La Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) ha convocado manifestaciones en Barcelona y Tarragona ante la inminente aprobación en el Senado de la denominada ley Celaá, el Proyecto de Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe). El objetivo de la entidad es que el español sea lengua vehicular en la enseñanza en toda España. También reivindica "que se ponga fin a la inmersión obligatoria en Cataluña que vulnera los derechos lingüísticos de los alumnos catalanes, excluyendo al español y a la cultura española de nuestras escuelas", reza la nota de la convocatoria.
Según la AEB, "no hay respeto a la diversidad lingüística y cultural de nuestro país si no se garantiza que el español y las otras lenguas oficiales, en los territorios en donde estén reconocidas, sean lenguas en la enseñanza".
La AEB está organizado una marcha de vehículos en Barcelona para el próximo domingo que partiría a las doce del mediodía de la plaza Francesc Macià en dirección a la plaza de Cataluña. En el caso de Tarragona, la caravana saldría del aparcamiento del barrio de Bonavista con final en la plaza Imperial Tarraco. En el caso de Tarragona, además de la AEB también convoca la Asociación Cataluña por España. Los organizadores han decidido realizar una marcha de vehículos por razones de salud pública y recuerdan que el derecho de reunión es un derecho fundamental que no se ve afectado por las restricciones a la movilidad.
ERC se ha jactado de haber forzado la eliminación de la condición de lengua vehicular para el español en la enseñanza, una iniciativa que había partido de la Plataforma per la Llengua, organización dedicada a denunciar el uso del español en Cataluña. Según deslizó el partido republicano, la aceptación de la enmienda contra el español era una de las condiciones para facilitar la aprobación de los Presupuestos.
La Asamblea por una Escuela Bilingüe ha sido noticia esta semana por haber logrado que la autoridad catalana de Protección de Datos haya abierto un expediente a la Universidad de Lérida y a siete institutos de Cataluña por realizar una encuesta a alumnos de familias inmigrantes en la que se les preguntaba entre otras cosas si eran independentistas y si se sentían catalanes o españoles.