El presidente del Gobierno sigue sin mencionar la palabra tabú de su irreconocible pacto con Bildu. Una semana después de cerrar ese acuerdo presupuestario, Pedro Sánchez evitó responder directamente a la pregunta concreta de Libertad Digital sobre si Bildu es un interlocutor válido, pero sí lo hizo de forma indirecta.
"Aunque le pese a algunos, esos 198 escaños representan a la España legítimamente votada. La España democrática está representada en esos 198 escaños. Las siglas que le importan a este gobierno son las siglas de P.G.E. porque las necesitamos. No podemos seguir trabajando con unos Presupuestos de 2018", señaló Sánchez sin responder a la cuestión sobre su cambio de postura desde que decía que "jamás pactaría con Bildu".
Un partido democrático que sigue jaleando los homenajes a etarras, lo cual ha motivado el apercibimiento hace unos días del Parlamento Europeo a España. Preguntado también por este periódico por el reproche que le merece al presidente que el alcalde de Bildu en el municipio vasco de Galdácano se niegue a retirar los carteles de apoyo al asesino de Ernest Lluch, el presidente Sánchez liquidó la cuestión con apenas tres palabras: "Pues qué quiere que le diga... me parece fatal. No lo comparto".
La guerra interna con Podemos
En otro orden de cosas, el presidente tuvo que salir al paso de las discrepancias internas en la coalición de gobierno en su semana más convulsa, con enmiendas pactadas por Podemos con ERC y Bildu de espaldas al PSOE, y enfrentamientos directos entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, el vicepresidente Pablo Iglesias y su secretaria de Estado, Ione Belarra.
Sánchez tampoco quiso contestar al contenido del tuit de Belarra en el que culpó a Robles de "hacer daño al Gobierno" por ser "la ministra de los poderes que quieren que gobiernen PP y Vox". Se limitó a decir que "la coalición funciona de manera razonable" y que "tienen todos los ministros mi confianza, mi empatía, y que una de las mejores cosas que le pueden pasar al país es que la coalición de gobierno esté liderando este país". Descartó, por tanto, los rumores de una posible crisis de Gobierno tras la aprobación de las cuentas públicas.
Vacunación en 2021
El jefe del Ejecutivo se explayó con el que quería que fuera el tema central de su rueda de prensa: el plan de vacunación en España cuyo anuncio central fue que "en casi cualquier escenario razonable, habrá 13.000 puntos de vacunación que están desplegados en toda España y que van a garantizar un acceso equitativo" a la vacuna. Y se mostró optimista en el proceso de vacunación teniendo en cuenta los precedentes en la vacunación de la gripe: "En apenas unos meses hemos vacunado a 14 millones de personas".
A diferencia de lo ocurrido desde que en el mes de junio se levantara el estado de alarma y se descargara por parte del Gobierno toda la responsabilidad a los territorios, Sánchez anunció que la vacunación se hará bajo una estrategia única de vacunación para todo el territorio nacional que "se ha diseñado con un grupo de expertos multidisciplinar en el que se incluyen expertos de las comunidades autónomas pero también expertos en bioética".
Ignora las protestas a la Ley Celaá
Sobre la reforma educativa y las protestas multitudinarias en las calles, el presidente aseguró que "lo que queremos es modernizar y garantizar la equidad y la excelencia en el sistema educativo" pero no quiso valorar las manifestaciones que se produjeron este domingo en varias comunidades autónomas.
Como ya hiciera el pasado viernes en un acto en La Rioja, Sánchez reiteró que el siguiente paso será aprobar una Ley de Formación Profesional que, a su juicio, "conecta con el sentir de muchos padres y madres de muchos jóvenes que ven con incertidumbre su desarrollo educativo y formación para poder encontrar un puesto de trabajo en el futuro".