Los intentos políticos para crear una policía autonómica de verdad en Galicia no son nuevos. Pero, eso sí, hasta ahora esos movimientos siempre habían venido desde el nacionalismo, que había tenido el apoyo de los socialistas gallegos. La novedad puede ser el apoyo directo o indirecto del PP de Alberto Núñez Feijóo, a tenor de los últimos movimientos del partido en la cámara gallega, que han hecho saltar las alarmas.
Las sirenas de alerta sonaron el antepenúltimo día de abril. El Parlamento gallego aprobó una proposición de ley del BNG para comenzar a negociar con el Gobierno central el traspaso de la competencia de Tráfico y Seguridad Vial. No era la primera vez que salía adelante pero, como ya se ha mencionado, sí fue la primera vez que el PP, que controla la Xunta, permitió con su abstención que la propuesta saliera adelante. La vez anterior fue con gobierno PSdG-BNG.
El traspaso de esta competencia puede sonar totalmente diferente a la creación de una policía autonómica, y lo es, pero la realidad es que las tres únicas comunidades autónomas que tienen trasferida esta competencia son las tres únicas que tienen cuerpo policial propio: Cataluña (Mossos d´Esquadra), País Vasco (Ertzainta) y Navarra (Policía Foral), aunque en esta última todavía se está en el traspaso del control efectivo de Tráfico entre ambas administraciones, ya que los forales todavía no están preparando para asumir el control.
Se da la circunstancia también de que son esos cuerpos autonómicos los que gestionan Tráfico y Seguridad Vial. Algo a todas luces normal, debido a que es prácticamente imposible poder gestionar a los operativos destinados a estos menesteres si no tienes capacidad alguna para controlar a las Fuerzas de Seguridad del Estado en la región, que son competencia exclusiva de la Delegación del Gobierno y las respectivas subdelegaciones de Gobierno provinciales.
La única forma sería explorar con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil un sistema similar al de las unidades de Policía Nacional adscritas a las comunidades autónomas. Un sistema que funciona desde hace años en todas las regiones y cuyo éxito es más que relativo.
La polémica generada obligó de inmediato al PP a hacer sus aclaraciones. "En ningún caso el PP de Galicia quiere apartar a la Guardia Civil de las carreteras gallegas. Pedimos que no se malinterprete la votación. Somos consecuentes con lo que hemos votado en otras ocasiones. Siempre hemos reclamado las competencias administrativas en materia de tráfico", dijo Miguel Ángel Tellado Filgueira, secretario general de los populares gallegos.
Días después Tellado insistió en sus mensajes en una radio local: "Siento la preocupación que hemos creado, pero algunos han querido malinterpretar políticamente el sentido de una votación. Demandamos competencias administrativas que en ningún caso suponen retirar a la Guardia Civil de las carreteras gallegas. Nosotros queremos más Guardia Civil. Reclamamos permanentemente al Gobierno que necesitamos más agentes de la Guardia Civil en Galicia".
Las dudas dentro de la Guardia Civil
Esta situación ha hecho saltar de su silla a muchos dentro del Instituto Armado. La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), con representación en el Consejo de la Guardia Civil, fue la primera en poner el grito en el cielo ante la posibilidad que esta medida aprobada en el Parlamento gallego fuese el principio del fin de la Agrupación de Tráfico en territorio gallego, como ha pasado recientemente en Navarra.
Consideran "una falta de respeto, y una falta de consideración a todos los guardias civiles presentar esta propuesta de ley" y califican como "una falta de respeto a los ciudadanos, pues es una propuesta con un vacío, y una falta de fundamentación enorme" el hecho de que los partidos la hayan apoyado directa o indirectamente.
"En ningún momento se aportan cuestiones técnicas, simplemente se habla de ‘una realidad social e institucional gallega’. Realidad que no se corresponde con lo que la población pide y necesita en la calle. ¿Cuántas manifestaciones ha habido reclamando una policía propia? ¿Cuántas manifestaciones habrá si se decide cerrar un cuartel de la Guardia Civil? ¿Por qué Galicia necesita un modelo policial que será mucho más caro, y con toda seguridad mucho menos eficaz?", plantean desde APROGC.
"Puestos a pedir, quizá interesaría crear una policía de tráfico provincial, para gestionar mejor la problemática del tráfico provincialmente y no hacerlo centralizado desde Santiago de Compostela", ironizan desde esta asociación de guardias civiles.
Vox lleva el tema al Congreso
El primer movimiento político antes esta situación ya se ha producido esta misma semana. Vox ha presentado una proposición no de ley en la comisión de Interior del Congreso de los Diputados para que el Gobierno adopte "todas las medidas necesarias para garantizar la presencia y el mantenimiento de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en la Comunidad Foral de Navarra y en la Comunidad Autónoma de Galicia".
En el mismo comunicado en el que se hacía este anuncio, el parlamentario Iván Espinosa de los Monteros aseguraba que "siempre estaremos al lado de los Agentes de la Guardia Civil, del mismo modo que ellos han estado y siguen estando, protegiendo y asegurando los derechos de todos los ciudadanos de nuestro país. Esta proposición no de ley es sólo una más de las medidas que tomaremos –todas las que estén a nuestro alcance– para defender y agradecer a la Guardia Civil y para preservar la igualdad real entre todos los españoles vivan en La Coruña, en Cádiz, en Barcelona o en Bilbao".