Una historia típicamente catalana. Una diputada de la CUP haciéndose la heroína del independentismo ante los morros de los Mossos d'Esquadra, utilizando su condición de parlamentaria en la cámara catalana para demostrar que el independentismo tiene carta blanca y barra libre para hacer lo que le dé la gana. La diputada es Laia Estrada y la secuencia ha tenido lugar a las puertas del Parlament, sitio en el que ha retado a la policía autonómica a que la detengan. Como es obvio, ninguno de los agentes presentes dentro y fuera del Parlament ha recogido el guante.
Laia Estrada participó en las manifestaciones organizadas en Tarragona contra el Consejo de Ministros que montó Pedro Sánchez en Barcelona el 21 de diciembre de 2018. Un atestado de los Mossos d'Esquadra la implica en los disturbios y por eso fue citada a declarar dos veces. Se le imputa un delito de desórdenes públicos. Hizo caso omiso de las citas. Ante su negativa, el juzgado de instrucción número 6 de Tarragona ha emitido una "protocolaria" orden de búsqueda y captura.
La diputada ha reaccionado convocando a la prensa a las puertas del parlamento catalán para hacer declaraciones rodeada por los diputados y diputadas de su grupo. Y se ha puesto farruca. "Ahora hay muchos agentes alrededor. Si me quieren detener, hagámoslo rápido y acabemos ya con esta historia", ha declarado. También ha dicho que "del Estado nos esperamos palos, pero de la Generalidad, no. Y cuando hablamos de los Mossos d'Esquadra hablamos de la Generalidad".
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La diputada Laia Estrada explica l'ordre de cerca i captura del jutjat num6 de Tarragona.#ÚltimaHora 👇 pic.twitter.com/1OXNiz24kG
— CUP Països Catalans (@cupnacional) May 13, 2021
No es la primera vez que dirigentes de la CUP desoyen las citaciones judiciales y se hacen detener por los Mossos. Un concejal de Vich y la alcaldesa de Berga se negaron a comparecer ante el juez y fueron conducidos amablemente por los Mossos cuando se emitió la correspondiente orden. El concejal de Vich fue llamado a declarar por un delito de odio y la alcaldesa de Berga, por la guerra de las banderas. Pero no han sido los únicos. Los miembros de la CUP ya están acostumbrados. Los mossos, también. En las conducciones a los juzgados, los citados son tratados como auténticos "vips".