El que fuera jefe de la organización terrorista ETA, Mikel Albisu Antza, ha tenido este martes una cita en los juzgados de San Sebastián. Allí ha tenido que declarar por haber ordenado el asesinato de Gregorio Ordoñez, exlíder del PP de Guipúzcoa y teniente de alcalde de la capital donostiarra, al que los pistoleros de ETA mataron el 23 de enero de 1995 mientras comía en un restaurante próximo al consistorio.
La comparecencia se ha hecho a petición del juez titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Alejandro Abascal, que le ha permitido no desplazarse a Madrid debido a la pandemia de Covid-19 y le ha dejado declarar desde la ciudad en la que reside a través de videoconferencia. Antza ha ido a la sede judicial acompañado por su abogado, Aiert Larralde, uno de los habituales de los criminales de ETA y su entorno.
A su llegada al juzgado, ha sido aplaudido y vitoreado por algunos dirigentes de EH Bildu, la coalición que integra en su seno a Sortu, los herederos de Batasuna-ETA. Allí presentes han estado Aimar Altuna, Rufi Etxeberria, José María Olarra, Reyes Carrere o Iñaki Alegría, entre otros. Portaban pancartas con lemas como 'Konponbidea eta bakea' (solución y paz'), o "Mikel Albisu gurekin (Mikel Albisu con nosotros)".
Una vez finalizado el interrogatorio de Mikel Antza, el juez de la Audiencia Nacional tendrá que decidir si acepta las medidas cautelares de la asociación Dignidad y Justicia, que consisten en que se prohíba su salida de España por apreciar un alto riesgo de fuga y que comparezca ante la justicia cada 15 días. La asociación de Daniel Portero quiere que tanto Antza como Miguel Gracia Arregui 'Iñaki de Rentería', sean condenados por ordenador el asesinato de Ordoñez.