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Presidentes, partidos y hasta sus socios critican a Sánchez por su no gestión de la pandemia

La cogobernanza pregonada por el Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a pinchar y a ser objeto de críticas casi unánimes.

La cogobernanza pregonada por el Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a pinchar y a ser objeto de críticas casi unánimes.
Pedro Sánchez tras la Conferencia de Presidentes por la sexta ola de coronavirus | EFE

Si el Aló Presidente del domingo causó estupefacción entre los líderes de la oposición parlamentaria, el planteamiento y el contenido de la Conferencia de Presidentes han seguido la misma suerte.

Que la tan traída y llevada cogobernanza no funciona es un hecho, porque el requisito para que haya cogobernanza es que, previamente, exista gobernanza. La Conferencia de Presidentes demostró, una vez más, que Pedro Sánchez no tiene ni un plan ni una estrategia para hacer frente a la pandemia y sus oleadas, más allá de ideas de coaching barato como "saldremos más fuertes", "hemos vencido al virus" o "vuelven las sonrisas".

El chusco episodio de las mascarillas en el exterior (anuncio y rectificación en menos de tres horas) sería un ejemplo más, pero no el único. En la rectificación a lo que se filtró a la prensa ("obligatoriedad de mascarilla en el exterior") se iban a introducir tantas salvedades que, en realidad, es difícil saber qué ha cambiado con respecto a la regulación vigente desde junio que se contiene en el Real Decreto-ley 13/2021 de 24 d junio. Habrá que esperar al Consejo de Ministros para ver en qué queda la medida y si hay rectificación o confirmación.

No hay coordinación, no hay liderazgo y no hay cogobernanza, por más que el Gobierno lo repita como un mantra, una y otra vez. La pasividad de Sánchez, salvo cuando quiere presumir de éxitos que ni siquiera dependen de él, como la campaña de vacunación, escandaliza a propios y extraños, a presidentes autonómicos y a la oposición, o a sus socios parlamentarios.

Incluso entre los propios socialistas se está produciendo un giro hacia posturas que se acercan más a la que, desde que se inició la desescalada, ha mantenido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de intentar conjugar la lucha contra el virus y el mantenimiento, en lo posible, de la actividad económica.

A los madrileños nos costó entonces esta postura un estado de alarma ad hoc, con el que Salvador Illa, entonces ministro de Sanidad aspirante a la presidencia de la Generalidad, iniciaba su campaña catalana.

Las propuestas que Sánchez llevó ayer a la reunión con los presidentes autonómicos no gustaron a nadie y fueron calificadas de tardías, insuficientes, poco valientes, temerarias e ineficaces, entre otros calificativos.

Presidentes de CCAA

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha reprochado que la Conferencia de Presidentes no haya servido para fijar una "respuesta común" ante la sexta ola de la covid-19. El presidente del Gobierno, ha dicho, ha "renunciado" a dar una respuesta común a la situación sanitaria pese a que existen comunidades que ya afrontan una situación "muy tensa". "Lo lamento porque, en el fondo, lo que hace el Gobierno central es ir contra sus propios expertos" ha remarcado Núñez Feijóo en referencia a que en la reunión del martes la Comisión de Salud Pública, que reúne a técnicos del Ministerio y de las comunidades autónomas, aconsejó niveles de restricciones en función de la situación sanitaria, pero "hoy el Gobierno no quiso hablar de esto en ningún caso".

Su homólogo vasco, Iñigo Urkullu, ha lamentado la imposibilidad de alcanzar un acuerdo común en la Conferencia de Presidentes y considera en un comunicado que tomar medidas aisladas del resto de comunidades autónomas "no es efectivo".

Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, ha criticado a Pedro Sánchez por negarse a tomar decisiones que permitan atajar la sexta ola de la pandemia de covid-19, por lo que ha anunciado que este viernes aprobarán nuevas restricciones entre el 24 de diciembre y el 14 de enero. El presidente murciano ha considerado "insuficientes" las medidas anunciadas por el jefe del ejecutivo, censurando la "pose de quien se niega a tomar decisiones". En su opinión, es "inasumible" el aumento "exponencial" de contagios, pese a que la situación no es la misma que el año pasado, gracias a la vacuna. "Que cada uno decida por su cuenta fomenta la desigualdad y la confusión entre la población", ha declarado López Miras, que pide cumplir la actual legislación sobre el uso de la mascarilla en la vía pública, donde se obliga a su uso en distancias interpersonales inferiores a 1,5 metros, añadiendo que "no tiene sentido" establecer su obligatoriedad en entornos rurales o cuando se camina o practica deporte en soledad.

Otro presidente popular, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, ha reconocido que le hubiese gustado que en la reunión se hubiera acordado una "postura común", para evitar la existencia de "17 respuestas diferentes" para atajar la ola de la covid estas Navidades. "Al gobierno de España le han faltado reflejos para negociar con las comunidades autónomas una posición común", ha subrayado.

Entre los presidentes del PSOE, Concha Andreu (La Rioja) y Emiliano García Page (Castilla-La Mancha) apoyan al presidente Sánchez en su postura sobre las mascarillas. Mientras que Javier Lambán (Aragón) lo considera innecesario. "Lejos de cualquier actitud insumisa, es respetuoso con las decisiones del Gobierno", ha dicho Lambán, si bien considera que la utilización de mascarillas en exteriores "no es necesaria" y que es "más atinado" reservarlas para espacios cerrados. "En calles, plazas y al aire libre no existen las posibilidades de contagio sin mascarillas que se producen en aglomeraciones y, sobre todo, en interiores e interiores no ventilados", ha incidido el presidente aragonés. Así también se ha manifestado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso: "No compartimos las mascarillas al aire libre si hay distancia. Es ineficaz".

