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Alerta máxima ante una izquierda fuera de sí: "Habrá violencia y manipulaciones trágicas" como el 11-M

La campaña se desmadra y muta en una serie de Netflix con una cartita amenazante por día.

La campaña se desmadra y muta en una serie de Netflix con una cartita amenazante por día.
Pablo Iglesias con el puño en alto. | EFE

El Mundo

"El PSOE hace campaña con la amenaza de un esquizofrénico". Están haciendo tal ridículo que son el pitorreo nacional.

El editorial contempla estupefacto el espectáculo que está dando la izquierda "desesperada". Se superan cada día. "La radicalización está quebrando una contienda marcada por la estrategia de tensión de la izquierda a raíz de las amenazas denunciadas por varios cargos públicos". Unas amenazas que sortean sospechosamente todos los controles.

"Es infame que la izquierda lo aproveche con fines electoralistas", se les está yendo la mano. "Iglesias afirmó ayer que el fascismo forma parte del programa de Ayuso", lo que en boca de un dictador bolivariano como el líder comunista suena a chiste.

"No sorprenden tales exabruptos en quien ha hecho del insulto un instrumento de agitación perenne. Lo que resulta especialmente reprobable es que Gabilondo, a las órdenes de la mercadotecnia de Moncloa, se eche en brazos de la radicalidad y defienda los cordones sanitarios" mientras a Bildu le reciben con los brazos abiertos.

Jorge Bustos recuerda "el hostión que encajó Rajoy en diciembre de 2015 durante la campaña electoral", cuando un chaval con problemas mentales le arreó un puñetazo de los de verdad. "El propio Rajoy, preguntado por los periodistas, quitó hierro a un incidente que, de haberlo sufrido un Sánchez o un Iglesias, habría escalado en décimas de segundo a la categoría de atentado".

Pero tras montar un circo de llantos y lamentos, se supo que era obra de un zumbado. Y se jorobó la fiesta. "Es jodido creerte el Che Guevara cuando tu revolución de pared acolchada te la madruga López Ibor".

Recuerda Bustos todos los atentados de la izquierda desde ETA hasta los adoquines de Vallecas. "Pese a que la violencia política aquí parte sistemáticamente de la orilla izquierda, un PSOE derrotado en las ideas y superado en la gestión huye desesperadamente a 1936 y pone al pobre Gabilondo a hacer de miliciano de parque temático como una Lastra cualquiera". El sanchismo –el PSOE ya no existe– se ha entregado a la violencia del caudillo Iglesias. No parecen darse cuenta de que Iglesias solo provoca terror.

El País

"Ayuso mantiene una ventaja amplia pero aún necesita a Vox". Dice Kiko Llanera, analista de las encuestas de El País, que el numerito de Iglesias en la SER no sirvió para nada. "El sondeo de Metroscopia hizo la mitad de sus entrevistas ayer lunes, después del debate naufragado del viernes en la SER y de todo lo que ha seguido. Es lógico preguntarse si estos sucesos han movido, están moviendo o moverán votos. Tendremos más datos a lo largo de la semana, pero de momento el sondeo no encuentra grandes cambios del viernes al lunes y la izquierda solo recupera alguna décima". Y como sigan con el cuento de que Vox y Ayuso mandan cartas asesinas al final se volverá contra ellos. A ver qué se inventan ahora, esperemos que no haya que lamentar víctimas de verdad.

Carlos Cué entona el cántico de que "la campaña de las elecciones madrileñas ha explotado" a favor de la izquierda. "El ambiente tóxico de la campaña empeora así casi por horas. Quedan siete días y la tensión no para de crecer, en un clima enrarecido que cada vez preocupa más a dirigentes políticos de ambos lados". ¿De ambos lados? Pero si los que están emponzoñado están en el gobierno de la nación.

"La decisión de Vox de burlarse de las amenazas y decir que 'apestan a montaje' ha roto todos los códigos". ¿Los códigos de quién, de Iglesias?

