próximamente el Consejo de Ministros para complementar a las medidas que ya están aprobando las comunidades autónomas para proteger a este sector especialmente dañado por la pandemia".

Y un tercero, una Ley para la Formación profesional que pretende terminar lo que ha iniciado la Ley Celaá: "Una Ley que está diseñada con un objetivo bien claro y es iniciar un proceso de transformación y modernización de nuestro sistema educativo y formativo que nos lance definitivamente a un escenario de progreso, desarrollo y justicia social".

Anuncios sin fechas, ni partidas económicas, ni beneficiarios... las cosas que suelen preguntar los periodistas en una de las semanas con más ruido interno en Moncloa y en la que Pedro Sánchez termina como empezó el lunes en Ferraz: cerrando la puerta y silenciando la crítica.

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