
El Mundo
"Ayuso dobla sus escaños y casi roza la mayoría absoluta con Vox", dice otra de la infinidad de encuestas que rulan por los medios. En El Mundo están inquietos. "Ayuso no puede confiarse. La fortuna suele ayudar a los audaces, pero necesita plantear una campaña ambiciosa que cubra todo el espectro político que va del centro a la derecha, e incluso ensancharlo hacia posiciones socialdemócratas templadas donde se experimenta un comprensible rechazo a la irrupción de Iglesias en escena". Ha estado rápida en cambiar el lema de socialismo o libertad por comunismo y libertad. Hay socialistas que podrían votarla. "Hay mucho más en juego que el poder en Madrid: se trata de defender la viabilidad misma de una alternativa liberal al sanchismo para los próximos años en toda España". Y de quitarnos de encima de una vez el peligro de la dictadura podemita.
Lo cierto es que todo el periódico esta acojonado. Dice Emilia Landaluce que "Cuidado. Pese a las encuestas, en las elecciones del 4 de mayo Díaz Ayuso no va a arrasar a la izquierda que la detesta. Isabel moviliza tanto a la izquierda como Pablo Iglesias a la derecha". Con una ventaja. A Iglesias se le odia tanto que moviliza hasta a los que nunca votan.
"Si queremos que la Comunidad de Madrid no caiga en manos de las izquierdas, hay que votar en conciencia. Isabel no tiene nada fácil ganar las elecciones. Nadie se puede quedar en casa. Madrid se juega la alegría, la libertad, la prosperidad y la eficiencia. Por eso, hay que dejar de lado el triunfalismo por la popularidad de Ayuso y ser consciente de que cada voto va a contar. Madrid puede caer del lado de la izquierda y adiós a ese oasis". Y cuidado con Más Madrid, Iglesias le ha hecho la campaña a Errejón, que es lo mismo que Iglesias solo que con menos testoterona.
Y se habla mucho de él hoy en la prensa por el corte de mangas a Iglesias. Parece que nos hemos olvidado de que Errejón orquestó el intento de moción de censura e incluso quiso que se suspendieran las elecciones.
Dice Santiago González que "uno tiene un entusiasmo contenido por las dotes intelectuales del zangolotino Errejón, pero tan gilipollas tampoco le parece". Y dice un editorial que Errejón "le recordó que ya no puede poner y quitar candidatos a su capricho y que debe deponer esa actitud paternalista y machista que desprecia y minusvalora el trabajo de las mujeres". El machismo forma parte de la naturaleza misma de Iglesias. Él todo lo hace por sus cojones.
Raúl del Pozo es más optimista. "A Pablo Iglesias le espera un Madrid que lo querría arrastrar. Él se ha ganado parte del odio que le tienen. Pablo siempre sorprende y en este momento ha preparado su propia ejecución". Dios te oiga, Raúl.
Dice Federico Jiménez Losantos que "le faltó decir como en el mitin célebre "aquí estamos mis pelotas y yo... pero al macho alfa del rebaño morado se le entiende todo". ¿Seguro que no lo dijo? Y ojo, "se nos escapa la función esencial de su candidatura, que es unirse a la moción de censura contra Ayuso del PSOE, Inés y Errejón. Una operación que continúa, continuará y triunfará si el PP sigue tan lelo como en Murcia, o en Madrid, que, si no es por Ayuso, hoy estaría ya en manos social-comunistas, con Aguado como presidente de escaparate". Federico recuerda que "es lo mismo votar a Inés que a Pablo: todo irá al mismo saco electoral. A los hombres del saco de la Moncloa, de Caracas... y de Lledoners". Ni un voto a los traidores de Ciudadanos.
El País
"Más Madrid desbarata el intento de Iglesias de liderar el asalto de Madrid". Hasta ellos mismos admiten que es un asalto. La venganza se sirve en plato frío. "Más Madrid tiene veinte escaños, Podemos, siete. ¿Por qué iba a imponer su estrategia el líder de la formación que menos apoyos tiene?". Qué pregunta más tonta. Hablamos de Pablo Iglesias, profundamente enamorado de sí mismo.
"Los resultados dirán si la opción de concurrir separados en esta crucial cita fue acertada", dice el sesudo editorial. "Hay algunos riesgos en la división del bloque progresista", dice en referencia a la extrema izquierda radical que quiere apoderarse de Madrid.
Ayuso está "dispuesta a gobernar con la extrema derecha", en referencia a Vox, un partido que nunca se ha salido de la Constitución, no ataca al Rey, ni mucho menos ha organizado actos violentos como la ultraizquierda, los golpistas y los bilduetarras con los que gobierna Sánchez.
