Comienza la cuenta atrás para la Semana Santa y son muchos los españoles que se preguntan si podrán salir de su comunidad aprovechando los festivos que se avecinan. La respuesta, sin embargo, sigue siendo una incógnita. Las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid habían levantado tal polvareda que el Ministerio de Sanidad había decidido in extremis incluir el asunto en el orden del día del Consejo Interterritorial de Salud que se celebraba este mismo miércoles, pero la falta de acuerdo ha llevado a Sanidad a posponer la decisión a la próxima semana.
El objetivo parece claro: lograr un criterio unánime. Y las intenciones del Gobierno, también. Para el departamento que dirige Carolina Darias, la única manera de evitar una cuarta ola de coronavirus es mantener los cierres perimetrales y el toque de queda. "Nuestro objetivo sigue siendo salvar vidas, no salvar semanas", ha dicho la ministra este miércoles.
Comunidad de Madrid
La Comunidad de Madrid es partidaria de mantener la región abierta de cara a Semana Santa, siempre y cuando la situación epidemiológica lo aconseje. Éste es el mensaje que han transmitido en los últimos días tanto la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, como el vicepresidente, Ignacio Aguado.
El pasado lunes, Ayuso se mostró partidaria de esperar a ver qué hacían el resto de las comunidades autónomas, pero añadió que serían "sensibles" a la actividad económica. Este miércoles ha sido más explícita y ha afirmado que "a priori" no es partidaria de cerrar Madrid: "No soy partidaria de cerrar nada, pero tampoco de ampliar los toques de queda, porque aún tenemos las UCIS en una situación complicada y porque esto puede cambiar en cualquier momento y darnos un susto".
En paralelo, el vicepresidente madrileño, ha ido un paso más allá y ha manifestado, a título personal, su idea de que las personas vacunadas puedan circular libremente por todo el país durante estas fechas. "Al menos, las personas vacunadas deberían poder moverse libremente por todo el territorio nacional. Ahora bien, creo que lo suyo sería que el gobierno de España marcara una estrategia de movilidad para todo el país", ha defendido Aguado.
En todo caso, la última palabra la tendrá la Consejería de Sanidad y lo cierto es que el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, se ha mostrado más conservador. "En Madrid tenemos 550 pacientes en la UCI, no estoy para festivos", ha asegurado en una entrevista concedida al diario ABC.
Castilla-La Mancha
Las intenciones de Madrid preocupan a muchas comunidades autónomas y, especialmente, a las más cercanas. Así, por ejemplo, Castilla-La Mancha ha lanzado esta mañana un mensaje de súplica al Gobierno de Díaz Ayuso en particular y al Partido Popular en general, para que cierren perimetralmente sus fronteras.
"A la Comunidad de Madrid, lanzarle un mensaje —ha apuntado la portavoz del Ejecutivo castellanomanchego Blanca Fernández— y es que quizá hay que hacer quizás ya un último esfuerzo, porque estamos en pleno proceso de vacunación, pero hay que ser pacientes y hay que seguir esforzándose por nuestros mayores y por las personas más vulnerables. No podemos dejar que la Semana Santa sea una segunda Navidad".
Comunidad Valenciana
Desde la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig también ha aprovechado para arremeter contra la presidenta madrileña: "No puede haber comunidades autónomas que pongan en riesgo el esfuerzo que se ha hecho por parte de todos los valencianos".
Puig ha hecho estas declaraciones en un acto público en el que ha explicado la postura que Valencia defenderá en el Consejo Interterritorial de Salud, que es la de "mantener las restricciones de movilidad vigentes" entre las comunidades autónomas. No en vano, fuentes de su Ejecutivo aseguran que ya se ha puesto en contacto con todos los presidentes de las comunidades limítrofes —Aragón, Murcia, Castilla-La Mancha y Cataluña— y Baleares, para "acordar una posición conjunta de limitar la movilidad durante las vacaciones de Semana Santa y Pascua".
Región de Murcia
Murcia, por su parte, aún no ha aclarado cuál será su postura. Sin embargo, su presidente, Fernando López Miras, ya dijo ayer que están "muy preocupados" y que hay que ser "contundentes al hablar de la Semana Santa" y no generar "falsas expectativas y una sensación de relajación que luego nos lleve a la frustración cuando se produzca probablemente una cuarta ola y tengamos que aplicar restricciones".
En una entrevista en Antena 3, López Miras insistió este martes en la importancia de decir "toda la verdad" a los ciudadanos: "Que estamos todavía en mitad de una pandemia, que todavía no hay un porcentaje suficiente de la población inmunizada y que esta Semana Santa tendrá que ser diferente".
Castilla y León
Lo que sí parece un clamor unánime es la necesidad de consensuar una postura común y, en este sentido, el más claro ha sido el presidente de la Junta de Castilla y León: "Quiero reclamar, rogar, exigir al Gobierno que lidere y coordine cómo actuar en Semana Santa", ha dicho Alfonso Fernández Mañueco.
El dirigente popular ha vuelto a insistir este miércoles en la importancia de que el Consejo Interterritorial de Salud adopte una "postura común", aunque luego pueda ser modulable por las comunidades autónomas.
Cantabria
En esta misma línea, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla: "O todos o ninguno, sería un desastre que cada Comunidad tomase una medida —ha dicho en Espejo Público—. Con que haya 4 o 5 comunidades que tengan malos datos y empiece a haber movilidad ya está el lío extendido por todo el país".
A su juicio, la movilidad podría plantearse si España estuviese globalmente por debajo de los 50 casos. Sin embargo, insiste en que ese escenario aún parece muy lejano, por lo que por ahora lo descarta.
La Rioja
En La Rioja ni siquiera se lo plantean. Su presidenta, Concha Andreu, ya ha anunciado este miércoles que no levantará el cierre perimetral durante la próxima Semana Santa porque la "preocupación" principal de su Ejecutivo es "evitar un repunte de los contagios".
"No hay Semana Santa. No va a haber Semana Santa", ha recalcado. Aun así, ha insistido en que "se potenciará el movimiento interno por el maravilloso turismo de interior" para aquellos riojanos que se quieran desplazar por su tierra para "descansar, despejarse y aprovechar" los días festivos.