Dos trabajadores audiovisuales de la campaña electoral de Podemos en las elecciones generales del 28 de abril 2019 han asegurado en sede judicial que nunca vieron a los empleados de la consultora chavista Neurona supuestamente contratados por 363.000 euros por el partido de Pablo Iglesias.
Dichos empleados han comparecido este lunes en calidad de testigos ante el titular del juzgado de instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, con el objetivo de esclarecer si la consultora chavista Neurona realizó los trabajos audiovisuales para los que fue contratada por el partido o si bien la formación de Iglesias suscribió un contrato simulado con la consultora para desviar dinero desde sus cuentas.
Fuentes presentes en la declaración consultadas por Libertad Digital aseguran que los testigos han afirmado que nunca vieron, ni conocieron a los supuestos empleados de la consultora chavista Neurona contratados para realizar trabajos audiovisuales del partido. Los dos testigos habrían señalado en sede judicial que no supieron de la existencia de los supuestos trabajadores de Neurona, ni personalmente, ni por referencias de terceros.
Las mismas fuentes apuntan que ambos empleados de la formación de Pablo Iglesias han afirmado al juez que ellos se limitaban a retransmitir en "streaming" (directo o grabado a través de internet) los actos electorales de Podemos. Ambos testigos han declarado durante hora y media aproximadamente.
La ronda de declaraciones ha comenzado con Tirso Nohales Escribano, cámara de Podemos para las campañas electorales. Según la Asociación de Juristas Europeos Prolege, que ejerce de acusación popular en la causa y fue quien pidió a Escalonilla esta citación, este empleado hacía el mismo trabajo para el que fue contratada Neurona.
A continuación, el juez ha escuchado a Silvia Santana, también trabajadora de la campaña electoral de Podemos en 2019 en la prestación de servicios audiovisuales "de cara a comprobar la realidad de prestación por Neurona Comunidad S.L. de los servicios que presuntamente le fueron contratados por el partido político", según constaba en el auto de citación.
La investigación del juez
La investigación de Escalonilla se centra en el contrato que Podemos suscribió con Neurona Comunidad S.L. por valor de 363.000 euros para que realizara labores de consultoría política con motivo de dichas elecciones, ya que tanto el juez como la Fiscalía Provincial de Madrid y el Tribunal de Cuentas ven indicios de que pudo ser un contrato simulado para desviar dinero.
En concreto, el titular del juzgado de instrucción número 42 de Madrid ve "indicios racionales" acreditativos de que los cobros efectuados por Neurona a Unidas Podemos "no tuvieron como finalidad el pago de servicio alguno prestado", sino que habrían sido contratos simulados para ocultar "una distracción de dinero" de las cuentas del partido constitutiva de un delito electoral, conforme ha expuesto en sus autos.
En este contexto, una de las cuestiones principales es dilucidar si Neurona hizo realmente el trabajo para el que fue contratada por Podemos, aunque para ello subcontrató a la empresa mejicana Creative Advice, y si hubo algún tipo de duplicidad con los trabajos que ya hacían los propios empleados de la formación política, algo sobre lo que los tres testigos podrían arrojar luz.
Podemos ha aportado a la causa más de 1.400 documentos para intentar demostrar que los servicios se prestaron, si bien Escalonilla ha ordenado a la Brigada de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción (UCDE) que investigue los vídeos entregados pata determinar "la autoría y la fecha de su realización, y cuales otros datos informáticos se puedan obtener", según señaló en un auto.