Según recoge el diario La Opinión de Murcia, los hechos ocurrieron en la mañana del sábado en la parroquia de San Lázaro de la localidad de Alhama de Murcia, de la que el líder socialista murciano fue alcalde y donde tiene su lugar de residencia.
De acuerdo con esas informaciones, la policía hizo acto de presencia en el templo al recibir un aviso de que se habían sobrepasado todos los límites de aforo establecidos como consecuencia del coronavirus. Una vez personados los agentes, el público asistente tuvo que desalojar la iglesia y el párroco, como responsable, ha sido propuesto para una sanción que podría llegar a los 60.000 euros.
Se da la circunstancia de que la alcaldesa de la localidad, también del PSOE, estaba presente de igual forma en la ceremonia acompañando a su hija.
Diego Conesa, secretario general del PSRM-PSOE, organizó el día anterior una rueda de prensa en la que, entre otras cosas, apeló a la responsabilidad individual y colectiva de la ciudadanía y al cumplimiento de las normas dictadas por la autoridad sanitaria. La región de Murcia es, en estos momentos, una de las regiones con mayor incremento de los casos de contagio y una presión hospitalaria que ya ha superado el récord establecido durante la primera ola de la pandemia.