El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso encabezado por Cuca Gamarra quiere frenar las críticas internas, evitar que los diputados puedan protagonizar declaraciones contra la dirección de la formación como, por ejemplo, las realizadas hace unos días por Cayetana Álvarez de Toledo.
Tras las elecciones catalanas, la que fuera portavoz del PP aseguró en una entrevista en El Mundo que "Pablo Casado había defraudado las esperanzas depositadas en él" y "había quedado acreditada su incapacidad para reconstruir el constitucionalismo". Días después, en otra entrevista en Es La Mañana de Federico, la diputada por Barcelona afeó a la dirección de su partido haber renunciado "a la bandera de la regeneración de la Justicia" en la negociación con el PSOE para la renovación del CGPJ.
Infracciones leves, graves y muy graves
Justo después de esas entrevistas de la exportavoz popular, para frenar esos "ataques internos", el Grupo Parlamentario Popular actualizó sus estatutos en el Congreso y en el Senado para equipararlos a los del partido, que son más concretos y severos con estas críticas.
Tal y como adelantó El Confidencial, en este cambio se ha incluido la sistematización de las infracciones, que las diferencia entre leves, graves y muy graves. Eso sí, se han unificado las sanciones a las de Génova, pero no se agravarán.
Ahora, las declaraciones de una diputada como Álvarez de Toledo se podrían considerar una infracción "grave" si, explican desde el PP, se considera que "comprometen políticamente al partido sin contar con la autorización expresa" de la dirección.
Apuntan diputados populares que este cambio no tiene efectos retroactivos. Pero si un diputado realiza a partir de ahora este tipo de manifestaciones, sí que podría ser sancionado incluso con una multa económica.