Calma tensa en la frontera de Ceuta. Los efectivos de las GRS (Grupos de Reserva y Seguridad) de la Guardia Civil y los militares que están apoyándoles en la zona –pertenecientes a La Legión y al Tabor de Regulares– continúan desplegados este miércoles a lo largo de todo el perímetro fronterizo de la ciudad autónoma con el objetivo de tratar de frenar los posibles asaltos de inmigrantes al vallado de la ciudad.
Las autoridades marroquíes han empezado a cumplir con su cometido y los gendarmes están impidiendo que los grandes grupos de inmigrantes que en los últimos dos días habían llegado al vallado no puedan hacerlo. Hoy no se han abierto las puertas del vallado alauí para facilitar el paso. Aun así, algunos grupos pequeños están llegando a los límites de la ciudad de Ceuta, lo que está haciendo que los GRS lancen algunos botes de humo a la zona intermedia entre los vallados de ambos países.
Los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior indican que en las dos primeras jornadas de caos migratorio, provocado por unas autoridades de Marruecos a las que no les ha importado poner en riesgo la vida de centenares de menores de edad con tal de provocar un problema al Gobierno español, han entrado de manera ilegal en nuestro país más de 8.000 inmigrantes ilegales, de los que unos 1.500 serían menores de edad.
Hasta las 13.00 horas de hoy, el departamento de Fernando Grande Marlaska reconoce que ya se ha producido la devolución a Marruecos de 5.600 personas, la gran mayoría de ellos siguiendo el sistema conocido como devoluciones en caliente, un método que fue denostado y demonizado por los socialistas cuando quienes estaban en el Palacio de la Moncloa eran los dirigentes del PP.