"La izquierda exige un cordón sanitario a Vox como el que se realiza en Francia o Alemania a los aliados políticos de la formación de extrema derecha. Pero eso parece más lejos que nunca". Será porque los mismo que exigen ese cordón gobiernan con la ultraizquierda podemita y se apoyan en formaciones como Bildu o ERC. Es un hecho que resta bastante credibilidad al PSOE que no podría dormir con Iglesias en el Gobierno y que no iba a pactar jamás con Bildu, si quiere se lo repito otra vez.

"Los candidatos del bloque de izquierda, en especial Ángel Gabilondo, del PSOE, exigieron este lunes al PP que garantice que no gobernará con Vox", mientras ellos gobiernan con la extrema izquierda radical de Podemos. Gabilondo, el que empezó diciendo que no gobernaría con este Iglesias y acabó suplicando su apoyo —Pablo, tenemos 12 días—. Otro que tal baila.

"La campaña ya solo tiene un eje: la emergencia democrática que la izquierda está lanzando para movilizar el voto contra Vox", encabezada por el caudillo podemita amenazando a los periodistas y alentando la violencia. "Es casi imposible que el ambiente mejore antes del martes. Y es difícil que lo haga después". Eso dependerá mucho de la izquierda y sus terminales mediáticas. Desde el 11-M no se había visto nada igual.

Félix de Azua le echa valor y dice, alto y claro, que "en el bloque de ideología extrema o fanática dominan dos grupos, Podemos (Pablo Iglesias) y Más Madrid (Mónica García)". "Junto a estos dos grupos está también Vox, la derecha tradicional. La verdad es que hasta el momento sólo han recibido pedradas de grupos fascistas antifascistas, pero aún no tienen un programa claro. No me fío". Me quito el sombrero ante Azúa , hay que ser muy valiente para decir la verdad en un medio tan tóxico.

"Hay tanto obispo en el PP que sólo me queda Ciudadanos, partido que ha cometido un sinnúmero de errores y los está pagando al borde de la extinción. Pero no quiero que desaparezca, sino que se restablezca y apoye a Ayuso. De modo que ya saben lo que estaré votando cuando me lean: la resurrección". Si en Cs hubiera más gente como Azúa no se hubiera ido al carajo.

ABC

"La izquierda usa las amenazas para señalar a la derecha". Dice el editorial que "una vez más, y son innumerables desde la aciaga campaña de 2004, la izquierda está recurriendo a la crispación extrema y a la sobreactuación de su victimismo para convulsionar las urnas de forma desesperada", las típicas "técnicas radicales de agitación" con un Iglesias fuera de sí.

"La alerta antifascista está de nuevo recreada, como lo están el discurso del miedo, los dejes totalitarios de Pedro Sánchez, o la apología de una violencia que es justificable si proviene de la izquierda, pero peligrosa si llega de la derecha". Y eso que la única violencia real que hemos visto provenía de la izquierda, aún no hemos visto a Rocío Monasterio lanzar adoquines contra Iglesias.

Iglesias, el director de esta pantomima, "olvida las apelaciones de Podemos a la guillotina contra la Familia Real, la cal viva en el Congreso, las agresiones de jarabe democrático a la derecha, la defensa de las piedras de Vallecas contra Vox… La izquierda va a generar una convulsión irrespirable en lo que resta de campaña". Que la izquierda iba a incendiar la campaña lo sabíamos desde el mismo momento que Ayuso convocó elecciones, y no nos cupo ninguna duda cuando machoman Iglesias cogió su caballo y alzó su espada para venir a dar la batalla a los Madriles.

Luis Ventoso avisa: "A Sánchez puede salirle mal. Los madrileños perciben que el PSOE está forzando la máquina muchísimo más de lo aceptable... Y Ayuso sigue subiendo". Hombre, los ves a ellos mesándose los cabellos, rasgándose las vestiduras, oh, ah, uy, a mi la guardia, y ves a Ayuso tan pancha y no hay color.

