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La delegada del Gobierno dice que fue engañada con la marcha nazi y rechaza dimitir

Mercedes González dice que "siente en el alma" lo que se vio en Malasaña y no asume ninguna responsabilidad.

Mercedes González dice que "siente en el alma" lo que se vio en Malasaña y no asume ninguna responsabilidad.
La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González | Europa Press

Tras la marcha neonazi en Chueca con gritos contra el colectivo gay, que contó con una sorprendente autorización, la delegada del Gobierno en Madrid ha pedido perdón por los insultos y amenazas vividos y ha afirmado que actuarán tras los informes policiales que se recaben.

Sin embargo, Mercedes González ha rechazado asumir responsabilidad alguna tras lo ocurrido y se ha declarado tan sorprendida como el resto por lo que pasó. En un desayuno informativo en Madrid, González ha afirmado que siente "en el alma que tengan que vivir en sus calles imágenes absolutamente lamentables" pero ha apuntado que la Delegación no autoriza manifestaciones sino que sólo toma conocimiento de una comunicación y puede prohibirlas de forma motivada.

"Hay un derecho constitucional, que es derecho de manifestación. La asociación de vecinos de Canillejas presentó esa solicitud de manifestación contra la Agenda 2030 del Gobierno. También habían convocado otras manifestaciones anteriores en su distrito, con apenas 50 personas, poca convocatoria, sin ningún tipo de altercados. El sábado tampoco hubo ningún tipo de altercado. Por tanto, la Delegación no autoriza, solo puede prohibir y no tenía en su mano ninguna posibilidad de prohibir esta", ha esgrimido.

Un "engaño"

Según González acudirán con los informes policiales a la Fiscalía, que ya ha iniciado por su cuenta una investigación, para ver si aprecia delito de odio. Además, la Delegación iniciará las sanciones administrativas que correspondan ante "el engaño" de esa asociación. "Tenemos todas las armas jurídicas en nuestras manos para que cualquier que quiera engañar a la Delegación sepa que la va a tener enfrente", ha avisado.

La delegada ha pedido de nuevo disculpas a los colectivos LGTBI de Madrid "por haber vivido en sus calles lo que han tenido que vivir". Sin embargo, ha insistido en que el derecho de manifestación "prima". "Otra cosa es que nosotros reprobemos estas manifestaciones, pero desgraciadamente la delegada del Gobierno no puede prohibir manifestaciones porque no comparta el objeto", ha apostillado.

Un Madrid "peligroso"

Respecto a las peticiones, como la de IU, de que dimita por lo ocurrido, Mercedes González ha señalado que entiende que la gente haga política con un hecho como este pero ha apuntado que ellos saben que la Delegación "no puede prohibir manifestaciones por el simple hecho de que no les guste la convocatoria". "Pero esta manifestación no era nada relativa al colectivo LGTBI ni nada por el estilo, sino contra la Agenda 2030", ha reiterado.

La delegada del Gobierno cree que la situación de Madrid "está tan polarizada y confrontada que todos los responsables políticos en Madrid y a nivel nacional tenemos que ayudar a calmar esto porque esto cada vez está más peligroso". "Pido a todos, los que ponen tuits o no, que intentemos tener responsabilidad porque esto es una pira que echamos cada vez más leña al fuego y esto es socialmente peligroso. Madrid es una ciudad abierta, acogedora y tenemos que volver a traer la senda de la convivencia en la ciudad y Comunidad de Madrid", ha afirmado.

"Nadie podía imaginarlo"

En la misma línea se han pronunciado otros socialistas y miembros del Gobierno. La portavoz del PSM Hana Jalloul ha apuntado que no se puede negar el derecho a manifestarse. La manifestación, ha dicho, "se suponía que era por un tema de la agenda 2030" y "nadie podía imaginar que iba a ir un grupo de neonazis". "Si la delegada del Gobierno hubiera sabido que eso iba a ser así, no se hubiera permitido en ningún caso", ha aseverado.

Mientras, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha dicho en una entrevista en TVE que se le "encoge el estómago al escuchar" esas consignas en una manifestación que para el líder de Vox, Santiago Abascal, apesta a "cloaca socialista".

"Nuestro rechazo a estas actuaciones que poco tienen que ver con el contexto democrático de nuestro país y nos retrotraen a momentos en blanco y negro, que no merece la pena recordar", ha añadido. Rodríguez ha explicado que la Delegación del Gobierno toma conocimiento de la celebración de manifestaciones, pero, salvo que existen acontecimientos previos relacionados con los convocantes de éstas, "no se puede actuar en el marco legal".

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