Nuevo ejemplo de supremacismo nacionalista catalán. El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, el doctor Jaume Padrós, y el secretario de Salud Pública de la Generalidad, el también médico Josep Maria Argimon, han arremetido contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su gestión de la pandemia. Según estos doctores, si en Cataluña se hubieran aplicado las mismas restricciones que en Madrid, habría que añadir seis o siete mil muertos a los más de 21.000 fallecidos por coronavirus en la región.
Según han declarado ambos en una entrevista en la emisora oficial de la Generalidad, Catalunya Ràdio, "las decisiones de Madrid tienen un precio en muertes que la sociedad catalana no hubiera permitido". Aludían a que las restricciones en Madrid en sectores como el comercio o la hostelería son menos lesivas que en el Principado.
Según Argimon, "en Cataluña hay unas instituciones, una sociedad civil y los propios opinadores que no lo hubieran permitido. La misma sociedad catalana no lo hubiera permitido". Padrós ha añadido que "el precio de la vida en Madrid es más bajo que en Cataluña, social y políticamente", supuesto que ha atribuido a que la situación en Madrid "está muy politizada".
A pesar de la presunta excelencia catalana en la gestión de la pandemia en comparación con Madrid, la región de Cataluña es la que presenta los registros de vacunación más bajos de España. Así, mientras en Andalucía el porcentaje de mayores de ochenta años que ha recibido al menos una dosis es del 90,8%, en Cataluña este porcentaje sólo llega al 53,8. El 58,1% de los mayores de ochenta años de Andalucía ya han recibido las dos dosis. En Cataluña, sólo el 32,6%. Madrid ocupa una posición intermedia, con un 68,5% de mayores de 80 que ha recibido una dosis y el 42,2% que ya ha recibido las dos.
Argimon será el próximo consejero de Salud si Junts per Catalunya (JxCat) arrebata la consejería a ERC en las negociaciones para formar gobierno regional. Padrós, por su parte, fue diputado de CiU en tiempos de Pujol y el médico que atendió a los golpistas presos en la parodia de huelga de hambre que algunos de ellos llevaron a cabo hace dos años.