Aragonés: actitud "temeraria" de Sánchez

Entre los más contundentes a la hora de expresar su descontento con la gestión de Sánchez está el presidente catalán, Pere Aragonés, que ha acusado este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de "tibieza" y de falta de valentía al plantear medidas "insuficientes" para frenar la nueva ola de contagios de coronavirus, una actitud que ha tachado de "temeraria".

Aragonès ha mostrado "su decepción, preocupación y disconformidad" con el resultado de la Conferencia de Presidentes, dada la "tibieza" de las medidas anunciadas por Sánchez y la "falta de ayudas" previstas para los sectores afectados, y ha defendido, sin éxito, extender a otras comunidades autónomas las restricciones que su Govern acordó el pasado lunes: aplicar de nuevo el toque de queda nocturno, limitar los encuentros a 10 personas, cerrar el ocio nocturno y reducir al 50% los aforos en la restauración y al 70% en los comercios, cultura, eventos deportivos y gimnasios. Sin poder disimular su enfado, el president ha pedido "no supeditarlo todo" solo a la vacunación y al uso de la mascarilla en espacios abiertos, porque son medidas "del todo insuficientes", que "no responden a la gravedad" de la situación. En su opinión hay que "limitar la movilidad y reducir la interacción social" como están haciendo "otros países europeos".

¿Pide Page una ley de pandemias?

Tras la Conferencia de Presidentes, Emilano García Page ha mantenido una postura ambigua sobre la necesidad de un marco jurídico que dé certidumbre, quizás por no dar la razón a la oposición que, con Pablo Casado a la cabeza, lleva año y medio pidiendo una ley de pandemias, lo que podría entenderse como una crítica a la inacción del Gobierno de Sánchez en relación a este tema, y más aún tras los varapalos judiciales que el TC ha dado a los estados de alarma aprobados y prorrogados hasta mayo de 2021.

Así, el presidente de Castilla-La Mancha ha mostrado su apoyo "con claridad" el argumento de las autonomías con peor índice de contagios, como Cataluña, País Vasco o Navarra, que "reclaman más certidumbre jurídica" y ha señalado que no es un problema solo del Gobierno central, sino que es una cuestión que "obliga a llegar a un acuerdo que no se va a arreglar con una simple ley". "Se trata de dotarnos entre todos de un marco jurídico más claro, más definido, que no haga ir mendigando" a los gobiernos regionales, ha reivindicado García-Page, que ha advertido de que "la celeridad del virus no es la celeridad de la administración ni de la justicia", y que por ello las autonomías necesitan "celeridad para tomar decisiones difíciles e indispensables". Tendrá que explicar cuál es la diferencia entre "un marco jurídico más claro" y la ley de pandemias que pide el PP.

Y Vara asume las tesis de Ayuso

Si sorprendente es la postura de García Page, pidiendo una ley de pandemias sin pedirla, llamativo es el cambio que empieza a producirse en las propias filas socialistas sobre la necesidad de luchar contra el virus sin hundir la economía. O sea, asumir la tan criticada postura de Díaz Ayuso sobre conjugar salud y economía.

En este sentido, el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara, ha pedido "respeto" y "empatía" con determinados sectores sociales y económicos que "lo han pasado muy mal", "negocios que tienen nombre y apellidos", pues se habla con "mucha frivolidad" de cierres y aforos. "¿Cómo cerramos negocios aunque haya contagios si eso no está generando ingresos en los hospitales significativos?", ha incidido Vara, para quien la obligación de los responsables políticos es "ponderar y equilibrar".

Los gritos de "queremos una Ayuso" que se han escuchado en toda España, unido a un menor impacto de la crisis económica en la Comunidad de Madrid, comunidad que lidera la recuperación en España, y, por supuesto, el refrendo en las urnas a esa política en las elecciones adelantadas del 4 de mayo parece que han surtido efecto, y ya no es sólo el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, el que pide no recurrir a los cierres de forma sistemática como única forma de luchar contra la pandemia.

Oposición y socios

Más allá de las opiniones de los presidentes autonómicos, los líderes de la oposición y los socios del Gobierno de coalición tampoco se han mostrado muy entusiastas con Pedro Sánchez y su cogobernanza.

El presidente del PP, Pablo Casado, aseguró que "Sánchez vuelve a llegar tarde, mal y de manera improvisada a una reunión con las CCAA". Y ha reiterado su petición de una ley de pandemias y de más recursos para atención primaria y fondo covid en 2022.

Inés Arrimadas volvió a criticar duramente al presidente del Gobierno, del que dice que con la Conferencia de Presidentes busca "tapar su inacción".

A las críticas sobre el uso de las mascarillas en el exterior también se sumó también el líder de Más País, Íñigo Errejón, muy duro con la gestión de la pandemia en general:

Gabriel Rufián, socio parlamentario, también criticó la medida: "Imponer mascarillas obligatorias en exteriores mientras se recorta en sanidad es casi como regalar paraguas en mitad de un tsunami. El casi es porque las mascarillas no se regalan".

Por parte de Vox, Santiago Abascal dejó claro que no se iba a poner la mascarilla en el exterior y se refirió a Pedro Sánchez como "aprendiz de tirano"

Mientras Macarena Olona escribió: "Den a los españoles soldados para esta guerra y no bozales".

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