Menú

La presidenta del 'Parlament' dedica el último pleno a abroncar a Garriga y retuitear los elogios que recibe

Entre amonestaciones y advertencias a Vox, Ciudadanos y PP, Laura Borràs mata el tiempo metida en Twitter.

Entre amonestaciones y advertencias a Vox, Ciudadanos y PP, Laura Borràs mata el tiempo metida en Twitter.
Laura Borrás | EFE

La presidenta del Parlamento de Cataluña, la neoconvergente Laura Borràs, tiene dos ocupaciones favoritas durante los plenos de la cámara autonómica: abroncar sin motivo alguno a los diputados de la oposición y escudriñar Twitter para redifundir los elogios de sus fans, según denuncia el digital "e-notícies". La degradación en el cargo ha llegado a extremos nunca vistos hasta ahora en un hemiciclo donde se gestó un golpe de Estado con participación de su entonces presidenta, la republicana Carme Forcadell. Pero a diferencia de Borràs, Forcadell acostumbraba a ceñirse a ciertos protocolos de cortesía con los diputados rivales. También su sustituto, Roger Torrent, de ERC.

Borràs ha tomado la presidencia de la cámara como un trampolín político y no tiene reparo alguno en llamar al orden al dirigente de Vox Ignacio Garriga, de origen guineano, acusándolo incluso de racista. Las intervenciones de Borràs oscilan entre la suficiencia y la prepotencia y están provocando la indefensión de los diputados, a quienes impide el uso de la palabra hasta en el caso de alusiones. El personaje ha revelado un perfil autoritario tan grosero que es censurado hasta por diputados de ERC y de su propio grupo, Junts per Catalunya (JxCat).

El afán de protagonismo de Borràs es tal que además de abroncar de muy mala manera a los diputados su otra ocupación favorita durante las sesiones del Parlament es retuitear los mensajes favorables a su ejercicio de la presidencia del Parlament. Su cuenta personal da muestra de la frenética actividad de difusión de los empalagosos elogios de sus seguidores. A Borràs le gusta que se la imaginen como presidenta de la Generalidad, que le digan que es la mejor, o que personajes como Lluís Llach la animen en su disparatada cruzada contra Vox.

En la sesión de este jueves, Borràs sólo dejó de tuitear para encargar que los servicios de la cámara le prepararan una especie de salvoconducto a Laia Estrada Cañón, la diputada de la CUP en búsqueda y captura por haberse negado dos veces a comparecer en el juzgado que la investiga por desórdenes públicos. Hecho lo cual, volvió a Twitter, pero esta vez a la cuenta "institucional".

Temas

En España

    0
    comentarios