Ha sido todo en cuestión de horas, pero ya está en funcionamiento. El Ministerio de Defensa ha organizado el levantamiento de una gran área de acogida en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, junto a la zona de las pistas de despegue y aterrizaje, donde los traductores afganos que colaboraron con las tropas españolas y sus familias pasarán sus primeras horas en España después de ser evacuados de Afganistán.
La previsión es que en ningún caso pasen más de 72 horas en ellas. Así lo ha dicho este jueves el ministro José Luis Escrivá. A partir de ese momento debe ser su departamento, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el que se encargue de buscar alojamiento para estas familias, además de encargarse a posteriori de monitorizar la integración en el país de estas personas.
La zona de acogida ha sido montada aprovechando algunos hangares cercanos a esta zona, que han sido vaciados a la velocidad de la luz, y ha sido completado con tiendas de campaña de tamaño medio. En los hangares, por ejemplo, se ha montado un comedor que tiene capacidad para dar de comer a cerca de 200 personas por turno. En otros anexos están los dormitorios, que se han llenado con literas de dos pisos y que podrían acoger a 800 personas.
En tiendas de campaña hay varias zonas dedicadas a asistencia sanitaria y atención psicológica –donde nada más llegar se les realizarán pruebas del Covid-19 y se les facilitan mascarillas–, unas áreas dedicadas a la identificación del los afganos, para organizar quiénes han llegado y qué núcleo familiar confirmar, así como una zona de duchas diferenciadas por sexos y otra para menores
También habrá una sala dedicada a que las madres puedan dar el pecho a los bebés, además de zonas que puedan servir para diversas contingencias que se puedan dar. Por último, se ha montado inodoros portátiles y una zona de juegos infantil para que los hijos de los traductores se puedan distraer durante las horas que pasen en la instalación y su estancia en la misma sea lo más llevadera posible.