El Mundo
"Los indultados capitanearán el 'procés' pese a la inhabilitación". Salieron con un "renovado mensaje de desafío al Estado, 'amnistía, autodeterminación e independencia'". "Los golpistas "repudiaron el miércoles, con mayor o menor intensidad, con matices y diferentes grados de beligerancia, el relato del 'reencuentro y la concordia' pregonado durante las últimas semanas desde Moncloa. Anunciaron su regreso y presentaron los indultos como una derrota de España ante la determinación separatista". La concordia os la podéis meter por donde os quepa. Bravo, Pedro, bravo, lo has bordado.
Dice Javier Redondo que "los desafíos y festejos de los separatistas liberados tras cobrarse una pequeña parte por su apoyo al Gobierno han tornado en balbuceos los pretextos argüidos con ampulosa flema por las terminales mediáticas de Sánchez". Vaya ridículo de los ferreras, tanta concordia, tanta valentía, tanta magnanimidad y salen estos y le escupen en la cara.
"En sanchilandia aprietan los dientes esperando que pase este amargo sorbo que los separatistas apuran con chasqueo de lengua y fogosos abrazos". No se cortaron un pelo.
"El supremacismo fue ayer una fiesta contra más de la mitad de Cataluña, abandonada otra vez a la suerte de la soflama, el chantaje y el privilegio". Pues que se joroben. Primero van y votan a Illa, y después se dedican a hacerle los coros a Sánchez con la bondad de los indultos cuando deberían haber defendido al Rey que fue el que dio la cara por ellos. Y así se lo pagan. Con su pan se lo coman, todos los Javier Cercas de Cataluña.
Dice el editorial que las raciones de concordia que le dieron ayer a Sánchez "no por esperadas resultan menos alarmantes". "Salimos con la cabeza bien alta y con el corazón determinado a ganar lo que no pudimos ganar con el 1-O", "no existe el indulto que haga callar al pueblo de Cataluña", "lo volveremos a hacer" y un sinfín de amenazas más.
"Pero por si no fuesen suficientes manifestaciones de concordia, el portavoz de ERC en el Congreso le puso nuevos deberes al Gobierno", dice con ironía.
Arcadi Espada, defensor de los indultos y crítico con el periodismo de derechas que no tiene tan claro como él que el golpe haya sido aplastado, dice ahora que "la decisión del Gobierno supone no solo el indulto particular de nueve ciudadanos sino el indulto general al Proceso". "Los que viven en Cataluña, no tendrán más remedio, a partir de hoy, que asumir que un grupo de indeseables —que les llevaron a la ruina y al enfrentamiento comunitario, y no se arrepienten— camine libremente por las calles". Me he debido haber perdido algo, porque hace poco Arcadi veía en la carta de Junqueras "la aceptación del nuevo fracaso histórico del catalanismo político, la renuncia a emprender cualquier desafío al Estado y el reconocimiento de que el Proceso fracturó a la comunidad catalana y que la mayoría ahora gobernante debe emprender el camino de lo que el propio Junqueras llama "la reconciliación social". Y los que no lo veían así era por "cresa malicia y craso error".
Ahora Arcadi dice que "el presidente manda a Europa un mensaje inequívoco y fortalecedor: 'Sí, este es un país saturado de fascistas, pero ya lo estamos corrigiendo'. Con la inefable ayuda de quienes han apoyado estos indultos exprés que, en el fondo, solo sirven a los intereses de Sánchez.
El País
"Los indultados salen de prisión llamando a la independencia". Anda, qué sorpresa, no han salido dando las gracias a Pedro el Magnánimo y pidiendo concordia. "En sus discursos han querido dejar claro que su lucha por la independencia continuará y que no pararán hasta lograr la amnistía y la secesión".
Hoy hay un silencio sepulcral en El País. No hay ningún editorial sobre cambios de inercia, ni inflamados artículos de los Vidal Folch de turno exaltando al jefe. Nada. El marrón de defender a los golpistas se lo come Anabel Díez, que dice la pobre que "Casado se queda solo en su estrategia frente a los indultos". "Los ciudadanos no se han volcado en estampar su firma en las mesas instaladas por el PP, pero las encuestas resaltan que una mayoría de españoles está en contra de indultar a los condenados independentistas catalanes". A ver, Anabel, ¿Casado está solo o con la mayoría de los españoles? Porque parece una soledad muy concurrida.
Aclara Anabel que para ella la mayoría de los españoles son "las organizaciones empresariales y la Iglesia, que se distancian de la dura oposición al Gobierno que ejerce el líder popular". Ahhhh, ahora ya nos queda más claro, las organizaciones empresariales y la Iglesias catalana representan a la mayoría de los españoles.