"La entrada de Iglesias en la competición electoral también es un síntoma de la importancia trascendental del pulso político en una región capital". Es un síntoma de que está enfermo de vanidad. Él, dice El País, viene a salvarnos de la "alianza perversa del conservadurismo con los ultras de Abascal". Si esa alianza nos libra de la alianza perversa del socialismo con los ultras de extrema izquierda, bienvenida sea.
Y hoy estrenan insultos contra Ayuso. "Anarcolibertaria y nacionalista", "vestida de ropajes mediáticos de corte trumpista". Lo de anarcolibertaria me encanta. Lo de nacionalista tiene su gracia en un periódico que apoya todos los ultranacionalismos periféricos. Y no hay medio escrito más trumpista que El País cuando habla de Ayuso.
ABC
"Errejón ajusta cuentas con Iglesias y rechaza su tutela". "Solo un altísimo concepto de sí mismo y su propia soberbia han podido empujar a Iglesias a exigir a Errejón unas primarias para que las supuestas bases de Más Madrid y Podemos se pronunciasen sobre a quién preferirían como cabeza de lista", dice el editorial. Como si no supieran los errejonistas que el autoritario Iglesias maneja las primarias como su cortijo.
"Difícilmente Iglesias va a poder conciliar a toda la izquierda madrileña y aunar en torno a su candidatura una mínima expectativa de éxito, toda vez que la movilización de la derecha contra Sánchez y Podemos promete ser histórica. Además, y a priori, la crisis terminal de Ciudadanos parece llamada a beneficiar demoscópicamente a Isabel Díaz Ayuso".
"Pretender ahora una confraternización de la izquierda con la coartada de frenar el avance del nuevo fascismo —una solemne bobada—, y todo bajo su mando como única solución, por supuesto, solo convierte a Iglesias en un líder desorientado, incapaz de distinguir con criterio entre realidad y ficción". Tanta serie, Pablo, tanta serie.
Ignacio Camacho pronostica que "habrá mucho ruido de aquí a mayo, y va a empezar este sábado con una secuencia de guerrilla urbana y furor incendiario" alentado por la izquierda y la ultraizquierda. "Luego vendrán las mareas de colectivos sociales en orden escalonado para activar el voto de los abstencionistas por cansancio. La estrategia consiste en llegar al 4-M con un contexto civil inflamado". Lo típico de la izquierda. "Mucho jaleo, conspiraciones, polarización máxima, vuelcos, sobresaltos, sorpresas, tensión, riesgo". Agárrense que vienen curvas.
Manuel Marín dice que "Errejón ya no va a sujetarle el cubata, que una cosa es la unidad de la izquierda y, otra, la cara de cemento armado". Que no se nos olvide que Errejón fue fundador de Podemos. Son las dos caras de la misma moneda.
La Razón
"Iglesias seguirá de diputado en el Congreso si no gana a Ayuso en las elecciones de Madrid". Incluso podría volver a Moncloa. Lo que tenemos claro es que no va a renunciar a vivir como un marqués. Solo ha venido a dar la nota.
Marhuenda dice que "Iglesias se puso en plan macho alfa y decidió que Más Madrid se tenía que someter a Podemos para mayor gloria suya. ¿A qué cabeza se le ocurre resistirse al privilegio de someterse a Iglesias? El vicepresidente debe estar asombrado en su despacho intentando entender la negativa de la doctora Mónica García, que no tiene su proyección y el amor de los madrileños. Es más, hasta Gabilondo debería rendirse y acudir a la Moncloa para rendir pleitesía al salvador de Madrid y el dique que impedirá la victoria de la derecha". A estas alturas los motivos de Iglesias son inescrutables, es imposible que esté tan chalado.
Casi todos los columnistas retratan a Iglesias, el personaje más odiado de la política española.
Sólo David del Cura se centra en lo que nos jugamos y avisa a Ayuso. Iglesias va a tratar de "mantener una tensión dialéctica con Ayuso. Resultará muy sugestivo para la presidenta madrileña participar en la escalada verbal y la polarización para aglutinar a la derecha en el voto útil". Pero que tenga en cuenta que Iglesias "es ahora un enemigo político disminuido. Dotarle de una entidad que no tiene puede ser un riesgo innecesario". Mejor no distraer al enemigo cuando se equivoca. Con quien hay que andarse muy al loro es con Más Madrid, el mismo perro que Podemos pero con otro collar. Y en Madrid tiene mucho más peligro.