Los 12 eurodiputados del primer ministro húngaro, Viktor Orban, han anunciado su salida del Partido Popular Europeo, después de que el grupo haya modificado este miércoles sus normas para expulsar a aquellos miembros que se alejen de los principios que defiende el partido.
De momento, la formación Fidesz, pasará a figurar como en los no inscritos, pero fuentes parlamentarias trasladan a Libertad Digital que casi se da por hecha su integración en el grupo de los Conservadores y Reformistas en el que está también Vox.
Estas mismas fuentes recuerdan que Orban tiene muy buena relación con los principales dirigentes de este grupo como el gobierno polaco de Ley y Justicia, la italiana Georgia Meloni, y el presidente de Vox, Santiago Abascal.
De producirse, el ECR pasaría de tener 63 eurodiputados a 75, lo que le permitirá ganar más peso en la Eurocámara y contar con una de las delegaciones más grandes para adquirir así mayor influencia política. Contaría, además, con dos delegaciones que tienen responsabilidad de gobierno en sus respectivos países: Hungría y Polonia.
Fuentes parlamentarias aseguran que la salida de Orban podría arrastrar a más eurodiputados del PPE, como los eslovacos, provocando una fuga en sus filas que les restaría poder y podría acabar beneficiando al ECR.
Las discrepancias políticas
La ministra de Familia húngara y vicepresidenta del Fidesz, Katalin Novak, ha criticado que la nueva normativa aprobada por el PPE supone "silenciar a sus eurodiputados o limitar su capacidad de representación", según informa Europa Press.
Hasta ahora, para expulsar a una delegación del grupo era necesario que lo solicitaran siete de sus partidos miembros, procedentes de al menos cinco países distintos. Con el nuevo reglamento sirve con la mitad de los apoyos del total.
Orban amenazó con marcharse si se aprobaba esta nueva normativa, antes de que el PPE hiciera oficial su expulsión por defender tesis distintas a las del grupo en materias como la inmigración ilegal, políticas sociales o la economía.