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Prostitutas en pie de guerra contra Irene Montero: "Trabajamos de forma libre y voluntaria"

Las trabajadoras del sexo reclaman que se regule la profesión en vez de prohibirla: "La ley del ‘solo sí es sí’ no es inteligente ni práctica".

Las trabajadoras del sexo reclaman que se regule la profesión en vez de prohibirla: "La ley del ‘solo sí es sí’ no es inteligente ni práctica".
Manifestación en Barcelona contra la abolición de la prostitución. | Cordon Press

El PSOE y Podemos andan en plena carrera para ver quién se cuelga la medalla por abolir la prostitución. Los socialistas insisten en que el asunto requiere una ley integral, mientras que la ministra morada de Igualdad, Irene Montero, asegura que con su ley del "solo sí es sí" sería suficiente. Y mientras tanto, desde las asociaciones de ayuda a las prostitutas denuncian que el Gobierno toma decisiones sin dejar hablar a las mujeres trabajadoras del sexo, lo cual tiene muy poco de feminista.

"Lo que hacen es estigmatizarnos y precarizarnos", nos cuenta Nina, una scort de Madrid. "En mi entorno, todos, todas y todes estamos trabajando de manera libre y voluntaria", nos cuenta Marcos, un gigoló sevillano masculino (que también existen aunque el Ministerio de Igualdad nunca hable de ellos).

"Piensan que detrás de cada prostituta hay un proxeneta y eso es totalmente falso. El problema es que la ministra de Igualdad se maneja con datos totalmente erróneos de asociaciones abolicionistas. Toda la gente que conozco ejerce la prostitución porque le da la gana y porque han decidido que esa es su forma de vida", afirma Emérita, una prostituta trans de Murcia.

"La abolición no es la solución" ha señalado Nacho Pardo, portavoz de Cats (Comité de Ayuda a las Trabajadoras Sexuales). "Esta situación requiere un debate profundo dejando hablar a las protagonistas. La decisión que plantean desde el Gobierno no es inteligente ni práctica".

Según Pardo, prohibir la prostitución supondrá "condenar a la precariedad a mucha gente que se va a encontrar de la noche a la mañana en la calle, con una mano delante y otra detrás y sin poder ejercer". Garantizar la protección económica y social de las prostitutas es una tarea imposible, empezando por el hecho de que son personas que no existen para el sistema: no están dadas de alta en la Seguridad Social, no tienen contrato, no cotizan, no tienen bajas y no tienen paro.

"Solo sí es sí": una ley muy poco feminista

Además, la profesión más antigua del mundo no va a desaparecer porque lo diga una ley, sino que se mantendrá en un ambiente clandestino, el perfecto "caldo de cultivo para mafias que intenten acaparar el negocio". afirma Pardo. Y con respecto a la ley del "solo sí es sí", considera que "es de cajón que tenga que haber un consentimiento para mantener relaciones sexuales. Pero en la ley se está negando ese consentimiento a las personas que ejercen la prostitución alegando que está viciado por razones que se sacan de la manga en cuanto a moralidades y otras historias que no entendemos".

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Manifestación en Barcelona.

Otro "grave error" de la ley de Montero es que "criminaliza y estigmatiza a las prostitutas que quedan reducidas a poco menos que niñas que no saben lo que quieren. Papá Estado y mamá antropóloga saben lo que quieren las prostitutas porque ellas no tienen ni idea", explica Pardo. "Como yo moralmente no estoy de acuerdo con la prostitución, cojo, me invento que el 95% de las prostitutas tienen detrás una red de trata y como están alienadas, no les doy voz para hablar. Eso es muy denigrante. No dar voz a una mujer por el hecho de que ejerce la prostitución, no es nada feminista".

"Aquí hay que hacer un debate profundo, con datos reales de asociaciones serias que afirman que una de cada siete prostitutas tienen detrás a una red de trata (no el 95%) y hay que dar voz a las personas", insiste Pardo.

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