Vox ha presentado un escrito en el Tribunal Supremo oponiéndose a la concesión de los indultos a los golpistas del 1-O por parte del Gobierno tras ser condenados por delitos de sedición. La formación de Santiago Abascal ejerció la acusación popular en la causa.
En el escrito, al que ha tenido acceso Libertad Digital, Vox señala que se opone "de forma rotunda porque además de no concurrir las circunstancias para ello, el mensaje que se está ofreciendo por parte del Gobierno sería la más absoluta impunidad de los delitos cometidos contra el orden constitucional".
"La sedición por la que se condena", añade, "y con ella el ataque frontal, directo llevado a cabo por los golpistas sería anulado de un plumazo, y con ello dar una pátina de legalidad a su actuación a pesar de que la misma pretendió, si no llega a ser evitado, la ruptura total del orden constitucional democráticamente instaurado en España y la fractura territorial de la unidad de España".
Vox recuerda que "en ningún momento, los condenados manifestaron o trataron de impedir las consecuencias lesivas de sus acciones, que sólo fueron evitadas por las medidas de seguridad previstas para evitarlo, motivo por el cual, incluso, a nuestro juicio debió ser apreciada la mayor gravedad del asunto y la concurrencia del tipo penal de rebelión, según apreció la acusación pública y también esta acusación popular".
"No caben más contemplaciones sobre las actuaciones delictivas, ni tampoco se debe consentir que el Gobierno por intereses partidistas, electoralistas o ideológicos pretenda utilizar este medio para blanquear una actuación delictiva que de ninguna forma puede ser interpretada como un posicionamiento político, sino como una vulneración de la legalidad", afirma el escrito.
No concurren "criterios de justicia y equidad"
La acusación popular considera que "la especial circunstancia de que los penados, utilizaron los cargos electos en unos casos y designados en otros, para sus propias finalidades al margen de la legalidad, de forma delictiva, y desvirtuando los mismos, cuando eran ellos mismos los que debieran ser los primeros protectores del mismo, impide que ahora pudieran beneficiarse de ninguna gracia".
"En criterios de equidad, no concurre presupuesto de desproporcionalidad de la pena, circunstancia verificada no sólo por el Tribunal sentenciador, por el Tribunal Constitucional también. Para Vox, no existe el más mínimo motivo para apreciar la utilidad de la concesión de la medida de gracia. No existe ningún interés general para ello, ni tampoco beneficio para la sociedad con ello", afirma el escrito.
Mensaje de Vox al Gobierno
Vox traslada también un mensaje al Gobierno de Pedro Sánchez: "Una eventual justificación del indulto basada en motivos ideológicos sería la manifestación burda de la utilización ideológica, partidista e incluso electoralista, una vez más, de las instituciones democráticas, y con ello se produciría la devaluación de la calidad democrática en España".
"Los condenados", añade el documento, "no han puesto de manifiesto de ninguna forma que la pena haya cumplido su función, con ello la pena no ha cumplido su fin resocializador, que solo podrá ser logrado cuando aparezca acreditado que ha desaparecido la necesidad de pena. No es el caso. Ninguno de ellos manifestó, antes, durante o posteriormente, ni siquiera de forma indirecta la aceptación y reconocimiento de culpabilidad, cuestión mínima para poner de manifiesto la finalidad restauradora y resocializadora de las penas".
"Al contrario, los penados, siempre que han tenido ocasión, manifestaron su voluntad de repetir los actos si tuvieran ocasión. Es más, una vez conocida la sentencia, en su entorno se incitó para ejercitar la forma más violenta que pudieran su repulsa, debiendo recordar los altercados que se produjeron en Cataluña en esas fechas", destaca.
"No encontramos ninguna utilidad en eliminar de facto una condena, eliminando así la gravedad de los hechos que, en un alzamiento atentaron contra la integridad territorial de España, atentaron contra la Constitución, de la que nos dotamos todos los españoles", concluye Vox.