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Revilla dice que estudia pedir protección por los hosteleros y que ni con ETA se lo planteó

El presidente cántabro se presenta como una víctima de un sector de los hosteleros tras la polémica de la comida.

El presidente cántabro se presenta como una víctima de un sector de los hosteleros tras la polémica de la comida.
Miguel Ángel Revilla celebrando el día de Europa en plena polémica | EFE

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha comparecido ante los medios para referirse a la polémica comida en un restaurante de Santander, donde fue acusado por hosteleros de consumir en un interior y fumarse un puro mientras los bares siguen clausurados a excepción de las terrazas.

Ante la prensa, ha dicho que no tiene "ninguna sensación" de haber hecho nada mal y afirma que no piensa dimitir, como pide la oposición. Después de ha presentado como una víctima de una "presión tremenda" por parte de un grupo de hosteleros que, según ha dicho, "le está haciendo la vida imposible" yendo a actos en los que participa para "boicotearles", lanzarle "improperios y amenazas".

De hecho, ha asegurado que, incluso, esta situación de "hostilidad general hacia su persona" está afectado a miembros de su familia y ha relatado que incluso "han violentado" la vida de su hija pequeña, a la que el otro día grabaron cuando tiraba la basura y le llamaron "todo tipo de cosas impresentables", algo que, según ha dicho, "no va a tolerar".

Por ello, Revilla, que cree que este grupo podría estar "alentado" por algunos partidos políticos, ha asegurado que está "pensando" en pedir protección, algo que no hizo ni cuando apareció en los papeles de ETA, porque no solo están "coaccionando" su vida de presidente sino que incluso "están llegando a su círculo familiar".

Así, ha indicado que va a pedir a la Delegación de Gobierno que, sobre todo, en los actos públicos en los que tiene que participar en sus labores como presidente y en el que por la acción de este grupo "muy bien organizado" se ve "coartado" y "coaccionado", haya "un poco de vigilancia".

Después, se ha desentendido de las medidas que han enfrentado a su gobierno con el sector: según ha dicho, vienen determinadas por la Consejería de Sanidad y no por él. A la oposición, que se ha lanzado en tromba contra él tras la polémica, le ha pedido que no "alienten" o justifiquen este tipo de comportamientos y situaciones porque "empiezan así y acaban en otra cosa". "Cuidado con alentar a estos grupos", ha advertido Revilla.

La versión del puro

El presidente cántabro ha expuesto después los hechos en torno a la comida, según su versión. Ha afirmado que fue invitado por unos empresarios "muy importantes" en este restaurante de Santander, ubicado en la calle Castelar porque querían hablarle de un "nuevo proyecto" inversor para Cantabria que se estaban planteando.

Para ir a la comida, salió del Gobierno y de camino se encendió un puro. Cuando llegó al restaurante, Revilla pidió un cenicero para aprovechar tras la comida el resto del puro que quedaba, el cual fue grabado por este grupo, que le acusó de haber estado fumando en la mesa.

Al ser increpado por este grupo afirmó que el puro no era suyo, según se puede ver en los vídeos hechos público, pero hoy ha reconocido que sí era suyo, aunque ha negado que fumara en la comida.

Ante algunas imágenes que también ha sido emitidas con el puro, Revilla ha señalado que pueden haberle grabado o hecho fotos con él en la mano pero "nunca en la boca".

En cuanto al espacio donde se produjo la comida, Revilla ha desmentido que fuera en el interior del local, sino en una "especie de terraza", un "espacio abierto" -ha dicho- con ventilación por "arriba", en "un lado y en el otro".

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