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Avisan a Sánchez de que las víctimas del golpe no son los golpistas sino los catalanes que cumplen las leyes

Una veintena de entidades constitucionalistas catalanas denuncia que los indultos "reafirmarán el monstruo del supremacismo".

Una veintena de entidades constitucionalistas catalanas denuncia que los indultos "reafirmarán el monstruo del supremacismo".
Pedro Sánchez y Pere Aragonés | EFE

El constitucionalismo catalán no opina lo mismo que los obispos y los miembros del Cercle d'Economia sobre los indultos. Una veintena de entidades contrarias al separatismo han elaborado una carta que pretenden entregar mañana en mano al presidente del Gobierno con ocasión de su conferencia en el Liceo. En dicha misiva le exponen que "las víctimas del proceso secesionista catalán no son los gobernantes que incumplieron las leyes y malgastaron los fondos públicos, sino los catalanes que también nos sentimos españoles, cumplimos las leyes y que, desde hace muchos años, somos privados de nuestros derechos más elementales".

Por si no les fuera posible acceder al líder socialista, los dirigentes de estas organizaciones harán una lectura pública de la carta delante del Liceo, lugar donde está previsto que Sánchez protagonice el mitin de los indultos. La lectura correrá a cargo de Francisco Oya, de Profesores por el Bilingüismo y Dori López, de Hablamos Español.

Según estas entidades, la concesión de los indultos comportará la persistencia de las políticas separatistas: "Seguirán prohibiendo el uso del español en la enseñanza y la Administración excluyéndolo de las empresas, públicas y privadas y de los medios de información públicos. Estos indultos servirán para permitir que siga el adoctrinamiento contra España y para promover un nuevo referéndum de autodeterminación".

También consideran que "indultar a unas personas que han dicho que no están arrepentidas y que lo volverán a hacer, es apoyar que puedan seguir incumpliendo las leyes y las sentencias judiciales, y que se pueda seguir insultando al Jefe del Estado, ofendiendo los símbolos nacionales, no condenando las agresiones a las fuerzas y cuerpos de seguridad, atacando las sedes de partidos políticos constitucionalistas, cortando carreteras y calles, como la Meridiana desde hace más de un año, saqueando comercios, quemando contenedores, etc., es decir, permitiendo que se siga amedrentando a los ciudadanos que no son separatistas".

Las entidades firmantes son Acció per la Millora de l'Ensenyament Secundari, Aixeca´t (Levántate), Asociación Espanya i Catalans, Asociación Hablamos Español, Asociación por la Tolerancia, Catalogne Peuple d'Espagne, Cataluña Suma Por España, Cataluña por España, Centro libre de Arte y Cultura, Convivencia Cívica Catalana, Foment Català, Fundación DENAES, Jupol, Jusapol Cataluña, LaSilenciosaCat, Mozos de Escuadra por la Constitución, Plataforma de Policías Represaliados por el Odio Nacionalista, Profesores por el Bilingüismo, Somatemps y Unidad Hispanista.

El texto íntegro de la carta es el siguiente:

La política de los sucesivos gobiernos de España siempre ha priorizado mantenerse en el poder gracias a indignidades como aceptar los votos de los secesionistas catalanes, a cambio de concederles todas las competencias que han pedido y de permitirles el incumplimiento de leyes y sentencias judiciales, algo que ha comportado la pérdida de derechos elementales de muchos ciudadanos de Cataluña.

Ahora, por el mismo motivo, que es seguir ostentando el poder, el Gobierno de España pretende indultar a quienes en justicia fueron sentenciados por haber declarado la independencia de Cataluña, unos presos que no han solicitados ser indultados y que han manifestado su intención de reincidir. Todo ello se hace contra el criterio del Tribunal Supremo, el de colectivos de juristas y el de los principales partidos de la oposición. En octubre de 2017 se desarrolló un golpe postmoderno contra el Estado español para imponer un régimen totalitario.

Porque esto es el separatismo catalán históricamente: un movimiento supremacista e hispanófobo, impulsado por una oligarquía corrupta e irresponsable, que separa a los catalanes entre vencedores, los que quieren la secesión, y vencidos, los que nos oponemos a este proyecto ilegal e ilegítimo, que promueve el distanciamiento del resto de España fomentando el odio y prohibiendo el uso del español impunemente desde las escuelas y los medios de información. Las víctimas del llamado "proceso independentista" no son los políticos separatistas, somos todos los españoles, especialmente los catalanes constitucionalistas.

Estos indultos reafirmarán el monstruo del supremacismo. Seguirán prohibiendo el uso del español en la enseñanza y la Administración excluyéndolo de las empresas, públicas y privadas y de los medios de información públicos. Estos indultos servirán para permitir que siga el adoctrinamiento contra España y para promover un nuevo referéndum de autodeterminación en el que solo votarán los catalanes, a sabiendas de que el marco jurídico nacional e internacional no reconoce ese derecho a la región catalana, pues la soberanía nacional sólo reside en el conjunto del pueblo español.

Los nacionalistas catalanes, como todos los nacionalistas excluyentes, son un peligro para la convivencia, ya que no promueven el respeto a las libertades de los ciudadanos, sino su sometimiento a un pensamiento único: el nacionalista. No respetan la obligada neutralidad de las instituciones públicas, sino su instrumentalización para la propaganda separatista. Indultar a unas personas que han dicho que no están arrepentidas y que lo volverán a hacer, es apoyar que puedan seguir incumpliendo las leyes y las sentencias judiciales, y que se pueda seguir insultando al Jefe del Estado, ofendiendo los símbolos nacionales, no condenando las agresiones a las fuerzas y cuerpos de seguridad, atacando las sedes de partidos políticos constitucionalistas, cortando carreteras y calles, como la Meridiana desde hace más de un año, saqueando comercios, quemando contenedores, etc., es decir, permitiendo que se siga amedrentando a los ciudadanos que no son separatistas.

Las verdaderas víctimas del proceso separatista catalán somos los ciudadanos catalanes que también nos sentimos españoles. Exigimos al gobierno de España que no anteponga sus intereses de partido al interés de todos los españoles, en especial al de los españoles que vivimos en Cataluña. Es indignante tener que plantear cuestiones tan elementales en una democracia. De ninguna de las maneras nos vamos a resignar a que se nos trate como ciudadanos de segunda. Estos indultos otorgan privilegios a políticos condenados por sedición y malversación, mientras se deja a merced de estos a las verdaderas víctimas.

La Generalidad de Cataluña representa al Estado en esta Comunidad Autónoma de España y tiene competencias en ámbitos esenciales para la vida cotidiana de las personas, con la capacidad de coacción que ello supone, que es una forma de violencia latente, y que se agrava especialmente en el caso de los funcionarios, sobre los que planea la amenaza del expediente disciplinario injusto, con sus secuelas de acoso laboral y privación de salario, un arma demoledora para el bienestar de las personas y para la neutralidad de la Función Pública. En suma, la impunidad que transmiten estos indultos repercutirá negativamente en las vidas de los que nos oponemos al proyecto secesionista.

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