Isabel San Sebastián dice que "si alguien carece de autoridad moral para hacer tantos aspavientos por un sobre con cuatro balas es el líder de Podemos". "Pablo Iglesias jamás ha expresado su solidaridad con quienes durante cuatro décadas recibieron balas similares no en el buzón, sino en la nuca". Al contrario, siempre ha manifestado su simpatía por los asesinos. Y ahora quiere dar pena. Pablo, entérate, das miedo, mucho, mucho, mucho miedo.

La Razón

"El PSOE agita las amenazas ante la presión de Podemos". Lo hace encantado. Critica el editorial la desafortunada frase de ayer de la ministra Maroto tras la carta del loco. "Hoy todos los demócratas estamos amenazados de muerte si no paramos a Vox en las urnas". Hoy todos los demócratas estamos amenazados de muerte si no paramos al socialcomunismo.

"La irresponsabilidad de la Moncloa en esta operación va más allá de lo que se puede esperar, pero el destrozo causado será de consecuencias incalculables".

"No esperamos que haya una rectificación una vez conocida la identidad del autor, porque la obcecación socialista les ha llevado a perder el norte y ceder el protagonismo a un Iglesias necesitado de que le escuchen, aunque sea invocando la violencia, pero sí que Pedro Sánchez frene esta estrategia manipuladora e inmoral capaz de jugar con la estabilidad del país". Pero si Pedro Sánchez es el instigador. Pablo es el ejecutor, las dos cara de una moneda.

José Antonio Vera entiende que, "desahuciado por las encuestas, al de Galapagar le va la vida en estas elecciones. ¿Quién envió las balas?". Lo que está claro es que este guion de serie de Netflix le viene al pelo, con lo que le gusta a él dramatizar y hacerse la victimita —recuerden la campaña de las cloacas—.

Recuerda Vera cuando "pegaron a Mariano Rajoy, rompiéndole las gafas. O cuando le enviaron balas a Javier Arenas y a Rita Barberá. O el escrache a Soraya, en la puerta de su casa, justificado como medicina democrática por el líder morado. Claro que Rajoy, Arenas, Barberá y Soraya eran fascistas, y a los fascistas es un deber pegarles, enviarles balas, insultarles y escrachearles en la puerta de sus domicilios y delante de sus hijos. Pero a Iglesias en Galapagar, no".

Marhuenda flipa. "La izquierda política y mediática no acepta ningún cordón sanitario para sus amigos de Bildu. En cambio, sí se utilizan las amenazas de desequilibrados con fines partidistas porque resulta útil en el objetivo de movilizar a la izquierda".

"Esta sobreactuación, cuando saben que no estamos hablando de ETA sino de desequilibrados o provocadores, muestra que se sienten tan inseguros como desesperados. El centro derecha no tiene nada que ver con la gentuza que ha mandado esos sobres que, por cierto, no han sido detectados por Correos que es una empresa que controla el gobierno". Ahí lo dejo.

José María Marco se prepara para lo peor teniendo a la izquierda desbordada. "De aquí al próximo martes habrá más trampas, más provocaciones y tal vez, como tantas veces ha ocurrido en la historia electoral de nuestra democracia, hechos violentos y manipulaciones trágicas, siempre por parte de la izquierda y los nacionalistas. La tendencia viene de las jornadas del 11 al 14-M, cuando cualquier acto pasó a ser lícito con tal de ganar unas elecciones". Lo recordamos bien.

Abel Hernández se teme lo mismo. "Las izquierdas, casi a la desesperada, pondrán todos los obstáculos imaginables, con mucho ruido y mucha fanfarria anti-Vox, al triunfo arrollador del Partido Popular", todas las telepodemos al rojo vivo, etc. "En esto de crear discordia y producir estrépito para atemorizar al personal van de la mano Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, que siguen siendo socios. A ver qué se inventan ahora después de la extraña historia de las cartas con balas, que nadie escaneó, y después de la teatral espantada de la SER. Algo se les ocurrirá en este final de trayecto tormentoso antes de que llegue mayo florido y hermoso". Al menos que eviten hacer más el ridículo. Y la policía que haga su trabajo: ¿Quién ha sido el que mandó las balas?

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