Y es que Anabel está muy dolida por Garamendi. "La respuesta de Casado ha sido la descalificación descarnada a quienes representan al mundo empresarial organizado. El líder del PP ha conseguido sorprender al Gobierno y a la cúpula del PSOE, además de ofender a los anatemizados". Anatemizados son los que discrepan con cualquier decisión de Sánchez, insultados continuamente en este panfleto.
ABC
"No pararán". Luis Ventoso se dirige a Sánchez para decirle que le habría "confortado" haberse equivocado, "que tuvieses razón en tu argumentación y que tras la publicación de los indultos en el BOE se percibiese que, en efecto, sirven para un giro hacia la concordia y el respeto de la ley por parte de los dirigentes separatistas. Desgraciadamente no han pasado ni 24 horas y ya está claro que te has columpiado: escupen sobre tus indultos. No hay ni un atisbo de arrepentimiento, y además la partitura apunta a repetir la embestida". Y esta vez la responsabilidad sí será de Sánchez.
"Te has equivocado, porque has instaurado una doble legalidad en España: la que nos obliga a todos y otra a la carta para los catalanes. Te has cepillado la España de ciudadanos iguales y libres. Te has equivocado, porque no se puede tomar una medida tan trascendente contraviniendo la opinión mayoritaria del pueblo español, sujeto de la soberanía nacional. Te has equivocado, porque son gestos estériles, como muestra el sarao a la puerta de la cárcel" que tuvimos que soportar todos los españoles.
"Pero por encima de todo te has equivocado porque no has creído en tu país. Has preferido plegarte genuflexo ante el desafío retrógrado y más bien xenófobo de unos partidos que para nada representan a todos los catalanes, pues la mayoría de ellos todavía quieren seguir en España. No has dado una, Pedriño". La cagaste, Burt Lancaster, con perdón.
Ignacio Camacho tampoco atisbó una pizca del "clima de reencuentro y buena voluntad que dice perseguir el Gobierno". Más bien, si fuera catalana no indepe estaría ya haciendo las maletas rumbo al exilio.
"Se sienten fuertes porque Sánchez los ha declarado 'de utilidad pública', lo que equivale a conferirles el rango de bienes de Estado, intocables para la justicia y situados en un pedestal de privilegio inaccesible para el resto de los ciudadanos. Y no les falta razón porque sólo ellos tienen la llave de esta legislatura y pueden hacer que los dos próximos años se conviertan para el presidente en un verdadero calvario". Ya se lo dijo clarito Rufián.
Eso sí, "según el argumentario oficial construido en el laboratorio de Moncloa, todo eso no es más que retórica", y "quien piense lo contrario, que a tenor de las encuestas es la mayoría de la población española, está equivocado o se trata de una mala persona insensible a la generosidad, el diálogo, la paz civil y la concordia". Es que todo el que no sea un sanchista convencido es un revanchista y un vengativo.
"Esa actitud hostil es bastante más profunda que la escenificación de un falso distanciamiento 'para consumo interno', por mucha consigna que los trompeteros del sanchismo repitan mañana, tarde y noche en los medios". "Ahora les interesa acumular prebendas para asentar su hegemonía y reorganizar fuerzas. Será entonces cuando sonará la siguiente llamada a la independencia. Y no les importará si en el poder está la izquierda o la derecha". Parece que Sánchez no ha entendido el mensaje que le ha mandado ERC al pactar con Puigdemont la Generalidad en lugar de hacerlo con Illa.
La Razón
"Sánchez blindó los indultos tras los presupuestos". "Los excarcelados piden amnistía e independencia" y que la concordia se la meta Sánchez por donde le quepa.
Dice el editorial que lo de ayer "fue una puesta en escena de verbo inflamado y belicoso, vindicativo de su victoria final sobre el estado 'represor' después de la anulación de la condena decretada por el Gobierno contra el criterio unánime de los magistrados sentenciadores y de la Fiscalía. La derrota del independentismo que se vendió a los españoles tras el golpe de otoño de 2017, la instrucción, el proceso y la pena, pareció más que nunca un triunfo de los enemigos de España. Ninguno de los agraciados con el perdón habló de concordia, convivencia y reencuentro". Ni un simple parlem. Bofetadas en la cara de todos los españoles. No me gustaría estar en el pellejo de los catalanes magnánimos que apoyaron los indultos.
"El clima y la retórica, los ademanes y las poses no acompañaron al nuevo escenario que espera el Ejecutivo". Pero Su Sanchidad no se desalienta, confía en que "la sociedad española olvidará o entenderá que la comodidad de su gobernanza bien valía" este mal trago.
Marhuenda está con el discurso de Sánchez. Los exabruptos de ayer le supieron a poco. "No hay que sorprenderse por la virulencia retórica de los indultados, porque era más que previsible e incluso fueron moderados". Son "tonterías propagandísticas. No hay que tomarlas en serio". Ya, tampoco lo tomamos en serio cuando empezó el proceso y mira cómo terminó. Estos tíos no se paran en barras, y menos con Sánchez en sus manos.