El Ministerio de Igualdad comenzará a contar en sus estadísticas de violencia doméstica, a partir del 1 de enero de 2022, a las mujeres asesinadas fuera del ámbito de la pareja o como consecuencia de agresiones sexuales.
Así lo ha explicado la delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, durante la rueda de prensa mensual para informar dar datos sobre las víctimas. El objetivo, según ha explicado, es ampliar los actuales datos, que se centran en las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, que se inició en 2003, y ampliar las estadísticas, como también se está haciendo legislativamente, a todas las violencias contra la mujer que recoge el Convenio de Estambul.
Por fin desde enero de 2022 se contabilizarán los asesinatos machistas y feminicidios fuera del ámbito de la pareja o expareja. Porque lo que no se cuenta no existe, por justicia y reparación, para avanzar en derechos. Todas juntas frente a todas las violencias contra las mujeres pic.twitter.com/msT9aYzr25
— Irene Montero (@IreneMontero) November 19, 2021
Se agregarán otras categorías, como las muertes por agresión sexual -en los que se incluiría casos como los de Diana Quer o Laura Luelmo o en contexto de trata-, además de los perpetrados dentro del ámbito familiar -por un hombre que no sea el cónyuge-, o en otros contextos más amplios -compañeros de trabajo, empleadores, vecinos-. Rosell ha mencionado también el "feminicidio vicario", fórmula que ha utilizado para mencionar a los niños asesinados por sus padres que no incluye a los niños asesinados por la madre. Desde Igualdad aún no se ha comentado el último caso de este tipo en España.
A dos meses de que estas nuevas estadísticas se pongan en marcha, Rosell ha informado este viernes de que son 37 las mujeres asesinadas por violencia doméstica en lo que va de 2021 y 1.118 desde que se tienen datos, es decir, 2003. Rosell ha explicado que se tratan de las cifras más bajas registradas a 19 de noviembre en la serie histórica pero, aún así, no ha lanzado "las campanas al vuelo" y ha llamado a la "prudencia". Ha señalado que los asesinatos "son la punta del iceberg" de un problema "terrible" que "debajo" tiene muchas más víctimas.