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La ley Celaá renuncia a memorizar contenidos y distingue entre "saberes básicos" e "interesantes"

"No se puede aprender todo lo que nos gustaría aprender antes de los 16 años", señaló durante la presentación del nuevo currículo el profesor Coll.

"No se puede aprender todo lo que nos gustaría aprender antes de los 16 años", señaló durante la presentación del nuevo currículo el profesor Coll.
La ministra de Educación, Isabel Celaá durante la sesión de control al Gobierno este miércoles en el Congreso. | EFE

El futuro currículo escolar renunciará a la "visión enciclopédica" de los contenidos y apostará por dotar a los alumnos de las competencias necesarias para afrontar "los retos y desafíos" del mundo actual. Para ello, la reforma que prepara el Ministerio de Educación abre la puerta a que los centros educativos dispongan de mayor autonomía de modo que puedan "aterrizar" ese enfoque de competencias a la práctica diaria.

Así lo han explicado este viernes, durante la presentación del "Nuevo currículo para nuevos desafíos", la ministra de Educación, Isabel Celaá; César Coll, profesor de Psicología de la Educación de la Universidad de Barcelona y miembro del grupo de expertos que han colaborado en la redacción del currículo de enseñanzas mínimas, y Guadalupe Jover, profesora de Secundaria de Lengua y Literatura.

Celaá ha explicado que se necesitan "ciudadanos con competencias multifacéticas, interdisciplinares e integradas" que ayuden a reducir "la fisura existente" entre lo que el sistema educativo ofrece "y lo que verdaderamente necesitan aprender los alumnos de cara a su integración en un mundo globalizado".

"Una certeza es que ya no es suficiente un aprendizaje memorístico y acumulativo, por eso apostamos por una propuesta competencial que contempla ámbitos curriculares en los que se trabajan de forma interdisciplinar aprendizajes de varias materias, ello favorece la codocencia y el trabajo colaborativo del alumnado", ha añadido Celaá. Es una propuesta —ha subrayado— que sigue incluyendo "los saberes relevantes no desde un enfoque descriptivo, memorístico, sino haciendo entender al alumnado su funcionalidad y su sentido", además de conectar los conocimientos del profesorado con elementos innovadores y "consolidar" la autonomía curricular de los centros.

Durante la presentación, César Coll ha subrayado que uno de los objetivos que persigue la reforma es que todos los estudiantes sepan afrontar los retos, a nivel personal y global, al término de sus estudios obligatorios.

Las competencias que se identifican dentro del denominado "Perfil de salida del alumnado al término de la educación básica" son las de comunicación lingüística; plurilingüe; matemática y en ciencia y tecnología; digital; personal, social y de aprender a aprender; ciudadana; emprendedora y en conciencia y expresión culturales. Dentro de cada una de estas, la reforma propone un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes.

Según Coll, este enfoque competencial no es nuevo pero hay dificultad para aterrizarlo en la práctica concreta en las aulas. Modernizar el currículo -ha añadido el experto- no puede limitarse a la revisión y actualización de los contenidos sino que hay que cambiar el modelo y los criterios de selección de los contenidos, apostando por renunciar a las visiones enciclopédicas.

En la reforma, ha dicho, se apuesta por "diferenciar entre los saberes básicos, en el sentido de que quien no logra realizar estos aprendizajes durante la educación básica, ve su futuro personal y profesional seriamente comprometido porque son aprendizajes que luego es muy difícil adquirir si no se hacen en el momento adecuado, de aquellos otros que son interesantes pero que se pueden hacer sin mayor coste posteriormente".

"No se puede aprender todo lo que nos gustaría aprender antes de los 16 años", ha subrayado Coll, quien ha matizado que no se trata de reducir los contenidos sino de apostar porque todo el alumnado tenga acceso al aprendizaje "imprescindible y que tiene posibilidad de acceder a una ampliación de los aprendizajes deseables" después.

La reforma apuesta asimismo por una "autonomía curricular real" de los centros, de modo que puedan adaptar el modelo a su contexto y situaciones.

Durante el acto, Guadalupe Jover, profesora de Educación Secundaria de Lengua y Literatura, ha sintetizado en tres los problemas principales a los que se enfrentan los profesores: la extensión de los contenidos, su fragmentación y su inadecuación al mundo real.

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